LISET ESPINOZA
LA PATRIA | MANIZALES
El sonido del tambor cautiva desde el 2016 a 70 mujeres de Manizales entre los 5 y 60 años. Una de ellas es Érika Vásquez León, para quien el encanto de este instrumento de percusión se debe a que su "vibración es similar a la de los latidos del corazón y por eso, quizá, conectamos tan fácil con él".
Ellas se hacen llamar Tambor Hembra. Están bajo la batuta de Juan Manuel Ocampo Patiño, docente, creador y director del grupo y de la escuela que llevan el mismo nombre y con la que pretende rescatar el folclor colombiano en tierras cafeteras.
"Su pasión por los ritmos autóctonos del país lo llevaron hasta el Pacífico. Allí encuentra que hay una red de tamboreras y le surge la idea de crear un grupo igual en las montañas colombianas, con mujeres de la montaña y así empezó a convocarlas hasta conformarlo", expresó Érika.
Ritmos
El grupo base lo integran 11 mujeres quienes en un principio interpretaban temas reconocidos con el fin de rescatar las raíces, pero con el paso de los años se apoderaron de ritmos como el bullerengue, porros, cumbias, mapalé, chalupa, tambora, bambucos, entre otros, al punto de animarse a componer sus propias letras.
Su música la han mostrado en varios escenarios de la ciudad como el auditorio Hernando Aristizábal Botero de Confa, el Centro Cultural Universitario Rogelio Salmona, la Sala Múltiple del Centro Colombo Americano y en eventos nacionales como el Festival Mono Nuñez, que se realiza en Ginebra (Valle del Cauca).
Estas intérpretes no solo se encargan de posicionar este tipo de música en la ciudad, tambien de compartir su conocimiento con las alumnas de la escuela.
Fotos | Cortesía | LA PATRIA Juan Manuel Ocampo en medio de las mujeres que conforman la agrupación Tambor Hembra.
Formación
Para Juan Manuel el grupo es el resultado de la escuela, proyecto que no tiene sede propia y mucho menos un lugar estable para hacer sus ensayos. Según el director, el sonido que generan los tambores no son cómodos para la mayoría de los ciudadanos por lo que han cambiado por lo menos unas 15 veces de lugar.
"Actualmente tenemos cinco grupos de distintas generaciones y un semillero de niñas que comenzó hace año y medio. Asimismo, contamos con un convenio con el Jardín Botánico de la Universidad de Caldas para los ensayos, pero el semillero lo trabajamos en Mateguadua, una vereda ubicada en la vía a Neira", comentó Juan Manuel.
Son pocos los tambores y muchas las mujeres a la hora de ensayar, pero eso no es una limitación. Según Érika, para querer aprender a tocar el instrumento se necesitan ganas y por ello, se rotan los tambores para golpearlos con las manos o con dos palos de madera.
"Quienes quieran hacer parte de Tambor Hembra no es obligación que tengan un tambor, pero sería lo ideal. Las clases son de dos horas a la semana y se deben cumplir ciertas reglas para permanecer. Tenemos una matricula semestral de $80 mil, recursos que son utilizados para el mantenimiento de los instrumentos y para las necesidades de la agrupación", afirmó Juan Manuel.
Presentaciones
4 de julio: La Cuadra (Pereira)
25 de julio: Presentación de la escuela en el auditorio de la Universidad Nacional, sede Manizales.
29 de noviembre: Klan-Destino bar (Manizales)
Social
Sofía Villegas, encargada del área de Comunicaciones de la Escuela Tambor Hembra, indicó que aparte de lo musical también están interesados en trabajar lo social. Es decir, aprovechar el capital humano que tienen para así, desde sus profesiones, hacer procesos que sirvan para resolver conflictos o incluso ayudar al medioambiente y el agua.
Este es un ensayo de la Escuela Tambor Hembra en la sala de teatro El Escondite de Manizales.
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