MARGARET SÁNCHEZ
LA PATRIA | MANIZALES
Desechos, espuma y cambios de color son una forma de identificar la contaminación en una fuente de agua. Estas características se ven a diario en la quebrada Manizales a su paso por la zona industrial.
El deterioro de esta afluente actualmente solo se puede evidenciar físicamente, porque Corpocaldas, encargada del monitoreo y caracterización, hace dos años no realiza el informe de calidad del agua que desemboca en el río Chinchiná.
Según Juan Carlos Bastidas, funcionario de Corpocaldas encargado del monitoreo de la quebrada, en 2011 y 2012 las licitaciones se declararon desiertas y este año la fundación Proagua tiene el contrato para actualizar la información de las fuentes receptoras de vertimientos líquidos en Caldas, entre ellos el río Chinchiná y la quebrada Manizales.
Mauricio Serna, habitante de la zona industrial, dice que está acostumbrado a ver el cambio de color de la quebrada Cimitarra, que se une a la Manizales. "Hay días que es negra, otros ratos verde y a veces café. Lo curioso es que cuando vienen los de Corpocaldas, el agua está limpia", apunta.
El cambio de color recuerda lo sucedido en el río Medellín. En agosto pasado se tiñó de rojo en varias ocasiones y el pasado mes sorprendieron a una empresa arrojando colorantes (ver recuadro Río rojo en Medellín).
Jhon Édison Alonso, otro habitante de Maltería, cuenta que a sus tres caballos les da de beber de la quebrada Cimitarra, pero aclara que la manguera está unos metros más arriba del vertimiento de la empresa Progel.
"Hay un punto donde cambia el aspecto de la quebrada. Hay espuma y el agua está caliente. No es natural, y eso que unos pasos antes he visto peces", asegura Alonso.
Cerca al punto donde las quebradas Cimitarra y Manizales se encuentran, el residente Diego Gallego señala que en los días del paro campesino notó como las fuentes de agua descansaron de los vertimientos industriales. "El agua se veía limpia, sin contaminación", precisó.
Al seguir el cauce de la quebrada se van encontrando más viviendas e industrias. En unos recorridos que realizó LA PATRIA a la zona industrial durante septiembre y octubre, se localizó un tubo de donde sale líquido de colores, unos días fue rosado y otros azul.
Vecinos del sector no saben de dónde vienen esas aguas, pero son testigos de la contaminación multicolor.
Según Óscar Cardona, funcionario de la subdirección de Recursos Naturales de Corpocaldas, se trata de un tubo de alcantarillado y posiblemente en las bodegas que hay en esa zona, de textiles y jabones, generan ese vertimiento.
El funcionario dice que deben confirmar quiénes son responsables y agrega que una comisión técnica visitará la zona la próxima semana para diagnosticar qué es lo que está pasando. "Puede ser que en una bodega están realizando procesos industriales sin autorización", afirma.
Algunos ciudadanos asocian los cambios en la quebrada Manizales y los vertimientos de colores a tres empresas: Progel, Coveta y Hada.
Para Walter Tovar, gerente técnico de Progel, las aguas residuales industriales del proceso de curtiembre no son de color verdes o negras, si no blancos. "Más arriba, por la bocatoma del acueducto de La Enea, hay una zona arcillosa verde. Además las minas de la parte alta arrastran material de color oscuro", comenta.
Por su parte, Johana Zuluaga, asistente de Aseguramiento de Calidad de Hada, manifiesta que en la parte alta de La Enea tienen dos bodegas, una de almacenamiento y otra con dos líneas de producción.
"Las aguas que generamos son de lavado y sí generan espuma, pero no tienen ningún color. Además las arrojamos al alcantarillado y pagamos una tasa retributiva a Aguas de Manizales", responde Zuluaga.
Tejidos Coveta, según el funcionario de Corpocaldas, no tiene permiso para realizar vertimientos industriales. Su operación es textil, de hilado de cordones, cintas, elásticos y correas. LA PATRIA se comunicó con la empresa, pero el funcionario encargado no se encontraba.
La ingeniera química Adela Londoño Carvajal, de la Universidad Nacional, sede Manizales, insiste que el caudal de una quebrada no soporta la cantidad de aguas residuales industriales que recibe. Lo que impide que recupere sus niveles de oxígeno de manera normal.
En esto están de acuerdo el funcionario de Corpocaldas, Óscar Cardona, y recuerda que a la quebrada Manizales no solo llegan aguas de procesos industriales, también hay pobladores que arrojan basuras y aumentan su contaminación.
José Humberto Duque, presidente de la Junta de Acción Comunal de Maltería, indica que Corpocaldas desde el 2004 comenzó el proyecto del tubo interceptor de aguas residuales industriales. "Hace dos años estaban a punto de terminarlo, pero las dos avalanchas (20 de marzo y 13 de abril) dañaron algunos tramos de la obra", cuenta.
John Jairo Chisco Leguizamón, subdirector de Infraestructura Ambiental de la Corporación, confirma que desde el año pasado trabajan en convenio con Aguas de Manizales para reparar la tubería. "Corpocaldas, desde que se planeó el proyecto, ha invertido casi $8 mil millones", añade.
En esta etapa de reconstrucción la autoridad ambiental ha aportado $1.659 millones y Aguas $59 millones. Juan David Arango, gerente de la empresa de servicios públicos, especifica que de seis puntos críticos ya arreglaron tres.
Londoño Carvajal dice que por ahora se debe esperar a que actualicen el decreto 3930, que reglamenta el manejo de aguas residuales (ver recuadro Controles). "Van en la versión siete, todavía no está claro qué se va a permitir. La industria está participando de esta propuesta", asegura.
Resalta que para la recuperación de la cuenca del río Chinchiná se debe enfatizar en el manejo de residuos industriales en la quebrada Manizales, porque estas aguas, cauce más abajo, son usadas para procesos hidroeléctricos y por campesinos para sus cultivos.
En el informe que realizó la fundación Sanear en 2010, sobre la calidad del agua de la quebrada Manizales, determinó cuatro tramos, con 12 estaciones de monitoreo, desde la bocatoma del acueducto de La Enea hasta su desembocadura al río Chinchiná. Las muestras se tomaron el 23 de febrero de ese año.
Luz Helena Sepúlveda, profesora y coordinadora de ecología humana y saberes ambientales de la Universidad de Caldas, expresa que el estado de la quebrada Manizales más que daños físicos
afecta el comportamiento de las personas, se sienten inconformes de no poder usarla. "Si alguien la bebe se enfrenta a una fuente de parásitos y de intoxicación crónica por las presencia de metales", argumenta.
Según el informe estos son las sustancias que recibe la quebrada Manizales:
El Decreto 1594 de 1984 reglamentó el uso de aguas y residuos líquidos en el país, pero en la actualidad solo aplican los artículos 20 y 21, que consideran qué sustancias son nocivas para la salud, porque fue derogado por el Decreto 3930 de 2010.
En este se establece que las empresas que generen aguas residuales domésticas e industriales deben tratarlas y remover el 80% de su carga orgánica, pero no reglamenta la cantidad de los caudales que arrojan; al igual que específica los niveles de pureza, temperatura y presencia de oxígeno.
Además indica que las fábricas deben tener un permiso de vertimientos expedido por la corporación autónoma regional y tienen la obligación de caracterizar sus aguas residuales.
Óscar Cardona, funcionario de Corpocaldas, precisa que ese procedimiento lo debe realizar una empresa externa a la organización, avalada por el IDEAM, y que la Corporación verifica si está en regla.
Jorge Enrique Velásquez, subdirector de Recursos Naturales de Corpocaldas, sostiene que esos informes demuestran la credibilidad de las industrias. Aunque no tienen un estudio actual del estado de la quebrada Manizales, manifiesta que estas han actuado con responsabilidad ambiental.
"Tenemos la propuesta de crear una unidad de reacción inmediata que haga monitoreo de la quebrada cuando la comunidad se queje de vertimientos ilegales. En especial en las noches y fines de semana", plantea.
Según la Caracterización y evaluación de la calidad del agua de la quebrada Manizales del año 2010, realizada por la fundación Sanear para Corpocaldas, las empresas que más generan vertimientos a esa fuente de agua son: Progel, Surtipieles, Industria Licorera de Caldas (ILC), Toptec, y Super de Alimentos.
Encargados de las áreas ambientales de estas industrias explicaron el manejo que realizan a sus vertimientos:
* Progel. Walter Tovar, gerente técnico, asegura que presentan dos informes a la autoridad ambiental. Explica que su sistema de tratamiento cuenta con equipos que remueven las grasas y sólidos que después depositan en el relleno La Esmeralda de Emas. Sus vertimientos a la quebrada Cimitarra son continuos.
* Surtipieles. Carlos Giraldo, subgerente, indica que hace tres años implementaron una planta anaerobia. Cada martes y jueves agregan unos floculadores que separan los residuos sólidos. Su vertimiento va a la quebrada Tesorito. En este momento está cerrada por incumplir un tema de olores (Ver recuadro Olores incómodos)
* ILC. Aureliano Durán, técnico ambiental, aclara que antes de realizar algún tratamiento recirculan las vinazas en el proceso productivo. Después utilizan un método biológico por medio de reactores de anaerobios. Especifica que esto lo hacen cuando la destilería está prendida, de junio a julio y de octubre a diciembre. Vierten en la quebrada Manizales.
* Toptec. Carlos Eduardo Sánchez, coordinador de Salud ocupacional y ambiental, señala que tienen aguas domésticas residuales e industriales que tratan con aireación extendida y pozos de anaerobios para la separación de los sólidos. Añade que en julio y diciembre caracterizan sus aguas residuales. Tienen vertimientos constantes y puntuales en la quebrada Manizales.
* Super de Alimentos. Janeth Morales, líder de Seguridad alimentaria y gestión ambiental, comenta que presentan cuatro informes de caracterización de aguas industriales y domésticas al año, por valor de $12 millones. Agrega que tienen dos sistemas de tratamiento, uno físico-químico y otro biológico. Sus vertimientos son a la quebrada
Foto | El Colombiano | LA PATRIA
La sorpresa de muchos ciudadanos de Medellín, el pasado 10 de agosto, al ver el río Medellín teñido de rojo se repitió durante varias ocasiones con otros tintes como verde, blanco y naranja. Las autoridades ambientales indicaron que era difícil determinar quiénes realizaron el vertimiento porque no fue directo, sino a través del alcantarillado. El 23 de septiembre pasado hallaron a la empresa Locería Colombiana cuando vertía colorantes blancos al cauce del río. El Área Metropolitana de Medellín adelanta cuatro procesos sancionatorios contra igual número de empresas que han coloreado esta fuente de agua e interpuso una acción popular contra la firma Imporcolex, que lo ha hecho en varias oportunidades.
*Información tomada de El Colombiano
Hacer actividad física exige respirar más. Eso lo tiene claro Andrés Mauricio Serna, estudiante de la Institución Educativa Maltería, dice que prefiere abstenerse a jugar fútbol, porque el olor a carne podrida cocinada le provoca nauseas y varias veces ha tenido que regresar a casa.
Los olores provenían de la fábrica Surtipieles, sus vecinos desde casi 20 años. La cocción de hueso y sebo expedía esos vapores que afectaban tanto a Andrés Mauricio y a sus compañeros, pero desde el pasado 20 de septiembre Corpocaldas hizo efectivo el cierre temporal de la fábrica, que tenía programado tres meses atrás.
La secretaria General de Corpocaldas, Bertha Cruz Forero, indicó que hasta que los propietarios no implementen un mecanismo efectivo de extracción de olores no le levantarán la sanción.
Albino Giraldo, gerente de Surtipieles, expresó que entendían que los olores generaban incomodidad y que tratarían de mitigarlos lo más pronto posible, ya que son 40 personas que están sin trabajo.
Corpocaldas mantiene cerrada la fábrica y José Humberto Duque, presidente de la Junta de Acción Comunal de Maltería, manifestó que la comunidad está satisfecha con la suspensión. "El pasado fin de semana organizamos un torneo de fútbol", contó.
La quebrada Manizales tiene 3 mil 400 hectáreas, 1.800 son rurales y 1.600 urbanas.
Fotos | Martha Monroy | LA PATRIA
Jhon Édison Alonso muestra que el agua que recogen de la quebrada Cimitarra, antes del vertimiento de la empresa Progel, está limpia.
Un juego de sala completo fue arrojado al cauce de la quebrada Manizales a la altura de Puente Verdum.
Quebrada Cimitarra antes de llegar a la zona industrial.
Punto en el que Progel vierte sus aguas residuales industriales a la Cimitarra.
La fuente de agua recibe sulfuros, sulfatos y grasa al pasar por Progel.
La quebrada Manizales trae algunos residuos y químicos de las minas de la parte alta.
En las tardes, según algunos pobladores, el color del agua cambia a verde.
En el bloque dos del barrio Maltería se encuentran las quebradas Manizales y Cimitarra.
Surtipieles vierte sus aguas industriales a la quebrada Tesorito.
El caudal de las quebradas no es suficiente para la carga contaminante que reciben.
Después de pasar por la Industria Licorera de Caldas, la vertiente recibe residuos de las vinazas
Un tubo de alcantarillado trae colorantes, según Corpocaldas, de una bodega en la parte superior
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