Luis Felipe Molina

LA PATRIA | MANIZALES

Los candidatos por Caldas al Congreso de la República todavía no usan efectivamente las herramientas que les ofrecen las redes sociales y multimediales. No todos los inscritos dejan estos recursos de lado, pero su manejo de Twitter y Facebook es limitado.

Un muestreo que hizo LA PATRIA hasta el pasado miércoles por las cuentas de aspirantes inscritos para las elecciones del 9 de marzo concluyó que solo 23 de los 35 caldenses a la Cámara de Representantes, sin incluir los de la circunscripción indígena, tienen una cuenta en Twitter. Algunos poseen perfil en Facebook, otros una cuenta pública y unos ni aparecen en el mapa de las redes sociales. Los ocho aspirantes al Senado sí poseen perfiles públicos en ambos sitios.

Aunque ya existen nuevos sitios web para compartir contenidos sociales como Instagram, Pinterest, YouTube, Google+ y Foursquare, el concepto de ciberpolítica sigue crudo en el escenario regional.

A la delantera

El discurso político de unos candidatos les hace llevar la delantera, además de aprovechar el engranaje de colores y propuestas visuales. La diferencia más clara está en el uso de Twitter entre los candidatos al Senado de la República.

Jorge Enrique Robledo (@JERobledo), del Polo, encabezaba esta semana a sus homólogos en tuits y seguidores. Le sigue Mauricio Lizcano (@MauricioLizcano), de La U.

Juan Pablo Fernández, que hace parte del equipo de comunicaciones de Robledo, afirma que “la estrategia más importante es la generación constante de contenidos que sean útiles para la gente”, no solo con la agenda política del candidato, sino aprovechando temas coyunturales para generar debates. Resalta que Colombia es uno de los 10 países del mundo con mayor penetración de Twitter.

Al otro lado, la candidata por el Partido Liberal, Adriana Franco (@afrancocastano), solo había tuiteado 113 veces desde que creó su cuenta el 28 de agosto del 2012.

Si se suma el total de seguidores se observa que los ocho aspirantes al Senado agrupaban 180.218 seguidores y sin Jorge Enrique Robledo -nació en Ibagué, pero es de trayectoria caldense-, los siete restantes apenas llegan a 15.132 seguidores.

Entre los candidatos a la Cámara se destaca la cuenta del presidente de esa corporación, Hernán Penagos (@HernanPenagos), de la U, que trina en promedio 35 veces al día. En su perfil publica imágenes y enlaces de la campaña.

No son suficientes

Germán Medina Olarte, publicista de la Universidad Jorge Tadeo Lozano y director una firma consultora en marketing político, hace hincapié en que las campañas en Colombia no se estructuran como elementos que vendan ideales políticos.

“La gente no va y busca al político, sino que es él quien debe buscar a los electores”. Agrega que aunque hay campañas que desarrollan bien sus plataformas sociales, mientras no tengan el poder de convocatoria fuera de ellas se pueden quedar cortas en su alcance político.

El experto especifica que Twitter es un medio que atrae a la población, pues allí se discuten temas y se puede interactuar con el candidato -teniendo en cuenta que la administración de los cuentas está entre los jefes de prensa y los de campaña-.

Añade que no pueden dejarse de lado cinco pilares para que una campaña surta efecto. Debe existir una hoja de vida decente, es decir, que no muestre tachas en su vida pública; tener una propuesta firme y fundamentada que interpele emotivamente al elector y éste se sienta identificado con lo que le plantean, y que los mensajes motiven a votar.

Los descuidos

De ahí que la creación de un perfil de campaña no deba ser un acto mecánico, por solo aparecer, sino que se aproveche como una herramienta clara para la retroalimentación, advierte Medina. Cuando esto no se hace, se corre el riesgo de descuidar esos espacios y cometer errores.

Por ejemplo, el candidato a la Cámara William Oliveros (@WiliammOliveros), de la U, tiene una cuenta bloqueada en Twitter para la lectura pública, lo que le cierra puertas para potenciales seguidores que no están dispuestos a esperar la aprobación.

José Fernando Mancera (@CamaraMANCERA), candidato a la Cámara por el Partido Liberal, ha dejado activas cuentas de elecciones pasadas, como la de su aspiración a la Alcaldía de Manizales en el 2012. Mónica Giraldo, aspirante a esa corporación por el Partido Conservador, aún mantiene el perfil que usó para las pasadas elecciones al Concejo de Manizales.

La candidata al Senado Amparo Sánchez(@ampisan1), también del Conservador, no había emitido el primer tuit, aunque la cuenta se registró en abril del 2013, y la aspirante por el MIRA, Teresa Ortiz (TereOrtizMIRA), tiene su cuenta suspendida, sin que Twitter explique las causas.

Los recursos de Facebook también se desaprovechan. La mayoría de aspirantes tiene sus perfiles personales como cuenta proselitista, en lugar de crear una página pública que permita una fácil entrada a los usuarios. El acceso a la información es restringido en estos casos, pues es necesaria una petición de amistad.

Se puede concluir, entonces, que más de la mitad de candidatos por Caldas se rajan en el uso de redes sociales durante la campaña electoral, pues desaprovechan el contacto mediático que ofrecen estas plataformas.

Casi invisibles

Los miembros de la Alianza Verde son los más ausentes en el pulso de las redes sociales. Solo Sandra Lorena Gutiérrez tiene perfil tanto en Twitter como en Facebook. Jorge Iván Gómez tiene perfil personal en Facebook y Jaime Alberto Osorio abrió su página pública el miércoles pasado.