LAURA SÁNCHEZ
LA PATRIA | MANIZALES
"Mire... la salsa es en cuatro pasos: 1, 2, 3 y 4. La velocidad la da la música, pero son siempre cuatro. Memorice". Sí, son cuatro, pero en los pies de Coqui, el movimiento parece uno, una velocidad que cultivó en 33 años.
Su mejor imagen se ve en la pista, con zapatos livianos, una buena baldosa para deslizar sus rápidos pies y salsa acelerada, con el volumen más alto, para que vibre su corazón. Así es César Augusto Ruiz, Coqui, que en la comunidad salsera de Manizales es reconocido como profesor de baile y DJ, mesero y fanático.
A los 19 años quedó flechado por la salsa. En la salsoteca Borincuba se enamoró de los pasos. Su recuerdo de esa época lo narra con precisión, porque fue un nuevo nacimiento de él mismo.
"El administrador de ese negocio me llevó a escuchar tango y no me gustó y luego me llevó a Borincuba y cuando vi bailar allá me empezó a gustar. Compré un espejo y empecé a ensayar los pasos. Nosotros aquí no sabíamos que era baile caleño".
Después pasaba por la discoteca Coquivacoa. "De ahí viene mi nombre, Jairo Correa me decía 'Coqui, ahí le va su disco'. Partió el nombre a la mitad. Dicen que es el nombre de una rana de Puerto Rico. Todo las tiendas que he montado tienen ese nombre, mi mamá debía ponerme Coqui".
Los viernes y los sábados trabaja de DJ y mesero en la salsoteca Bodeguita Cubana. César Augusto Ortiz, propietario del local, describe así a Coqui: "Es el alma de la Bodeguita Cubana. Tiene un buen servicio al cliente. Todo el mundo lo conoce, baila y toca instrumentos, él convierte este sitio mágico".
"Me muero bailando en el suelo y con los pies no más. Las piruetas no son lo mío, bailo salón, soy salsero vieja guardia".
Fotos | Darío Cardona | LA PATRIA
Coqui es fanático de los cuadros. "Lo que más me dolió fue la muerte de Héctor Lavoe". Sus creaciones son hechas con recortes del periódico LA PATRIA, y las conserva en la salsa de su casa.
Pasión en los pies
El Ballet Nacional de la Salsa con Gladys López 'Pupy' y Carlos Paz visitaron Manizales y alumbraron sus pies. "Carlos Paz me motivó a bailar y a bailar solo. Empecé a bailar con un espejo, ellos me mandaban videos y me invitaban a ensayos".
Coqui narra que su baile era arrebatado con mucha velocidad: "Ahora tengo 50 años y bailo duro imagínese a los 19 años, pero no lo sabía trabajar. Bailo con los pasos contados. Llegué a ser de los mejores bailarines de la ciudad".
Su primer empleo como profesor de baile fue en el Gimnasio Lopera, en donde estuvo 10 años.
Después se independizó para estrenar su academia de baile Reyes del mambo, que ahora tiene en el Restaurante Donde Willy, en el barrio San Antonio, que en las noches se convierte en una pista de baile con espejos. Allí da clases de lunes a jueves de 6:30 p.m. a 8:00 p.m., llenas de resistencia física y pasión.
Su historia ha pasado por los micrófonos de Albeiro Rodríguez y su programa Salsabor: "Coqui es una institución de la salsa y su baile y su interés porque todos aprendan a bailar bien. Él está en todos los eventos de salsa".
"Quiero morir así. Es mejor no quiero dejar morir la salsa. No somos problemáticos, somos bohemios, alegres y tomatragos".
Tip de Coqui
"Todas las escuelas bailan Cali Pachanguero. Aceleramos todos los temas, por ejemplo lo monta en un DJ virtual y listo, y si uno aprende a bailar así baila lo que sea porque se trabaja el oído. Luego aprende a bailar lo que quiera chachachá, descarga, pachanga y bugaloo, que es el más duro".
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