Artesanías con espíritu ancestral, emprendimiento de diseñadora visual

Fotos | Lina María Hernández | LA PATRIA El emprendimiento de Jennifer Muñoz Rivera se llamó Trementina, pero al notar que tenía poca recordación lo cambió por América Nativa.

Lunes, Abril 19, 2021

Tejidos basados en técnicas indígenas. Elabora collares, manillas, separadores de libros, cuadernos, entre otros productos.

Lina María Hernández

LA PATRIA | Manizales

La diseñadora visual de la Universidad de Caldas Jennifer Muñoz Rivera encontró en su trabajo de grado la idea para emprender desde la artesanía.

En el 2016 se enfocó en la simbología del tejido de la comunidad Kamënt¨a biyá del Putumayo, así aprendió a tejer las chaquiras y le sumó sus conocimientos en diseño para elaborar productos como collares, aretes y manillas, además los aplicó en elementos no convencionales como separadores, cuadernos, materas, entre otros.

Jennifer es de Marquetalia, pero vive hace 13 años en Manizales. Durante su vida le ha llamado la atención lo ancestral, sus símbolos y las artesanías. Su familia paterna es del Cauca, por lo que conoce comunidades indígenas, como los Misak.

Su carrera fue la oportunidad para involucrarse más en el tema y emprender con su marca América Nativa, que tiene como eslogan: Artesanías con espíritu ancestral. “Todo está inspirado en el conocimiento de las comunidades, en su riqueza cultural y artesanal. En Colombia hay muchísimas técnicas que desconocemos y no les damos el valor que merecen”, expresa.

Enfocada

Desde el 2017 se enfocó en su negocio, al idear nuevas piezas y participar en proyectos empresariales liderados por la Alcaldía de Manizales, Gobernación de Caldas y Cámara de Comercio como Barrio Amigo y Origen Caldas.

En el 2019 se presentó a Curso-Concurso Manizales 100% Emprendedora, donde llegó a la final y recibió un incentivo monetario para invertir en su idea de negocio. Aprovechó para comprar materiales y viajar a ferias en otras ciudades para darse a conocer. Lo cataloga como su año más productivo.

Después la pandemia la llevó a continuar desde casa. En el barrio Fátima tiene su taller, allí se enfoca en elaborar accesorios y elementos decorativos con mostacilla, mezclandola con barro, cuero o madera, Jennifer busca diseñar productos que se diferencien a los que realizan las comunidades indígenas por respeto a su trabajo. “Muchas familias dependen de esto, solo quería aprovechar la técnica y explorar lo que se puede hacer”, afirma.

La diseñadora visual espera agrandar su taller artesanal para vincular miembros de las comunidades indígenas, así compartir conocimientos y que tengan beneficios.