LA PATRIA | Manizales
La crítica que planteó el torero manizaleño Guillermo Perla Ruiz el martes pasado, durante el conversatorio taurino organizado por LA PATRIA, es clara y sensata: Los taurinos han tropezado porque no se han organizado y han estado dispersos. Pero toca otro aspecto quizás más preocupante: El temor que genera dejar en manos de políticos el futuro de la fiesta brava cuando hay elecciones venideras.
El futuro no es prometedor para los amantes a la fiesta del toro, pero la lucha no está perdida. Por ello, entre las voces estuvieron quienes defendieron la pedagogía y la integración para proteger la tauromaquia.
El ya retirado subalterno insistió en que es injusto que se les llame criminales, cuando han dado una lucha solidaria por largos años. Reiteró la grandeza del toro del lidia y la historia de la tauromaquia en España y América para desmentir teorías antitaurinas.
El ganadero se mostró confiado al señalar que dentro de sus cálculos “no está el éxito de los prohibicionistas” y aseguró que quienes buscan establecer sus creencias por medio de la agresión padecen de “autismo absoluto”. Sostuvo que es necesario un diseño de estrategias mediáticas para contrastar mentiras, convertidas en falsas verdades por su constante repetición en la sociedad. Puntualizó que el toro de lidia no sirve ni para dar leche, ni para dar carne, por lo que su fin está en el toreo.
Este veterano aficionado y actual presidente de la Plaza de Toros de Manizales resaltó el éxito del tendido joven como propuesta de mercadeo y expansión de la cultura taurina. Fue enfático al sostener que son los jóvenes con asistencias como las del 2016 y 2017 quienes garantizarán la continuidad de la fiesta.
La batalla por la juridicidad no protegerá más a los taurinos y por lo pronto la lucha debe ser política. Esa es la conclusión de este abogado y aficionado quien alertó por la creación de un nuevo tipo penal por la Corte Constitucional. Con facsímiles en mano de la década de 1990, comentó que esta lucha no comenzó hace poco, por lo que pidió a los taurinos unirse para hacerse oír en el Congreso y recuperar su voz entre los legisladores.
El gerente de Cormanizales se muestra optimista. Luego de exponer los números que evidencian la importancia de la tauromaquia para la economía manizaleña y ferial, comentó que por la vía jurídica se defenderán. Aseguró que en enero del 2018 habrá feria taurina y que “será muy buena”.
Entre las preocupaciones que expone el matador local está el interés de muchos políticos capitalinos por cercenar la naturaleza de la fiesta brava, por lo que apuesta a la unión de jóvenes, toreros, ganaderos y empresarios.
Como miembro de la peña Tauro Joven Manizales mencionó el avance que ha tenido este grupo en estrategias mediáticas para desmentir las versiones de antitaurinos. Fue incisivo en buscar a quienes quieran escucharlos para aclarar dudas.
Este estudiante de derecho dijo que la Corte Constitucional “se lavó las manos”, permitiendo así que continúen los insultos contra los taurinos. Confesó estar cansado por la ignorancia que se ha impuesto con los años alrededor del mundo del toro e insistió en que los animales no son seres sujetos de derechos.
El eje de la decisión de la Corte Constitucional es claro: el Congreso, al crear el delito de maltrato animal, excluyó del mismo en un parágrafo que remite al estatuto animal de 1989 y, con esto, por técnica, desconoció un fallo del 2010 de la Corte, en el que ordenaba que se redujera el dolor y el sufrimiento de los animales que se utilizan en estas actividades, entre otros.
Este hecho, en palabras de la Corte, "genera un déficit de protección constitucional hacia los animales. Ello por cuanto la remisión normativa se realizó en forma genérica y desatendiendo los lineamientos que con anterioridad fueron fijados por este Tribunal".
La Corte cuestionó, en últimas, que el Congreso excluyera las corridas de toros del delito de maltrato animal de manera genérica "desprotegiendo a los animales de forma irrazonable y desproporcionada".
La Corporación reseñó otras decisiones en las cuales se prohibieron los tratos crueles, se reconocieron los valores intrínsecos de la naturaleza y se tiene en cuenta que los animales son seres sintientes que necesitan protección.
Ahora bien, ¿por qué la Corte dio dos años al Congreso para legislar? Porque al penalizar de una vez las corridas se afectaban los derechos de las personas que dependen de estas actividades. Pero, eso sí, si el Congreso no legisla, la tauromaquia quedará penalizada.
*Información de Colprensa
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015