La travesía de La peine gaucha

LISET ESPINOZA

LA PATRIA | MANIZALES

El títere es el yo interior de quien lo manipula. A través de la música melancólica del tango y la poesía, se narra la muerte del artista que por problemas económicos, políticos o socioculturales, le cuesta luchar por el arte.

Eso resume La peine (que significa pena en francés), obra de teatro de la compañía argentina Mistericordia que anoche se presentó en la sala de teatro El Jardín.

"La obra es para adultos, pero viajando se transformó en un montaje para todo público, porque los niños también tienen que escuchar poesía. Todas las acciones del títere son corporales y el haber trabajado mucho la expresión y el clown me sirvió para hacer una buena escena", indicó Daiana María Canteros, actriz, directora y dramaturga de La peine.

El texto lo escribió cuando se graduó como actriz en Buenos Aires (Argentina). En él quería plasmar, o hacer catarsis, para entender qué puede hacer el artista en un mundo caótico y difícil de enfrentar. "Trabajé con grupos de teatro y me di cuenta que lo que quería hacer era viajar con mi obra sin depender de otros. El arte y el teatro nos direccionan el viaje, la obra nos lleva" afirmó Daiana.

La travesía

Junto a Daiana trabaja Micaela Álvarez, quien es la asistente de dirección. Ella también tiene una trayectoria en el mundo teatral, debido a que su familia, desde hace 20 años, cuenta con un teatro de títeres en Argentina. Aseguró que el periodo de creación de La peine fue entre el 2016 y el 2017 estrenándose en noviembre del año pasado para emprender viaje por Latinoamérica.

"No nos quedamos en Buenos Aires porque queríamos conocer otros países y porque allí hay mucho teatro, la situación política y económica no es tan compleja, pero si está en decadencia. Además, hay mucha oferta cultural en la capital y decidimos hacer una gira nosotras mismas", dijo.

Antes del estreno de la obra no tenían contemplado que hubiera un títere en escena. Después de un año de ensayos optaron por incluirlo. Su fabricación tardó ocho meses, y que Daiana se adaptara a él no tardó tanto.

Livianas

Mistericordia viaja sin escenografía, músicos y luces por falta de presupuesto. "En cada lugar donde nos presentamos debemos conseguir el músico y ensayar con él dos veces para ir a la función. Es un desafío porque no conocemos el músico, él no tiene ni idea de qué se trata la obra y quizá no tenga ninguna noción del teatro, nos tiramos a la pileta todos. La obra es una eterna improvisación a partir de una estructura de acciones básicas", expresó Daiana.

Destino

Cartago (Valle del Cauca) será el siguiente destino de Mistericordia, que presentar mañana a las 8:00 p.m. La peine.