
LA PATRIA | Manizales
La arena. El albero. El ruedo. Ese mítico lugar donde nace la lidia y se forjan historias también es lugar de hondas frustraciones y casos indescriptibles de rabia y bronca. Bien se sabe, en el arte de la tauromaquia se confeccionan en cada tarde cuadros enteros de gloria o llanto. Eso pasó en Madrid el pasado sábado 27 de mayo.
El joven Francisco José Espada sufrió una espeluznante voltereta en el toro de su confirmación de alternativa en Las Ventas, que lo dejó noqueado en el ruedo, por lo que los médicos lo remitieron a un centro hospitalario para hacerle una exploración.
Espada, de 23 años, no sufrió ninguna cornada, pero sí un "traumatismo craneoencefálico severo con pérdida de conocimiento de alrededor de cinco minutos y contusión facial, sin pérdida de movilidad en ninguna extremidad", según el dictamen.
El percance se presentó cuando Espada entró a matar por segunda vez al toro que abría la tarde en Las Ventas. El astado lo encunó entre los pitones, despidiéndolo violentamente contra el suelo, y, una vez tendido sobre la arena, le pasó por encima propinándole varios golpes en la cabeza con las pezuñas.
Debido al percance, el festejo quedó en un improvisado mano a mano entre el mexicano Joselito Adame, que hizo su primer paseíllo este año en Madrid, y Ginés Marín, que regresó a la plaza de la que salió a hombros dos días antes.
Lo que vino después con Joselito Adame encogió el corazón de la plaza madrileña y de los taurinos del mundo. Este mexicano, sacando el tremendismo del toreo azteca, al entrar a matar, decidió prescindir de la muleta. De inmediato, Las Ventas cayó en una emoción que rayaba con el pavor. Con su mano izquierda, como si fuese un péndulo, Adame captó la atención del astado. Fue directo a él y clavó la espada hasta la empuñadura. Sin embargo, el pitón derecho del animal lo capturó y lo elevó, pero el mexicano logró escapar. En medio de su huida, resbaló y el toro, más muerto que vivo, lo atropelló, muriendo sobre él, escena que parece sacada de un manual de desafíos al fuego de la muerte. Una oreja logró el mexicano.
*Con información de EFE
Un episodio similar al de Francisco José Espada se vivió en Manizales en la tercera corrida de la temporada de este 2017. El novillero cucuteño Juan Viriato fue embestido apenas cuando comenzaba la tarde generándole una lesión vertebral que le impidió tomar la alternativa. En una accidentada tarde, hubo un mano a mano entre Andrés Roca Rey y Sebastián Castella.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015