El liderazgo se logra con articulación

EMPRENDIENDO | LA PATRIA

De acuerdo con la Real Academia Española, la palabra liderazgo tiene tres acepciones: "condición de líder", "ejercicio de las actividades del líder" y "situación de superioridad en que se halla una institución u organización, un producto o un sector económico, dentro de su ámbito".

En el siglo XX el liderazgo tomó otros rumbos que no le hicieron justicia al concepto. El dinero, el poder y el estatus prevalecieron. Esto desembocó en escándalos éticos de las grandes corporaciones y creó una atmósfera de desconfianza, exigencias y reclamos hacia las empresas.

Sin embargo, en el siglo XXI las aspiraciones fueron distintas. Comenzó a surgir una generación de líderes que se caracterizan por tener un liderazgo humano, ambiental, integrador y transformador, que busca recuperar la confianza, el servicio con propósito, establecer visiones y redes de largo plazo y reconocer al otro.

Pero, ¿Cuál es el entramado que hay detrás de este nuevo modelo de liderazgo?

Holístico

Esta pregunta se la dejaron en las manos a Antonio Celia Martínez Aparicio, empresario barranquillero que convirtió a Promigás en una empresa exitosa en el país. Un logro que lo catapultó y lo llevó a figurar en la lista de la Revista Semana como uno de los 25 empresarios más importantes en Colombia.

Martínez se describe como un optimista incorregible y es considerado como un líder social de su región. Aunque tiene muchos ejemplos para ilustrar el liderazgo, prefiere usar la historia de Barranquilla para generar reflexiones y retos alrededor de este concepto, que no está pensado solo desde el crecimiento económico, sino que también involucra el desarrollo humano.

Se remonta al período 1860 - 1970 y cuenta: "Esta época fue esplendorosa. Se empezaron a crear instituciones menos jerárquicas, menos feudales y más iguales, lo que impulsó relaciones estrechas entre la clase dirigente política y la empresarial, que se ponían de acuerdo y diseñaban los planes". Sin embargo, esta integración sufrió una ruptura que deprimió a la ciudad.

Señala que un buen líder debe considerar la idea de la articulación del Estado con las empresas privadas y la academia para el desarrollo de las regiones.

"Debe haber un diálogo fluido para que a las ideas les llegue su hora. Cuando las ideas se imponen es porque hubo una catarsis y una discusión entre la academia, que es la generadora del conocimiento; los empresarios, los que invierten y los políticos, quienes toman las decisiones".

En esa dinámica, cada actor de la triada debe cumplir con tareas para que la integración tenga vocación de transformación y resultados positivos. A continuación, Antonio menciona algunos retos para los tres sectores:

1. Administración.

* El Estado es efectivo en la medida que tenga la capacidad de recaudar los tributos. Las administraciones deben apostarle a la inversión pública para jalonar la economía.

No se trata de elevarles los impuestos a los ciudadanos, sino de rediseñar los sistemas de recaudo, que permita identificar los predios que están por fuera del catastro y de los cuales una región deja de percibir recursos.

* Los alcaldes y gobernadores debe estar atentos a los resultados de los estudios de los programas de seguimiento y evaluación de la calidad de vida que se ejecutan en las ciudades. Por ejemplo, los Cómo Vamos. Estos indicadores serán guías para la implementación de políticas y la toma de decisiones.

* Los mandatarios deben mantener un diálogo fluido con los empresarios. Allí se deben resolver dudas alrededor del empleo, la situación de las empresas y las necesidades insatisfechas. Las respuestas deben ser el comienzo para proponer soluciones y pactos sencillos y puntuales.

2. Sector privado.

Los empresarios deben dejar de usar los eufemismos como estrategia de persuasión. Es claro que una empresa lo que busca es ganar dinero a través de la oferta de servicios y bienes y no servir, como muchos empresarios afirman.

Sin embargo, la compañía debe hacerlo de forma distinta: prestando atención a las necesidades de una comunidad, pagando impuestos y dando un trato digno a su personal, con el fin de cambiar la imagen negativa que presenta este sector y cerrar la brecha de desigualdad del país.

3. Academia

Las instituciones deben apostarle a un currículo de profesores idóneos, capacitados y a la creación de observatorios de investigación. Los conocimientos, documentos y estudios que se generen en estos centros deben debatirse y ponerse al servicio de la comunidad.

Perfil

Según Antonio Celia Martínez Aparicio, un buen líder debe tener un amplio conocimiento, buen trato, empatía, y escucha.