Gloria Luz Ángel
LA PATRIA | Bogotá
Rinocerántulas, jirafa que quiere poner huevos colorados, ballenas que desean conocer las nieves perpetuas y un león que tuvo que volverse vegetariano son algunos de los personajes de El viaje del príncipe, último libro de Octavio Escobar Giraldo y de la ilustradora Olga Cuéllar.
Cuando hacía el rural en La Dorada, a finales de los años 80, Escobar Giraldo escribió el cuento Al regreso, con el que ganó la primera edición del Concurso de Cuento Breve Ciudad de Samaná. "Una historia que escribí para una bacterióloga con quien estaba saliendo en el hospital", comenta el autor.
No hay mucha diferencia entre ese cuento y el de ahora, pero están escritos para dos públicos diferentes. “Cuando uno escribe para niños y para jóvenes los parámetros cambian, hay menos juegos literarios, uno es más cuidadoso con el vocabulario por lo que se utilizan expresiones y palabras que estén un poco más al alcance de alguien que no tiene experiencia con el idioma. Se intenta balancear, de un lado que el niño pueda leer fácilmente, pero que también se acerque al diccionario o a Google, que la comprensión sea sencilla por eso la estructura es un poco más lineal”, señala Octavio.
Agrega: "cuando concebí que el cuento se iba a convertir en un texto para niños, entró la dimensión lúdica. En esta edición hay más imaginación y unos personajes adicionales".
En cuanto al príncipe en ambos cuentos "es un personaje que se va en busca de otra cosa y al cabo de los años añora lo que abandonó. Es un poco lo que nos ocurre muchas veces a todos, queremos alcanzar algo y cuando lo hacemos, descubrimos que nos satisfacía más lo que teníamos. Ese propósito estaba en el primer cuento y en este, y me parece muy curioso que los niños lo entienden muy bien, al igual del hecho que al final del cuento, aunque sea de una manera muy velada, aparezca el tema de la muerte", añadió Octavio.
Primer libro infantil
Octavio Escobar presentó El viaje del príncipe en la pasada Feria del Libro de Bogotá junto a Olga Cuéllar, en el stand de Panamericana. "Siempre me he entendido muy bien con los niños, pero nunca me había planteado escribir para ellos. La inquietud surgió porque en los últimos años he tenido un mayor contacto con escritores de literatura infantil, como Triunfo Arciniégas e Irene Vasco. Empecé a escucharlos hablar de su trabajo, qué características tenían los libros que a ellos les parecían valiosos para niños y comencé a aprender, y pensé que la literatura infantil podía ser una faceta para trabajar. Me interesa sobre todo hacia el futuro porque si bien la mayoría de la gente cree que los escritores vamos madurando y vamos a escribir cada vez mejor, no estoy tan convencido. Creo que así como las capacidades físicas decrecen con el paso de los años, las mentales, también. Pienso que cada vez será más difícil mantener en la cabeza un material que ocupará 200 o 300 páginas. En cambio la literatura infantil y la juvenil son materiales más breves y creo que es algo con lo que voy a trabajar mucho mejor”.
Un libro álbum
El viaje del príncipe está ilustrado por Olga Cuéllar. "Es una de las grandes ilustradoras colombianas y una persona de mucha experiencia", señala Octavio Escobar, quien agrega: "ella propuso unas ilustraciones, le trazó un perfil al protagonista y entre los dos decidimos cuáles iban. Fue muy enriquecedor trabajar con ella, ha sido muy placentero el proceso de aprender de escritores de literatura infantil y juvenil, y de trabajar con ilustradores porque es otra visión de la literatura".
Esta obra desde un principio fue planteada como un libro álbum. "Ha sido muy bonito ver a los niños leyéndolo, mirando las ilustraciones y comparando. Los niños tienen otra forma de abordar el libro y la ilustración es muy importante. En este momento creo que no me plantearía escribir un libro para niños que no fuera ilustrado".
El autor añade que "la recepción del libro ha sido increíble. En la pasada Feria del Libro de Bogotá fue uno de los mejor vendidos en el pabellón de Panamericana. He estado en dos o tres colegios y los niños están muy contentos. Además, con una característica que me gusta mucho y es que los padres o las personas que leen el libro con los niños encuentran de qué hablar con ellos, encuentran que en el libro hay unas ideas, que en él se discuten unos temas que el niño entiende, entonces se crea una interacción que me parece maravillosa. También, me parece interesante que los niños tengan una especie de disputa con el libro, que entren en una relación de querer aportar algo con relación, por ejemplo, a las ilustraciones”.
En el futuro
Al hablar del futuro Octavio Escobar dice que tal vez no vuelva al cuento. "Creo que no es una decisión mía, creo que el cuento me dejó. El cuento requiere una intensidad y de un cierto trabajo técnico cercano al truco que en este momento me daría dificultad porque desconfío de hacerlo. No quiero generar ese tipo de expectativas en el lector". Sin embargo, comenta que al final de año saldrá en España un libro con los últimos cuentos que ha escrito, algunos inéditos, otros que le han pedido para revistas y algunos que "en determinado momento los escribí y los dejé ahí".
Para contarles un poco la colonización antioqueña a los niños, Octavio Escobar estaría dispuesto a adaptar algunos episodios de su obra 1851, con un contexto que sea más fácil para ellos.
En el futuro de Escobar Giraldo habrá más textos infantiles y eventualmente, novelas juveniles, además de un proyecto que tiene que ver con Manizales, un nuevo libro de poesía y otras dos novelas, que según él, serán las últimas.
Olga Cuéllar
Nació en Ipiales (Nariño). Autora e ilustradora de libros infantiles. Ha recibido reconocimientos nacionales e internacionales. Entre sus libros están: Las pesadillas de las brujas, Escondidas y Los animales me enseñan.
Olga señala que los ilustradores son también autores porque las imágenes tienen la misma importancia que el texto en un libro álbum.
Su trabajo se inicia con bocetos que le propone al escritor, y si este está de acuerdo continúa con los artes finales. "Lo ideal es que haya confianza en el interpretación del ilustrador".
Para el libro El viaje del príncipe hizo los dibujos a mano con lápiz, pincel y ecolines, pero hay veces que hace el color en el computador. "Aunque los niños ahora en las ciudades tengan dispositivos digitales, el encanto del libro de papel no se pierde y menos en los niños del campo o donde no hay luz eléctrica", comenta.
Foto | Archivo | LA PATRIA
Octavio Escobar Giraldo señala que "cuando se habla de literatura infantil hay una discusión entre los que dicen que hay que utilizar un vocabulario sencillo y los que dicen que si no se utiliza uno más amplio cómo van ellos a aprender vocabulario".
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