"En un toro de lidia el dolor dura cuatro segundos"

Hace 19 años, el veterinario español Juan Carlos Llera se propuso investigar si el toro de lidia sufría dolor y estrés durante una corrida. Para ello, tomó muestras a mil 500 animales y profundizó sus estudios científicos durante años, hasta que en el 2006 concluyó que el mayor estrés del toro no es durante la suerte de espada.

Con su investigación "Regulación neuroendocrina del estrés y dolor en el toro de lidia" Illera, especialista de la Universidad de La Laguna, en Islas Canarias, España, se muestra una tendencia que según el experto es comprobable.
En su visita a Colombia, el veterinario dictó la conferencia "Estrés y dolor en el toro de lidia", en ciudades como Bogotá, Cali, Manizales y Cartagena.

Cuenta Illera que en Cali, una vez terminó la exposición y la conclusión de su investigación, "una antitaurina se levantó de la silla, se puso una camiseta y me dijo 'asesino y mentiroso'. Pido respeto así como nosotros los respetamos a los ellos".

¿Es aficionado a los toros?
No lo soy, me están haciendo aficionar a los toros. He ido a muchas plazas, a más de 500 festejos, he estado en el solladero o viendo el comportamiento del animal.

¿Como define las palabras endorfina, hormona, dolor y estrés?
Las hormonas regulan el organismo y nuestros comportamientos agresivo, compulsivo, sexual, reacción frente al dolor. La Endorfina es la hormona que combate completamente el dolor y cuando desaparece sentimos placer. El estrés y el dolor van muy de la mano, porque todo dolor produce estrés, pero este último se puede definir como un agente externo que altera el organismo, para esto se pone en marcha una serie de mecanismos que buscan combatirlo.

¿Porque estudió los toros de lidia?
Cuando empezamos la investigación hace 19 años, existía un vacío muy grande, porque los estudios que se habían hecho del toro eran sobre las caídas y astas, mas no del fisiologismo o cómo funcionaba el animal por dentro.

¿En qué consistió el estudio?
La primera hipótesis era que la lidia iba a ser un estrés para el toro. Al observarlo se puede pensar que lo están manipulando y lo hacen correr, pero después de 13 años y mil 500 animales estudiados llegamos a la conclusión que no había estrés.

¿El toro cuándo siente mayor estrés?     
Un toro para ser llevado a una plaza tiene que ser transportado, lo que genera un estrés en todas las especies animales, después es pasado de un camión a unos corrales que no conoce ni identifica con el olfato, luego lo meten en toriles, que es un cuarto oscuro y de repente le empiezan a gritar, a darle palo, pasa por un callejón y llega a la plaza, un lugar totalmente desconocido, este el es momento de mayor estrés, en el ruedo.
Durante la corrida se ha comprobado que va disminuyendo el estrés y justo antes de que llegue a la muerte, el animal está en niveles normales, es decir no influyen ni las pullas ni las banderillas.

¿El toro sufre durante la corrida?
No hablo de sufrimiento porque según la Real Académica Española, el sufrimiento es dolor, padecimiento y pena, y estas dos últimas no las puedo medir en un toro. Es complicado calcularlo en un humano y más en un toro, que no me va a responder.
Lo que se mide son los umbrales de dolor, cuánto tiempo tarda en reaccionar y el toro en bloquear sus receptores para no sentirlo.

¿El toro siente dolor?
Claro, al clavarle la pulla siente dolor. A lo que hemos llegado es que tiene mecanismos especiales para contrarrestarlo en cuatro segundos, nosotros los humanos tardamos 10 minutos en paliar el mismo dolor. Por esto es el animal que vuelve otra vez al estímulo doloroso.
Otra de las razones por las cuales estudié los toros de lidia, fue porque una vez en el campo vi cómo un toro entró 17 veces seguidas al caballo, en todas le ponían la pulla y él seguía.
En la plaza dicen frecuentemente que el toro vuelve al caballo porque lo cierran los toreros, pero en mi experiencia el toro está solo y libre.

Entonces, por eso los toros vuelven donde reciben un castigo...
Claro, porque en cuatro segundos ya no siente dolor y tiene que atacar para defender el territorio, es su instinto. En la plaza, primero se estresa porque no conoce nada, cuando pasa el tiempo y ve que otro animal no lo ha atacado y ningún congénere suyo ha acogido la dominancia, toma el terreno como suyo y ataca todo lo que se mueve.

¿Analizó también las corridas españolas, portuguesas, de rejoneo y los recortadores?     
Una vez terminamos el estudio del estrés, quisimos seguir comparado al toro para saber qué sucede con la lidia de verdad. En la corrida de rejones aumenta el estrés y aún más en la de recortes, en esto hay que tener en cuenta que el animal no es manipulado. En la lidia portuguesa aumenta muchísimo más el estrés, porque las corridas en este país son jueves, viernes y sábado, la muestra fue tomada un viernes. En estas plazas como ya no se sacrifica el animal, estos deben esperar a que de nuevo sean transportados y llevarlos al matadero y como en este no trabajan el fin de semana, el animal debe quedarse en los corrales casi tres días (hasta el lunes) con las heridas de las pullas, sin comida ni agua.

¿Cómo ha recibido esta investigación la comunidad científica de la que usted hace parte?
Lo ha aceptado perfectamente, porque saben que hay una hipótesis, resultados y una discusión. El que quiera rebatirlos que lo haga con datos y me diga que es mentira.   
 

Sigue el debate
Un fallo de la Corte Constitucional en enero del 2011 declaró la exequibilidad condicionada del artículo 7 del Estatuto de Protección Animal aprobado por el Congreso en 1989, que excluye las corridas de toros, el coleo, las corralejas y peleas de gallos de la prohibición de maltrato a los animales. Es decir, se continúan con estas prácticas, pero sólo en los lugares donde siempre han sido tradición y de manera exclusiva en los tiempos ya programados, también se prohíbe la inversión de los recursos públicos en estos eventos.