LA PATRIA | Manizales
La tarde del 12 de junio partió el año taurino del matador manizaleño José Arcila. Esa jornada, en el redondel de Arenas de San Juan de la comunidad española de Castilla-LaMancha, el caldense cortó el primer rabo de su historia en plazas ibéricas. Eso sí, Arcila no paró de crecer como torero luego de un año que comenzó con alegrías inmensas en su propia tierra. Es la historia de un torero que con sacrificios honestos logra disfrutar prudentemente de la dicha del triunfo.
Dio la vuelta al ruedo en su primero de la tarde del miércoles 4 de enero. Demostró todo su aprendizaje en España y por qué tiene un espíritu hondo para torear ceñido, con recurso y arrojo. Las gaoneras con las que hizo vibrar los tendidos de la plaza manizaleña no serán olvidadas por sus amigos y aficionados que le acompañaron esa tarde. Así se configuró un excepcional comienzo de año. Tres semanas después estaba de vuelta en España toreando en Ajalvir, la primera corrida del año en tierras ibéricas.
A pesar de los progresos evidentes en su torear, el fallecimiento repentino del matador Iván Fandiño en la tarde del 17 de junio le conmovió hasta lo más profundo. “Nos afectó a todos los que nos vestimos de luces y estamos delante de un toro. Remontar esas sensaciones que tenía en el cuerpo durante la temporada fue muy complicado, pero pude rendirle un homenaje a Iván a través de mis triunfos”, relató José.
Guarda en su memoria la corrida de enero pasado en Manizales y asegura que fue un “mar de sentimientos increíbles”. Sabe que en los tendidos tiene seres queridos que esperan de su torear el mejor de los triunfos. “Fue una tarde bonita, de mucha responsabilidad. Gracias a Dios llegué muy tranquilo y confiando muchísimo en mi tauromaquia. Fue tremendo sentir el afecto de la afición de Manizales”, comentó.
Para los toreros que arman su fama en franca lid siempre habrá una angustia: las contrataciones. El quid no está en el número de plazas o la cantidad de festejos, sino en encontrar una corrida que pueda ser la catalizadora de reconocimientos y experiencias. “Con los triunfos que tuve el año pasado dejé una buena carta de presentación y las empresas siguieron confiando en mí. Lo que más me ha servido son las ganas de dejar a Manizales y Colombia en lo más alto”, explicó el torero local.
Entre sus retos esboza que debe buscar torear “mejor”, con un manejo óptimo de los tiempos y configurando un estilo. “En eso hemos ahondado en la preparación. Busco que se pueda ver en mí un toreo proyectado y profundo”, dijo.
Arcila comienza el año en Manizales y por eso sostuvo que ese día “va a marcar un antes y después del 2018”. Sin embargo, la meta del torero manizaleño será buscar confirmar su alternativa en la Plaza de Las Ventas de Madrid (España), lo que le daría “el plus” que, dice, necesita su carrera ahora.
“Fue un sueño realizado que me ha costado mucho trabajo y que viví con mucha intensidad. Tardé varios días en analizarlo y creerlo... ¡Un torero manizaleño cortando un rabo en España! Lo he vivido como un premio al sacrificio que he hecho durante toda mi vida. Es un paso más”.
“Es una oportunidad enorme volver a Manizales. Aún tengo mucho por ganar, porque estoy en una etapa de crecimiento e ilusión muy bella. Es una tarde para darlo todo en la plaza y creo que Manizales se va a encontrar de nuevo con su torero, uno valiente, que tiene mucho que demostrar y que nunca los va a hacer quedar mal. Espero que la afición me pueda acompañar y no debe quedar duda de ello porque daré todo de mí”.
José Arcila alternará en la tarde del viernes 12 de enero del 2018 con el francés Sebastián Castella y el peruano Andrés Roca Rey ante toros de Juan Bernardo Caicedo.
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