Tras los sonidos del órgano de la Basílica de Menor de Salamina

Luis Fernando Rodríguez

LA PATRIA | SALAMINA

El órgano de la Basílica Menor La Inmaculada Concepción de Salamina está en silencio hace varios años. Hacer sonar de nuevo el instrumento de viento, tiene un costo de seis millones de pesos, lo que motivó a Martha Giraldo a iniciar una campaña para recoger ese dinero y restaurar el órgano de tubos.

Para la recolección de fondos se ha hecho un sorteo y se están organizando actividades benéficas. "El arreglo lo hará el maestro Luis García. Por tal motivo le pido a los salamineños que se vinculen a esta campaña para que entre todos logremos que se escuchen de nuevo las notas armónicas que envuelven la Basílica. Es un patrimonio que no debemos dejar en silencio. El amor por el municipio y la generosidad de las personas harán que esto sea posible", dijo Giraldo.

Antecedentes

El instrumento se silenció en 1980, cuando la parroquia estaba inmersa en la reforma del templo y de la capilla de la Valvanera, compromisos que requerían un gran esfuerzo económico.

El 12 de octubre del 2007, siendo párroco el padre Luis Guillermo Restrepo Jaramillo, el grupo de Bienes Muebles de la Unidad de Patrimonio hizo una visita de reconocimiento a los bienes del templo, especialmente al órgano. La Fundación Calicanto había realizado algunas actividades para recolectar fondos y solicitar presupuestos para la restauración del instrumento a personas especializadas, entre ellas al señor Nepomuceno Parra Rodríguez, en abril del 2003.

El diagnóstico de la Unidad de Patrimonio puede resumirse: "...suciedad consistente e inconsistente, desajustes de la parte formal, mal funcionamiento del mecanismo y principalmente de la turbina y el motor y ataque biológico de insectos xilófagos". Recomiendan analizar la posibilidad de buscar la apropiación necesaria con recursos provenientes del IVA a la telefonía celular, que deben ser invertidos en programas de fomento y desarrollo deportivo, así como en promoción y desarrollo de la cultura.

Según el historiador salamineño Fernando Macías Vásquez, su reparación fue encargada al experto, maestro y restaurador antioqueño Luis García, quien lo hizo sonar nuevamente en octubre de 2008. El trabajo quedó inconcluso por falta de presupuesto. Se hace necesaria una urgente intervención para garantizar la permanencia del instrumento en el tiempo. Se tienen que reemplazar algunas flautas, ajustar su mecanismo y proteger la madera.

Concluye Macías Vásquez: "es de anotar que este órgano es uno de los pocos que sobreviven en el país, muchos han desaparecido por negligencia de los encargados de su preservación o han sido reemplazados por modernos órganos digitales, pudiéndose asegurar que en Colombia no existen más de veinte con las condiciones necesarias para seguir deleitando con sus notas a los cultores de Euterpe (Musa de la música, hija de Zeus y Mnemosine)".

El órgano

Llegó a Salamina en 1910, a través de la compañía Mercklin de Francia por encargo del padre José Joaquín Barco. Tiene 330 flautas, un teclado manual de 56 notas y un pedalero de octava y media. Lo inauguró el maestro Santiago Gallego.