Bioseguridad: la clave son las prendas de vestir

Darío Augusto Cardona S

LA PATRIA | Manizales

La preocupación de las personas por protegerse del contagio de la covid-19 hizo surgir una nueva moda en el vestir. Esta comenzó con el tapabocas.

La responsabilidad que se ha visto en otras épocas con distintas enfermedades ha dejado experiencias para ser más cuidadosos durante esta pandemia.

Hay profesiones que están más expuestas a la enfermedad como la rama de la salud y los equipos de emergencias que implementaron medidas para el uso de prendas que los prevengan de un contagio.

Las peluquerías son una actividad autorizada para abrir en la reactivación económica. Los dueños de Blondie lo han hecho con los cuidados necesarios para su clientela y trabajadores dotándolos de tapabocas, caretas, guantes y delantales antifluidos.

Los vigilantes en este tiempo han trabajado siguiendo los protocolos de bioseguridad.

Un centro comercial dotó con elementos de protección a sus empleados con caretas, guantes y tapabocas. Además, implementó un estricto control al ingreso de sus cliente de acuerdo con las normas establecidas por el Estado.

Para dar confianza a sus clientes una ferretería de la ciudad vistió a sus trabajadores con prendas con el fin de prevenir el contagio de la covid-19.

La operación comercial de esta oftalmología que vende gafas recetadas también optó por el cuidado de sus trabajadores.

La odontología es de las profesiones que más protocolos tiene para su seguridad y el de sus pacientes, comenzando por el esquema de vacunación. Hoy estos profesionales trabajan con vestidos enterizos antifluidos, gafas, careta, guantes y gorras para el cabello.