FREDDY ARANGO
LA PATRIA | Pijao*
“Cuando uno habla de un viaje cittaslow es porque quiere caminar más, usar más el vehículo público, la bicicleta, los patines, no tiene la conexión con un gran hotel resort, sino con una casa sencilla, con algo que todavía es auténtico y que se está desapareciendo por la globalización, por la homogeneidad y la vida rápida”, expresa Mónica Flores Arcila, licenciada en Comunicación y autora del libro relatos Desde el bahareque, quien acoge a los visitantes en su casa en Pijao (Quindío).
Ella nació en esa vivienda, propiedad desde el 1928 de su familia. "Una casa sin pretensiones, restaurada y se ha tratado de conservar tradicional, cuando regresé a Pijao me di cuenta que había 80 millones de viajeros en el mundo que estaban buscando lugares auténticos, desacelerados, donde pudiera haber una conexión con la cultura local", cuenta.
Agrega que los turistas internacionales buscan aprender sobre la comida, el paisaje, la biodiversidad, sobre las técnicas tradicionales. "Estos viajeros lo que están buscando es tiempo".
La gran mayoría de casas de Pijao, después del terremoto de 1989 y la toma guerrillera del frente 50 de las Farc en el 2001, estaban a punto de ser demolidas. Sin embargo, habitantes vieron la riqueza cultural y arquitectónica, y empezaron hacer un trabajo con jóvenes del municipio de manera independiente con un programa que se llama Vigías del patrimonio. Mónica visita los colegios rurales y urbanos y mediante las cartillas Cátedra Pijao y Cátedra Ambiental les habla de temas ambientales, naturales y arquitectónicos. Un logro fue la consulta popular en el 2017, donde el 98% de la población dijo que no quería procesos de minería a gran escala.
Fotos | Freddy Arango | LA PATRIA
“La gente se siente ahora más orgullosa del lugar, pintan sus casas y hacen un murales. En un cerro sembramos 150 arbolitos para mejorar el hábitat de pájaros, mariposas y abejas”, resalta Mónica Flores Arcila.
Los turistas se hospedan en casas tradicionales que tienen dos o tres habitaciones, comparten con los anfitriones la elaboración de los alimentos con productos locales.
La Casa Solaz, de Olga Narváez Trujillo, tiene como eslogan Esparcimiento para el cuerpo. Ella recuerda que restauraron la vivienda sin alterar su línea arquitectónica tradicional, arreglaron el zócalo en madera y recuperaron la chambrana.
“La casa es de bahareque, una estructura liviana, sismorresistente a base de esterilla y guadua con un relleno y empañamiento de cagajón de caballo. Parada en piedras como era a la usanza de la época, Pijao nació en 1902 y en 1940 empezó la construcción de esta casa”, cuenta Olga Narváez Trujillo.
En la calle real de Pijao hay tres tiendas de café, una librería que la abren los fines de semana, hay 15 alojamientos y la gran mayoría son de gente local.
*El reportero gráfico fue invitado por Fontur.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015