LA PATRIA | Manizales
Quienes pisaron la plaza de toros La Macarena el sábado 17 de febrero del 2018 temían que fuera su última vez en un festejo taurino en Medellín por el comodín político en el que se había convertido la fiesta brava en Colombia, todavía más cuando restaban pocos días para las elecciones legislativas. Las voces más feroces contra los toros pedían la prohibición, mientras que la Corte Constitucional estudiaba algunas demandas contra la celebración de corridas en Colombia. Había tensión en el mundo del toro y en los tendidos se escuchaba: ¿será la última?
Luego la Corte respaldó la legalidad de los espectáculos taurinos y llegó un respiro.
Sin embargo, con la semana que termina los miedos por el fin de las corridas se hicieron realidad en Medellín por la cancelación formal de la próxima temporada del 2019 de La Macarena por razones lejanas a la política y solo atribuibles a los cálculos, negocios y contratos. La plaza fue vendida y las nuevas manos quieren otro rumbo para las instalaciones.
A pesar de que Cormacarena, entidad encargada de coordinar el Centro de Espectáculos (como se le llama a la plaza de toros desde el 2005) y de realizar la temporada taurina anual, dijo a través de su representante Santiago Tobón que lucharía hasta el final por realizar la temporada taurina, fue una transacción entre la Fundación Hospitalaria San Vicente de Paúl, dueña del 51% de la plaza, y la firma D´Groupe SAS, de Medellín, la que selló un trato que a la postre clausuró la fiesta taurina en Medellín indefinidamente.
La fundación desde el 2015 tenía problemas financieros por la falta de pago de las EPS. Esto, a la postre, se tradujo en insosteniblidad económica y tener que tomar medidas como la venta de la participación en la plaza de toros de La Macarena.
“Desde el punto de vista empresarial, la Corporación ve terminado su objetivo y razón de ser y
de acuerdo con sus estatutos, procederá a su pronta liquidación. En consecuencia, todos los compromisos adquiridos para eventos futuros con terceros se le ceden al nuevo operador y se cancelan los eventos propios, incluida la Temporada Taurina programada para 2019”. Así reza el comunicado emitido el pasado viernes en la mañana por Cormacarena en la que anuncia su final. Santiago Tobón, quien luchó hasta el último instante por mantener esta fiesta, firma el comunicado en el que resaltó las bondades que desde 1991 llevó a Medellín y al Hospital San Vicente de Paúl la administración de la plaza. Agrega que Cormacarena “comparte y apoya” la negociación porque le permite un importante alivio financiero a la Fundación San Vicente de Paúl.
Ya se dieron las instrucciones para la devolución de los dineros a los abonados y aficionados que ya habían comprado sus entradas y se hará desde mañana lunes.
Cormacarena hizo en reconocimiento especial a la afición paisa y colombiana que acompañó a la empresa durante los 27 años de funciones.
Lo sucedido en Medellín es un punto de giro crítico para la fiesta taurina que ahora, aparte de verse amenaza desde el punto político, también ve en ciernes la llegada de problemas de sostenibilidad económica, aunque las plaza colombianas han encontrado mecanismos y métodos para reinventarse y generar alegría y rentabilidad anualmente.
La desaparición de la temporada paisa es un golpazo a la afición colombiana que ha visto cómo han desaparecido los festejos en Bucaramanga, Armenia y Cartagena, a los que ahora se suma Medellín y únicamente dejan en pie a Cali, Manizales y Bogotá, a la hora de hablar de plazas de categoría. Sin embargo, en la capital de la República cada año es una labor titánica de los empresarios realizar la temporada. Un inversionista extranjero podría mediar y comprar participaciones si quiere preservar la plaza como un coliseo taurino, pero es un escenario improbable a la hora. Por lo pronto, en Medellín, solo queda silencio.
Ricardo Peláez, inversionista de D’Group SAS, confirmó al periódico El Colombiano de Medellín en La Macarena “las puertas están abiertas”, para la realización de este tipo de espectáculos y con Cormacarena tienen “la mejor relación, las fechas estaban separadas; sin embargo, Cormacarena ya no cuenta con los recursos económicos para actuar como empresarios de toros y es esta la razón por la cual se les imposibilita continuar haciendo la feria a ellos directamente”.
Pelaez sostuvo que desde D’Group SAS no se hacen “eventos taurinos directamente, pues “no somos empresarios de toros, no sabemos del tema”.
El empresario; sin embargo, no descartó ni cerró la puerta para este tipo de espectáculos en la ciudad: “Las instalaciones estarán previstas para cualquier actividad que sea viable por infraestructura y permisos, si los empresarios de toros consideran que la actividad puede ser viable para ellos siguiendo los parámetros necesarios, es una opción más”.
La idea es que La Macarena migre los “usos característicos de las arenas; eventos deportivos, culturales, musicales, corporativos, institucionales, todos esos eventos legales que la creatividad sea capaz de adaptar a las instalaciones cumpliendo con la normatividad existente”, recalcó el empresario.
La empresa D'Groupe a través de un comunicado fechado del pasado 4 de diciembre confirmó la compra y anunció que “La Macarena seguirá siendo la casa de todos, una casa para la alegría, la diversión y el esparcimiento de calidad”. Agradeció a Cormacarena “por haberlo custodiado [la plaza] tantos años”. Anunció que harán mejoras en la infraestructura de la plaza y procesos que permitan llevar más eventos de calidad a Medellín.
*Información de Colprensa
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