
LA PATRIA | MANIZALES
Ocupación colectiva: asentamiento histórico y ancestral de comunidades negras en tierras para su uso colectivo, que constituyen su hábitat, y sobre los cuales desarrollan en la actualidad sus prácticas tradicionales de producción. Bajo esta definición dos mil afrocolombianos asentados en la vereda Guamal, de Supía, luchan por su territorio.
Guamal es una especie de barrio ubicado entre Supía y Riosucio, es reconocido por propios y visitantes por la mazamorra que venden allí. Cuenta la historia que en 1700 al lugar fueron traídos 40 esclavos provenientes de Mozambique (África), y los compraron por 40 reales.
En 1736 Simón Pablo Moreno y Ana Josefa Moreno, esposos y dueños de los esclavos, en un buen acto deciden liberarlos y además darles su apellido. La pareja se va para Ecuador y los 40 negros se quedan en el lugar. Actualmente son mil 300 en el área urbana y 700 en la rural, en su mayoría niños. Todos han compartido el mismo territorio y apellido Moreno Moreno por cerca de 270 años.
William Moreno y Fernando Moreno son representantes de esta comunidad afrocolombiana de Caldas, en sus manos siempre llevan libros con la legislatura del país para este tipo de comunidades. También muestran las escrituras que rescataron de unos pergaminos en que se certifica que el territorio les pertenece.
Ambos coinciden en que por tradición el terreno es suyo y que han tenido prácticas tradicionales por años como ha sido el trabajo en los trapiches de caña. Cuentan además que son católicos y hacen cada año las fiestas de las negritudes.
Un posible mal negocio
La necesidad y tal vez el olvido del Estado llevaron a los habitantes de esta comunidad a que en los 90 se registraran en el censo como población indígena perteneciente al resguardo Cañamomo y Lomaprieta. Lo que les permitía acceder a ayudas, tener servicio de salud y no prestar servicio militar.
Sin saberlo, estos beneficios que han tenido por años ahora les cobran una mala pasada, pues por esos años que recibieron ayudas los indígenas fueron entrando en su territorio e hicieron convenios que ahora los tienen enfrentados.
"En julio pasado el Ministerio del Interior resolvió que la comunidad afro de Guamal es un territorio colectivo, porque es colonial y tiene una comunidad asentada, esto certifica que están en un ente territorial de carácter especial. También tienen control a través de un consejo comunitario, manejan presupuesto y pueden tener un representante ante la Gobernación y el Ministerio", comenta Óscar Betancurt, profesional especializado de la Oficina de grupos étnicos de la Gobernación de Caldas.
Ahora, los afrocolombianos se quieren separar y empezar a tener sus propias leyes y reglas, cabe recordar que esto solo lo pueden hacer dentro de su territorio. También quieren recuperar el centro educativo, en el que paradójicamente la mayoría de los niños que estudia son afros, pero deben cantar todos los días a las 7:00 de la mañana el himno de la comunidad indígena.
La idea de los representantes es que las relaciones con los indígenas no se afecten con la resolución del Ministerio y puedan convivir como lo han hecho por años. El profesional de la Gobernación también dice que deben seguir conviviendo y los indígenas deben respetar lo que considera el Ministerio, pues para llegar a la resolución los afros tuvieron que hacer gestiones que duraron varios años.
La Gobernación con su oficina de etnias funcionará como mediador, pues se busca evitar futuros conflictos. Es por eso que adelanta reuniones entre ambas partes y la próxima semana se va a conformar el comité departamental de Derechos Humanos.
El gobernador del Resguardo Indígena de Cañamomo y Lomaprieta, Efrén Reyes, expresa que para su comunidad no es nuevo que la resolución haya salido, ya que saben de la intención de algunas personas de hacer estos trámites desde hace algunos años. "Siempre hemos tenido la voluntad de contribuir para que los afros de esta parte tengan su territorio. En lo que discrepamos fue en la forma como se hizo, pues se crea una separación y en el proceso se habló muy mal de nosotros", enfatiza el gobernador.
Lo ganado
Leonardo Ortiz, representante de Caldas en el Congreso Nacional de Afrocolombianos, explica que la lucha de las comunidades negras en el departamento ha sido de muchos años y los primeros triunfos se dieron en 1999 cuando lograron que Caldas apareciera en el mapa de población afro. Con eso se logró un convenio para que los estudiantes afros con notas sobresalientes pudieran acceder a créditos con el Icetex.
Ortiz cuenta que la situación que se vive en Caldas en la que conviven afros e indígenas también se da en Cauca, en donde ambas comunidades viven en armonía y cada una tiene sus reglas. Agrega que en Marmato se da una situación igual en donde el 90% son afros y el otro 10% indígenas. Otros logros que han ganado los afros en Caldas es tener un representante en cultura, educación, consultivo de alto nivel, deportes y pronto en Corpocaldas.
Expresa que con la resolución los afros de Guamal se deben acoger a la Ley 70 de 1993, que indica que los territorios ancestrales no se pueden vender ni negociar. Además que deben cumplir con las reglamentaciones que tiene esta Ley, temas que se discutieron la semana pasada en el Congreso de Afrocolombianos, que se cumplió en Quibdó (Chocó).
En Caldas no solo los afros de Guamal han luchado por su territorio, también lo han hecho los que están en el barrio Las Ferias de La Dorada, los de Arauca en Palestina y los de la vereda El Chochal de Victoria. Estos últimos han logrado, con ayudas del Estado y de ONG salir de condiciones precarias en las que vivían.
"La Ley 70 expresa que estas comunidades tienen que tener territorio, pero no se los han dado porque carecen de lotes baldíos. Esto se habló en el reciente congreso y ya está consignado en el trabajo que se debe hacer con desplazados afros para la restitución de tierras", comenta Ortiz.
El consenso
Por ahora tanto afros, indígenas, la Gobernación y entidades esperan que por la resolución no se den conflictos. A futuro con esto la comunidad de Guamal busca ampliar el territorio y comenzar a liderar proyectos productivos. También que el Ministerio de Vivienda comience con la construcción del mejoramiento del sistema de acueducto y la construcción de la planta de tratamiento de agua potable para esta vereda.
En este punto han tenido problemas con los indígenas, pues ellos rechazan que la planta se haga en el sector de Guamal y no en su territorio, pero desde la semana pasada los líderes de ambas comunidades buscan llegar a un consenso, ya que al tener agua potable se benefician afros, indígenas, mestizos y los caldenses.
En datos
* Según el censo del 2005 en Caldas hay 22 mil 300 afrodescendientes y 42 mil 300 indígenas. Estos últimos hacen un censo anual para elegir gobernador y hablan de 63 mil en el departamento.
* En Colombia hay raizales, que viven en el Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina. Los palenqueros quienes viven en Bolívar y los afrocolombianos o afrodescendientes, quienes tienen raíces de África y están asentados en todo el territorio nacional.
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