Sergio Villamizar D.
COLPRENSA | LA PATRIA | BOGOTÁ
Cuando Adriana Lucía se radicó en Bogotá, con apenas 16 años, no tenía idea de cocinar, pero si quería cumplir su sueño de hacer música y entrar en esa competida industria discográfica, debía empezar a preparar sus propios alimentos.
Así, creó un recetario donde la comida de su tierra, Córdoba, era la protagonista, y empezó a apasionarse por las preparaciones y por el rescate de muchas recetas de las abuelas que eran transmitidas de manera oral.
Sin embargo, al llegar a MasterChef Celebrity tenía un solo reto, no ser la primera eliminada. A medida que pasaban las semanas y los retos aumentaban, junto a su seguridad, ganó confianza hasta que en la noche del pasado domingo se convirtió en la primera mujer en ganar este competido programa en Colombia.
Cumpliendo la cuarentena, rodeada de su familia, Adriana Lucía habló de cocina, de este triunfo, así como de la nueva música que prepara, junto a las redes sociales y su activismo de los últimos tiempos.
En la cocina
- ¿Cómo fue esa experiencia de varios meses entre la cocina, la competencia y el aprendizaje?
Es una escuela muy grande que te cambia la vida. Cuando uno llega a la cocina le dicen eso, pero no lo crees. Yo pensé que llegaba para tener una experiencia más, pero en verdad es que cambia vidas, porque no es sólo el reto de cocinar, también el encontrar una identidad, la competencia, también tienes 25 cámaras encima, y como pertenezco al mundo de la música, con la televisión que viene a mí por efecto carambola por lo que hago.
Todo esto lo hizo apasionante, al ser mi primer reality con una cantidad de cosas que uno va superando. Yo no daba un peso por mí, pero avanzando en la competencia, el reto y el compromiso era mayor, así que esto es una escuela de vida.
- Sabía que es la primera mujer que gana MasterChef Celebrity...
Ni siquiera había caído en cuenta de ello. Siempre me he movido en universo de hombres, al ser una de las primeras mujeres en cantar vallenato, en una industria usualmente liderada por hombres. Por eso, siempre ha sido importante para mí, como mujer el reconocimiento, pero no por ser mujer, sino por ser buena.
Cuando veo esa final de MasterChef Celebrity de tres mujeres, ya todas merecíamos ganar. Ser la primera mujer MasterChef Celebrity Colombia es de esas cosas que no están en tu lista de sueños por cumplir, porque jamás pensé que yo con la cocina llegaría a un programa de televisión, y ahora entiendo que el único reality del mundo en el que podría estar era de cocina, porque aparte del canto, me emociona la cocina y también siento que la cocina es un reflejo de mí como músico.
Así como creo mis canciones, como me mantengo firme en muchas de mis convicciones, así intente que hubiese una coherencia entre Adriana Lucía la compositora y cantante, porque es la misma que la que cocina.
- El jurado resaltó siempre que detrás de cada plato había una historia que quería contar...
Se cuentan cosas a través de la cocina, porque en cada elemento que tienes, por ejemplo, las especias que yo siempre fui insistente en el programa de dónde viene, al usarlas estaba recordando un pedazo de la historia de esos inmigrantes de la Primera y Segunda Guerra Mundial que llegaron a Lorica (Córdoba).
Si tú pones en un plato Mote de Queso y tú estás contando la historia de Córdoba, Sucre y Bolívar. No era echar un cuento por echarlo, sino que exaltar de dónde viene.
Respeto profundamente todas las cocinas del mundo, pero creo que en Colombia aún somos muy jóvenes en la gastronomía, con una gran cantidad de jóvenes chefs que están haciendo mucho por nuestro país y que se han convertido en mi inspiración.
Más allá de la sazón
- En todo el proceso del programa, ¿Algún momento de debilidad?
Tuve muchos momentos. En un momento estaba muy cansada emocionalmente, desgastada porque pues estaba fuera de mi casa y quería estar con mi hijo, que estuvo unos días enfermo y a mí me dio una tendinitis que la tuve hasta final del programa, que casi me genera el retiro.
- ¿En qué momento sintió que podía ganar el programa?
Te confieso que cuando ya estábamos los cinco semifinalistas ya me daba como ganadora, porque nunca pensé en llegar tan lejos, por lo que cada etapa que superaba era un triunfo para mí.
- ¿Qué meta tenía al iniciar su participación de este programa?
Mi única meta personal era no ser la primera eliminada, porque nadie quiere salir de primera.
Aunque yo iba con unas bases de cocina, porque yo cocino desde que tengo 16 años, cuando llegué a vivir a Bogotá y no sabía partir un huevo, me esforcé en aprender a cocinar creando un recetario familiar y aprendí a amar la cocina, pero al llegar a MasterChef, no quería salir en la primera semana, y luego la segunda y la tercera.
Yo no me puse meta como algunos compañeros que tenían claro que su meta era llegar a la final. Entendí que esto no era solo una competencia de cocina, también es de resistencia en lo físico y emocional, por lo que mucha gente que cocina muy bien se fue muy temprano en la competencia.
- ¿Seguía el concurso, los comentarios de los televidentes, a través de las redes sociales?
Yo siempre he sido muy activa en las redes sociales y vengo viviendo unos tiempos muy complejos por hacer públicas mis posturas políticas y sociales, lo cual se entrelazó, porque el programa estaba al aire y muchas personas que me han atacado durante los últimos meses, lo cual no es un secreto para nadie, hasta amenazas de muerte he tenido.
Uno aprende a entender que el mundo virtual es el mundo virtual, y el mundo real es otro. También aprender a mirarte al espejo, lo que suena muy fácil pero es bien difícil, y saber quién es uno y lo que vale uno, por qué estás ahí y cuál es tu propósito.
Para mí sería mucho más fácil hacerme la loca y no tiene ningún compromiso con nadie, lo cual es válido, pero esa no soy yo.
He entendido que esta exposición me trae mucho bullying, pero también me genera una voz que es importante para mucha gente que necesita mi voz.
A veces no leo muchas de las cosas cuando están muy intensos, en otras oportunidades me da risa lo que leo porque me parece tan absurdo, pero me suelo quedar con las cosas lindas, porque la gente también escribe cosas lindas.
- ¿Cómo qué cosas?
Mi papá y mi mamá me envían todas las notas de voz de toda la gente de mi pueblo que están esperando que pase esta vaina para recibirme con una caravana.
- Qué piensa de esos fenómenos en redes sociales...
Yo no creo que la gente se haya vuelto más mala por las redes sociales, que no miden el daño que suelen hacer. Solo que hoy, desde en anonimato y desde la valentía de un teclado, tu puedes decir cualquier cosa, pero en vivo y en directo no te dicen nada de eso.
Estos tiempos de pandemia, si no nos enseña a ser mejores personas, no sé cómo vamos a aprender. Se ve un futuro incierto que no vemos hacia dónde vamos.
- ¿Cómo ha vivido estos primeros días de cuarentena?
En mi casa, todos mis negocios son masivos, con el tema del restaurante que está cerrado, no podemos hacer shows, mi esposo es odontólogo tiene el consultorio cerrado.
Es algo incierto para todos. Me he dedicado a cocinar, releer, me conecto a Instagram y cantando. Tengo preparadas otras sorpresas musicales, alcancé a grabar algunas canciones y estamos terminando los videos, por lo que en estos días sacaremos música.
Con la fe infinita de que esto pasará y algo bueno quedará, que nos vuelva más humanos.
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