Dylanpedia en Manizales

ADMIRADOR DE LA VIDA DE BOB DYLAN

Laura Barrios Q

LA PATRIA | Manizales

En el quinto piso de un edificio de Manizales, un hombre emocionado saca de su biblioteca libros, vinilos, videos y CD de Bob Dylan que ha coleccionado por años. Es Alberto Castro, profesor de la facultad de derecho de la Universidad de Caldas. La emoción: el Nobel de Literatura que el artista acaba de ganar.

Al abrir la puerta, dos guitarras acompañan a Alberto. Una cuelga de su cuello. La otra reúne todas sus llaves. Desde hace 50 años es amante del rock. Ha adecuado una habitación de su apartamento en la que rinde tributo a sus ídolos. De esquina a esquina una estantería alberga obras que considera valiosas, sobre las paredes se ven colgados cuadros que durante décadas ha ido adquiriendo, algunas figuras de colección ubicadas en los pequeños rincones. “Todo esto me ha costado millones”, afirma.

Como si se tratara de su propia historia, porque la conoce a la perfección, narra con detalle la vida del artista: nació en Minnesota, es de padres judíos. Su verdadero nombre es Robert Allen Zimmerman, su nombre artístico está relacionado con el poeta Dylan Thomas. En 1961 empieza a cantar folk en tabernas estadounidenses, estudió Español, ha sido activista político, apoyó la lucha de Martín Luther King para defender los derechos de las comunidades afroamericanas, gran lector, amante de las motos, opositor de la guerra. En 1965 incursiona en el rock con un grupo llamado The Band. Alberto podría ser una 'Dylanpedia'.

Coleccionando

150 acetatos, 45 CD y unos cuantos videos y libros del artista, que exhibe sobre los muebles de la habitación, forman su colección. “Conocí a Dylan en 1971, junto a un amigo al que le habían traído un disco de EE.UU.”, cuenta mientras recuerda con exactitud la fecha en la que compró su primer álbum: 1973.

Solo le faltan dos piezas para completar la discografía de Bob Dylan, tiene en su poder el primero, y hasta un CD que lleva apenas meses en el mercado. Tiene claro por qué es su ídolo. En Dylan se reúnen sus grandes pasiones: “La literatura y la poesía en las letras de sus canciones, y por el lado del derecho, la defensa de los débiles y la preocupación por las desigualdades sociales, Bob es un rebelde con causa”, explica Alberto. Agrega: “Cuando uno selecciona para su vida espiritual un artista, es porque en el fondo se identifica con su carácter, con su forma de ver la vida”.

Historias hechas canciones

“La magia de las canciones de Dylan es que todas narran hechos reales; generales o precisos”, manifiesta Alberto mientras se prepara para explicar, con libros en manos, dos canciones: The Lonesome Death of Hattie Carroll (La muerte solitaria de Hattie Carroll) y Hurricane (Huracán)

En palabras de Castro: “Estas canciones reflejan el espíritu justiciero de Bob, él buscó los expedientes, investigó y estas canciones sirvieron para hallar culpables e inocentes, para que la gente no olvidara. Dylan fue en Estados Unidos un pionero del socialismo”.

Huracán: La letra habla sobre el boxeador negro Rubin Carter y de un triple asesinato ocurrido en Nueva Jersey en 1966. Fue condenado a cuatro cadenas perpetuas. En las calles la gente comentaba que era injusta la condena, pues el caso carecía de evidencias, por lo que Bob visitó al boxeador en la cárcel. Después de hablar con él decidió escribir la canción, que recaudó fondos e hizo la publicidad necesaria para ayudar a Carter con nuevas acciones legales para quedar en libertad.

La muerte solitaria de Hattie Carroll: La canción fue escrita por Dylan en un restaurante, después del asesinato de una camarera de raza negra. Era una afirmación de la realidad social de esa época en EE.UU.: “Blancos y negros pertenecían a mundos diferentes en los cuales los blancos llevaban siempre las de ganar, la justicia estaba de su lado”.

El Nobel

Ayer se despertó y no pudo contener su emoción cuando en televisión nacional vio la noticia. El recorrido de Alberto por la vida de Dylan no deja a un lado el hecho que hizo que hoy sacará sus discos y libros. “Lo que más asombró al jurado fue su obra Crónicas, una autobiografía escrita con todo el rigor de un escritor formado. Posteriormente el estudio detallado de sus aproximadamente 850 canciones”, afirma, mientras apoya la decisión tomada en Suecia: “El premio se lo han entregado antes a personas que han escrito mucho menos que él, se lo merece”, agrega.

Alberto Castro: No sé si admiro más a Bob Dylan como escritor, como cantante o como persona.

Su canción favorita

Parado frente a su televisor ve atentamente al artista interpretar Like a Rolling Stone (Como una piedra rodada). Su canción favorita. Refleja la realidad de una joven de alta sociedad que termina sumergida en las drogas, a Alberto la manera simple de contar una realidad tan cruda lo deja sin palabras.

Frase favorita de Dylan

“Nadie es libre, hasta los pájaros están encadenados al cielo”.