LA PATRIA | MANIZALES
Entre unos 300 asistentes al almuerzo de celebración por los 95 años de LA PATRIA, en el Recinto del Pensamiento, había una invitada especial, doña Julia Betancurt, de 89 años, quien no ha dejado de leer el periódico a diario en por lo menos 30 años.
Su esposo, Roberto Idárraga García, ya fallecido, primero compraba el diario en expendios. Unos años después en 1996, su viejo, como lo llamaba doña Julia, decidió suscribirse. Desde entonces a diario le llega LA PATRIA a la casa, “De eso hace ya como 30 años, y desde entonces no dejo de leerla”.
Afirma que lo primero que lee son los indicadores económicos, en especial el precio del café porque sus hijos tienen pequeñas fincas cafeteras. “Ahora está muy bueno el precio. A veces, cuando está muy rebajado, le da a uno un desconsuelo. También me gusta saber las personas que mueren, y cuando hay cosas importantes”.
Doña Julia tuvo 14 hijos y su familia la conforman además 30 nietos y 10 bisnietos, el 11 viene en camino. Es la abuela de la exalcaldesa de Neira, Cristina Otálvaro Idárraga, quien le escribió una carta al director de LA PATRIA, Nicolás Restrepo Escobar, contándole las anécdotas familiares con el periódico.
“El lunes Santo de 1997, el abuelo, muy delicado de salud, tenía el periódico doblado a la altura de sus pies. Visité su habitación y me preguntó: ¿qué anuncia ese gran titular?, le contesté: Adiós a un patriarca. ¿Quién falleció?, me preguntó de nuevo. El doctor Ernesto Gutiérrez Arango. Su tercera pregunta fue: ¿El de los toros? Sí abuelito. Justo después noté que la noticia lo había dejado muy pensativo. Desde ese día no volvió a leer el diario. Al lunes siguiente, después de Resurrección, murió otro patriarca: mi abuelo. Su último carnet de suscriptor lo guarda mi abuela entre sus cosas personales”.
“Suena el teléfono en mi casa y detrás del auricular mi abuela me dice: vení para que leás lo que salió en el periódico de hoy ¡estoy tan aburrida! ¿Qué pasó abuelita?, pues que renunció el papa Benedicto XVI ¡Esto es como el fin del mundo! Le dije, sonriendo un poco, que eso no podría ser cierto, pero me insistió que fuera a leer. Pasaron días y semanas en los que ella expresaba su tristeza por la noticia, además de que afirmaba que tener dos papas vivos era como ¡el fin del mundo!”.
Doña Julia fue invitada con su nieta al almuerzo de los 95 años el pasado martes. Allí dijo que le parecía muy bien haber llegado a este tiempo haciendo periódico. “Con él la gente se informa de todo lo que va pasando en la ciudad, en el país y en otros países”.
Esta abuela caldense tiene la costumbre de recortar las noticias que más le llaman la atención y guardarlas para mostrárselas a familiares y amigas. “Ahí tengo todo lo de un incendio en Neira, un almacén, y por el que se quemaron dos casas. También cuando ese curita mató a la mujer en Pereira, ayyy, qué horrible... y cosas así. Me gusta guardar los recortes, pero los hijos me dicen: ¿para qué guarda eso? Yo les contesto que de recuerdo, para mostrarles a ustedes”.
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