COLPRENSA | LA PATRIA | BOGOTÁ
El 11 de septiembre del 2001, Juan García Herreros vivía en Nueva York, en medio de estudios de grabación, participando en la grabación de álbumes de distintos artistas de diversos géneros musicales. Nada mal para un colombiano que de niño soñó con tocar el piano, pero que terminó enamorado del bajo.
Ese día al ver los ataques a las torres gemelas se dio cuenta de la fragilidad de la vida, que era hora de dejarlo todo e ir en búsqueda de sus sueños, los cuales, en los últimos años viviendo en Viena (Austria), ha ido cumpliendo, con mucho trabajo y paciencia, hasta llegar a ser considerado uno de los mejores intérpretes del bajo en el mundo.
Ahora, cumplió un sueño más, presentar su música por primera vez en Colombia, siendo uno de los invitados especiales al Jazz al Parque, festival que se realizó hasta ayer en Bogotá.
Ha tocado junto a Elton John y Cristina Aguilera, estuvo nominado a los Latin Grammy al Mejor Álbum Latin Jazz, Sigue haciendo historia y es el primer colombiano en lograr tres medallas de oro en el Global Music Awards, por su más reciente álbum The Blue Road.
Diálogo
-Con su álbum Normas hizo historia dentro del mundo del jazz...
Lo especial de ese disco es que es el primer álbum de un bajista que salió nominado en la categoría Mejor Álbum Latin Jazz de los Latin Grammy, además de ser el primer colombiano en dicha categoría. Me dio una gran felicidad porque en los siguientes años empezaron a nominar artistas de jazz colombianos, lo que es positivo para todos.
-¿Qué significó para usted esta nominación?
Después de todo esto, con mi banda, cada año estamos haciendo giras de mínimo 28 a 30 países, lo que es bueno para ellos y para mí, porque la esencia del artista está en el escenario.
-Ahora llega a Colombia con su quinto álbum The Road Blue...
Es el primero de una trilogía que deseo realizar haciéndole un homenaje a las raíces indígenas, comenzando por The Blue Road, que es el camino azul, el camino del espíritu.
En la cultura indígena ellos creen que hay tres caminos, tres colores. El rojo, que es el segundo que viene, es el camino del guerrero, y luego finalizaremos con el amarillo que es el balance. Además, son los colores de Colombia, así que pensé en cómo podría combinar toda esta historia.
-¿Cómo se acercó a ese conocimiento indígena?
Está en mi familia, en mi sangre porque mi linaje llega hasta Montezuma y es algo que quiero celebrar. Por eso soy Búho de Nieve (Snow Owl), que es mi nombre, y un cacique me dijo una vez que los católicos, musulmanes y judíos tienen importantes secretarios de prensa, por lo que me pidió que con la oportunidad que tengo de tocar música por el mundo, podría ayudarles a difundir sus creencias, tradiciones y sabidurías, lo que para mí es un honor.
-¿Cómo fue ese trabajo realizado desde Viena, donde usted vive?
Con mucha ambición. Después de Normas uno no quiere hacer el mismo disco dos veces, lo que desea es superarse y hacer mejores cosas. Con The Road Bluelogramos que por primera vez en la historia de la Orquesta Filarmónica de Viena, los miembros tocaran world jazz, lo que hizo que el disco fuera creado con 36 músicos de 15 nacionalidades, grabándolo todo en un castillo en Austria, donde estuvimos toda una semana. Era mágico porque eran distintas lenguas, pero al final todos nos comunicábamos a través de la música.
Recuento
-¿Cuántos años viviendo en Austria?
12 años, ahora a las afueras de Viena que es un paraíso y no pasa un día sin dar las gracias, viviendo en un país de gran versatilidad, pues allí llegan las más grandes leyendas del jazz.
-¿Por qué llegó allí?
Me enamoré de la música de Beethoven. Antes de Viena vivía en Nueva York y tocaba con gente como músico de sesión, donde se aprende mucho, pero quería aprender alemán, estudiar composición en Viena e iniciar mi carrera como solista.
-¿Cómo fue su desarrollo artístico en Nueva York?
Nos fuimos de Colombia cuando tenía nueve años, casi 16 años en esa ciudad donde aprendí mucho. En una escuela, todos los lunes ensayaban los músicos de la orquesta de Tito Puente, y yo podía entrar a escucharlos y muchas veces ensayaba con ellos, lo cual fue una gran escuela.
-¿Cómo llega al bajo?
Cuando estaba en la escuela mi hermano estudiaba batería y él quería estudiar con un bajista, pero yo quería ser pianista, pero él me impulsó a este instrumento. Luego cuando empecé a escuchar a los grandes bajistas del mundo me entregué de lleno.
-¿Pero ahora es el contrabajo-guitarra… seis cuerdas?
Es un instrumento muy joven que nació en los años 80 y me siento en casa con él, porque armo ritmos, melodías y armonías solo con este instrumento porque a diferencia de un saxofonista, que interviene y puede quedarse cinco o diez minutos sin tocar en una pieza, yo estoy tocando todo el tiempo y eso me gusta.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015