Margaret Sánchez y Freddy Arango
LA PATRIA | Manizales
Un paraíso en el páramo, así es el termal La Cabaña en Murillo (Tolima), en las inmediaciones del Parque Nacional Natural Los Nevados.
La caminata se inicia desde una finca a 40 minutos del pueblo, por la vía a Manizales. Es un ascenso de 2 mil 800 metros y, aunque suene poco, por la altura, se convierten en una caminata de 90 minutos a dos horas. Con este ejercicio los pulmones se limpian.
El agua azufrada, entre 27º C y 38º C, depende del Volcán Nevado del Ruiz, y el paisaje, compuesto por frailejones, piñuelas, líquenes, musgo y más vegetación de páramo, brindan un experiencia tranquila y revitalizadora en la montaña.
Esta maravilla, a 3.950 msnm, estuvo casi oculta hasta hace unos 10 años por dos razones: la presencia de las guerrillas de las Farc y el Eln, en el norte del Tolima, y la explotación ganadera.
Ahora, con el fin del conflicto en la zona y la apuesta de los dueños del predio y la comunidad por un turismo sostenible, se puede disfrutar de una experiencia para la que hay que alistarse para el paseo y cuidar la fábrica de agua.
Breyler Sanabria Cortés, gestor de Turismo de Murillo, cuenta que gracias a las redes sociales el termal se dio a conocer y hubo un incremento de visitantes. “Como el lugar era un sitio solo y sin control, llegó mucha gente y eso generó inconvenientes, un impacto ambiental que no esperábamos”.
Hace un año los dueños comenzaron a hacer una reconversión productiva del predio y a organizarlo. La vivienda, que estaba en ruinas, la reconstruyeron; contrataron los dos guías Yeimi Viviana Peláez y José Nilson Pulido para controlar el ingreso, cuidar el lugar y realizar caminatas. “No es termales de Santa Rosa, pero sí un lugar que incita a la tranquilidad, al encuentro con el territorio”, apunta Breyler.
Este proceso lo apoya la Administración Municipal con el fortalecimiento de las fundaciones y asociaciones de guianza como Montaña Viva Nevados y Guardianes del Cumanday, quienes lideran los recorridos y la logística. Además, caracterizaron la capacidad de carga con Cortolima y Parque Nacionales. La meta es conservar el termal y el ecosistema.
Este es un destino para todos, pero no para todo, aclara Breyler. Por eso invita a los turistas a prepararse para una aventura que transforma, saber a dónde van a ir y cuidar el termal. Estas son recomendaciones para que tenga en cuenta al armar el viaje.
* Llevar mínimo dos capar térmicas en la ropa
* Botas para la humedad
* Chaqueta impermeable o cortaviento
* Gorro
* Guantes
* Bloqueador solar
* Comida
* Agua
Costos
* $8 mil, ingreso al termal (hasta las 2:00 p.m.)
* $16 mil, caminata hasta la quebrada Corazón.
* $15 mil, espacio para acampar por una noche.
* $5 mil, parqueadero en la finca donde se inicia la caminata.
Pequeñas quebradas acompañan el trayecto entre los frailejones.
La única intervención que tiene el termal es un muro en piedra que está hace unos 60 años. Un humedal, en la parte superior, también controla la temperatura del agua. La capacidad es de 20 personas, máximo.
Durante el recorrido se pueden observar aves como esta Tangara Clarinero Paramuno o clarinero montuno, su nombre científico es Anisognathus igniventris.
Al comenzar el ascenso hay cultivos de papa de campesinos de la zona.
Huella de que turistas tocaron el frailejón y le arrancaron las hojas secas que los protegen su tallo interno del clima y enfermedades, explica el biólogo Giovany González Acosta.
Se recomienda ir con un guía y tarjeta médica, porque es zona de media y alta montaña. También caminar despacio, por la altura. Así se evita el soroche. Se puede alquilar un caballo por $30 mil para el recorrido.
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