LISET ESPINOZA
LA PATRIA | MANIZALES
Quienes pasaron por la Escuela de Comunicación Social y Periodismo de la Universidad de Manizales recuerdan al profesor Adalberto Zuluaga Ramírez. El tono de voz que utilizaba para narrar las noticias hacía que los estudiantes se sumergieran en el mundo de la radiodifusión.
Después de padecer graves quebrantos de salud, su voz se apagó el pasado domingo. A las 10:00 de la mañana de ayer se realizaron sus exequias en Jardines de la Esperanza.
Jhon Freddy Franco, director de Alerta Manizales, lo recuerda como gran maestro y periodista, como un hombre riguroso, disciplinado, respetuoso del idioma español y con gran riqueza del mismo.
"Tuve la suerte y la fortuna de haber trabajado con Adalberto. Llegué a Caracol en 1998 y entre 1999 y 2000 formé parte del noticiero. Le encantaba la improvisación y fue el primer personaje de la radio que me corrigió una noticia y con él fue constante el aprendizaje", dijo.
Lina López, egresada del programa y jefe de prensa de Inficaldas, fue su alumna. "Adalberto era un gran ser humano, siempre estaba pendiente de uno, nos regalaba su conocimiento y nos ayudaba de todas las maneras para ser mejores. En la parte profesional cuando cometía algún error sabía cómo corregirme y me decía: recuerda que esto es así".
Como docente a Adalberto le gustaba llevar a sus alumnos a su lugar de trabajo en Caracol Radio para que vieran en vivo y en directo como era una emisión de noticias. Antes de su paso por ese medio de comunicación, empezó como locutor en La Voz de los Fundadores, luego pasó a Radio Sintonía a leer noticias, a RCN, UNE y Telecafé. En este último tuvo un programa de entrevistas denominado Enfoques. Tenía un interés especial por la divulagación científica.
Soñador
En el Edificio Don Pedro, el reconocido periodista Duván Marín compartió cabina durante 20 años con Adalberto en Caracol Radio. "Llegó como locutor. Con el tiempo se convirtió en el asesor de los ejecutivos de venta en lo relacionado con redacción de textos comerciales e incluso grabó con su voz algunos de ellos", comentó.
Añadió que poco a poco hizo parte del noticiero, que tenía una duración de dos horas, redactaba noticias, intervenía en las mismas, hacía informes nacionales y cuestionaba a los personajes invitados en cabina o telefónicamente.
Según Duván, Adalberto era un soñador. Por ejemplo, recordó cuando se inventó el Festival del Aire durante una Feria de Manizales o un desfile de tractomulas logrando reunir a por lo menos 50 de estas y haciéndolo durante dos años con grandes patrocinadores que recorrían la ciudad desde Milán hasta Chipre.
"Se le ocurrían muchas ideas. Invitó a varias pilotos aficionados del ultraliviano y se consiguió permisos con la Aeronáutica Civil y demás autoridades para llevar gente al aeropuerto La Nubia y vivir un vuelo en ultraliviano por Manizales, fue un espectáculo. Otras no las pudo llevar a cabo por falta de permisos y pólizas, como un festival de aire, pero en globos y un festival de escalada en grandes edificios de la ciudad".
Entre esas ideas innovadoras está la creación del programa de Comunicación en Radio y Televisión. La propuesta se la hizo al entonces retor de la Universidad de Caldas Bernardo Rivera, quien le tomó la palabra en 1997 y al año siguiente entraron los primeros estudiantes. "Por lo menos cuatro promociones lograron salir, porque desconozco los motivos que tuvo la universidad para parar el programa, pero varios de los que pasaron por ahí están empleados en medios", anotó Marín.
Otras facetas
La música también hizo parte de su vida, aunque nunca la estudió profesionalmente. En una entrevista que concedió a LA PATRIA en el 2015 manifestó: "Cantar es un placer, eleva el espíritu y hace que la vibración que produce escuchar buena música y una buena voz permita que mucha gente tenga momentos gratos. Esos han sido los mejores pagos por hacerlo".
Era un fanático de Nino Bravo y de la música clásica. Ofreció conciertos en la Catedral Basílica, uno de ellos en compañía de su amigo el organista Luis Enrique García, organizado por la Sociedad de Mejoras Públicas de Manizales para exaltar el valor cultural y artístico que la Arquidiócesis.
Sus hermanos también se inclinaron por lo que le gustó a Adalberto en vida. Rubén Darío optó por la radio, mientras que Víctor Manuel eligió la música y artísticamente se hace llamar Romeo Zannetti. En honor a su hermano publicó en su red social de Facebook el tema Cuando un amigo se va, de Alberto Cortez.
En Facebook
Nicolás Obando Ossa
"Tuve el inmenso honor de cruzar mi camino con el de este hombre, inteligente y gran profesional. Sin embrago, sus mayores cualidades fueron su sencillez, carisma y esa manera (que pocos grandes poseen) de tratar a los demás, de corregir y de enseñar entre chiste y risa. Paz en su tumba Adalberto Zuluaga Ramírez. Gracias por los cafés, las charlas y los consejos.
Diego Mariño Hernández
"Adiós, maestro. Solo me quedan los mejores recuerdos tuyos, las charlas extensas, las clases de locución e improvisación, además de tu perseverancia en todo. Fuiste más que un periodista, locutor y docente visionario. Gracias a ti hice realidad mi sueño de ser comunicador, fuimos muchos los que creímos en ti y logramos terminar nuestras carreras profesionales en el programa de radio y televisión que alguna vez existió en la Universidad de Caldas. Haber creído en ti me cambió la vida para siempre".
Mauricio A Gallego G
"Fue mi profe de radio, locución e improvisación. Compartió con varias generaciones su técnica de imágenes mentales, que muchos usamos en nuestra carrera. A su alma, paz eterna; a sus familiares y amigos, consuelo y fortaleza.
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