MARTHA LUCÍA GÓMEZ
LA PATRIA | MANIZALES
Causa escozor el solo hecho de recordar que hace dos años en Manizales había que salir a hacer una larga fila o caminar extensos trayectos, con baldes, porrones, tarros y todo objeto que no dejara salir una gota de agua para tener con qué bañarse, limpiar los sanitarios y asear un poco el hogar.
Se trataba de conseguir el mínimo vital, ese que necesita el ser humano para sostenerse. Ayer se cumplieron dos años del nefasto 19 de octubre del 2011, cuando una avalancha se llevó las tuberías que conducían agua desde la Planta Luis Prieto Gómez, en la vereda Gallinazo de Villamaría, y dejó sin agua a toda la ciudad durante 17 días.
Ese tiempo se sumó, el 6 de diciembre de ese año, a otros 13 días más sin agua en buena parte de Manizales, en los que producto de otra avalancha en el mismo sitio, pero más grande, se llevó los tubos que Aguas de Manizales había instalado y elevado en Gallinazo.
Cambios
Esto sirvió para medirles el aceite a los pobladores, que con entereza vivieron esos momentos aciagos por falta del vital servicio. Sin embargo, cosas muy positivas quedaron de ese tiempo en que Manizales estuvo sin agua. Sandra Milena Muñoz asegura que aprendió a que hay que cuidarla más, en esto coincide con su mamá, María Rosalba Granada, quienes viven en la Ciudadela del Norte. Después del 2011 pusieron en práctica lo que también hacen en muchos otros barrios de diferentes estratos de la ciudad: el agua que queda del ciclo de la lavadora se pone a desaguar a un balde o caneca y se utiliza para trapear pisos o para el funcionamiento de sanitarios.
También dicen que se volvió famosa la botella llena de agua en los tanques grandes de los sanitarios y que en las casas se conserven canecas, porrones y baldes, como herencia de la emergencia, pero que se convierten en aliados a la hora de una suspensión por daños en el acueducto.
Liliana Sánchez, del barrio Laureles, habla de que casi que se erradicó la lavada de fachadas de viviendas y de carros con agua potable, todo a raíz de los días sin agua.
Según un empleado del hotel Las Colinas ese tiempo fue duro para todo el mundo, hasta para ellos que cuentan con tanques de abastecimiento y tienen dispositivos de ahorro en sanitarios, baños y cocinas. La ausencia de agua los obligó a comprar entre 10 mil y 12 mil litros de agua que les llevaban en un carro tanque, por unos $300 mil.
Jhon Ramírez, gerente del supermercado Éxito Plaza, por la Avenida del Centro, mostró que sigue intacto el nacimiento de agua que tiene este establecimiento y que continúa sirviendo para compartir con los vecinos cuando hay cortes. Hace dos años fue un surtidor para locales y residentes de la Galería.
El nacimiento se observa cuando levantan una tapa de unos 80 kilos y donde hay una motobomba que hace subir el agua hasta el séptimo piso del edificio, donde se ofrece servicio de lavautos y se utiliza también para sanitarios y limpieza de pisos en el supermercado, asegura Jhon.
Conciencia
Haya o no, Nidia Nelly Arenas siempre mantiene agua recogida en canecas que ubicó en el patio de su casa en Santa Ana, no quiere que le vuelva a pasar lo del 2011. "Era muy malgastona, pero el solo hecho de tener que hacer fila y de que se dieran hasta cuchillo por pedir agua, nos hizo cambiar".
A una tubería que canaliza aguas lluvias de su vivienda le puso un trapo que direcciona el líquido hasta el lavadero, en la nevera o en un lugar de la cocina mantiene un porrón con agua de la llave para el consumo y que cambia cada ocho días. "Tampoco hago lavadas de ropa tan seguido; antes, no podía ver un chiro sucio porque corría a lavarlo", expresa.
En otro sitio de Manizales, barrio Cervantes, Rosalina Suárez abrió su nevera para mostrar que después de la emergencia mantiene una jarra y un tarro con agua para casos de emergencia; además, el lavadero permanece con el tanque lleno. "No vuelvo a cargar agua, de hacerlo me enfermé".
Jhon Jairo Pérez asegura que lo que quedó en Manizales fue más conciencia. Antes de octubre del 2011 dejaba la llave abierta del lavamanos mientras se cepillaba los dientes, ya no, igual cuando se baña en su casa de Campohermoso.
Los chorros, en Aranjuez, se volvieron más conocidos hace dos años porque de diferentes sectores de la ciudad acudían a recoger agua que proviene del cerro Sancancio. Germán Sánchez, presidente de la Junta de Acción Comunal del barrio, explica que reforestaron los alrededores para preservar el lugar, que sigue siendo fuente de agua, que por ahora utilizan cuando hay cortes y para lavar carros.
Como comunidad sueñan con un parque de las aguas que lleve por chorritos y pilastras el líquido hasta el Parque de la Empanada, que sería un símbolo de conservación de la comunidad, la misma que aprendió, igual que en otros barrios de Manizales, que el agua es vital.
Aprendizaje institucional
Juan David Arango Gartner, gerente de Aguas de Manizales, explica lo que ha hecho la empresa después de la emergencia del agua.
Lo que falta del plan blindaje
Se diseñó hace un año un plan de 12 acciones de corto plazo, para reducir la vulnerabilidad en la prestación del servicio. Va en el último paso, que es la optimización de la Planta Niza en un convenio entre Municipio, Ministerio de Vivienda y Corpocaldas. La inversión es de unos $12 mil millones, y la Planta pasará de tratar 600 litros por segundo a 1.200. Debe empezar a operar entre mayo y junio del 2014. El valor del plan es cercano a los $40 mil millones, incluye además reposición de redes de acueducto y alcantarillado.
Fortalezas del plan
La elevación de las tuberías en el sector de Gallinazo, cruce del río Chinchiná, y en Sicolsa, sobre la quebrada Manizales. La optimización de la Planta Niza que reduce la vulnerabilidad, que ante la falla de una planta se tenga la otra para surtir la ciudad.
Compra de predio
Al dueño de la finca La Marmolera, frente a la Planta Luis Prieto, donde se iniciaron los deslizamientos, Aguas de Manizales le ha hecho ofertas para adquirir el predio, pero sin llegar a acuerdos. Como no fue posible comprarlo está en la Secretaría Jurídica el inicio de un trámite de expropiación. Como esto puede tardar, Aguas y Corpocalas concertaron con el propietario hacer obras de bioingeniería para el mantenimiento del predio, se invertirán al menos $300 millones.
Lo que viene
Acciones de mediano y largo plazo que quedarán definidas en un estudio de vulnerabilidad de líneas vitales, que en este momento realizan en primera fase la Universidad Nacional, Corpocaldas y Aguas de Manizales. Dará un norte para reducir el riesgo hasta valores aceptables en la prestación del servicio.
Impacto del 2011
Por la topografía de Manizales el sistema de acueducto es complejo, hay sitios de muy altas presiones, que en horas de bajo consumo, como las noches, pueden dañar las tuberías. Aguas trabaja en la sectorización hidráulica que permitirá dividir la ciudad y controlar las presiones a través de válvulas reductoras. En cuanto a las interrupciones, se han generado más a partir del 2011, la gran mayoría por estos trabajos de sectorización.
Cambios
La empresa estaba muy enfocada en lo correctivo: se presentaba un daño y se reparaba. Actualmente se intensifica el mantenimiento preventivo; es decir, hay cuadrillas especializadas en revisar válvulas y accesorios.
"La incorporación del riesgo era un tema débil, se hacía a través de responsabilidad social empresarial, como por hacer un favor, pero ahora hay más conciencia, y está en el plan estratégico que forma parte del negocio. Somos responsables del agua desde que la producimos en las cuencas hasta que la entregamos, y por eso trabajamos en saneamiento".
Si se repite
Si llegara a ocurrir una avalancha igual a la de hace dos años se tendría una situación muy diferente porque está Niza, que a pesar de que se está optimizando, tendríamos un poco más del 50% para abastecer la ciudad por un bombeo que hicimos del tanque de distribución al tanque 23, y sí tendríamos racionamiento.
Menos consumo de agua
Es un fenómeno mundial, pero más drástico a nivel local en los dos últimos años. El consumo promedio hace unos cinco años era de 20 metros cúbicos usuario/mes, en el 2012 estaba en 13,5 y ya estamos en 12,9 lo que significa que la gente ha adquirido cultura del cuidado. Aunque el consumo se refleja en los ingresos de la entidad, nos alegra que la gente haya adquirido más conciencia de las prácticas de uso eficiente del agua y de conservación del recurso; antes se creía que el agua era para botar, ya no. Aguas está proyectando su reto financiero en fuentes diferentes al consumo, como el turismo ambiental, generación de energía, saneamiento local y nacional. En Manizales, los consumos mayores están en los estrato tres y cuatro.
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