Juan Manuel Galán busca renovación liberal en Caldas

Luis Francisco Arias B.

LA PATRIA | Manizales

En una rápida correría por el Eje Cafetero, el senador liberal Juan Manuel Galán, hijo mayor del inmolado Luis Carlos Galán Sarmiento, estuvo en Manizales, donde busca obtener el respaldo de los liberales que no se identifican con la actual dirigencia de ese partido en la región.

En entrevista con LA PATRIA, expresó que tiene para ofrecer una gestión de ocho años en el Senado de la República, donde ha liderado proyectos como el que reconoce la adicción como una enfermedad o el que permite el acceso de las personas ciegas a la internet.

En busca de adeptos

- ¿Cómo encontró al Liberalismo en Caldas?

Aquí está, obviamente, Adriana Franco, que representa todo ese movimiento de Víctor Renán Barco, que quedó un poco a la deriva después de su muerte.

- ¿Sólo percibe esa corriente entre los liberales de Caldas?

Espero que haya muchos jóvenes que aspiren a trabajar por la renovación, por abrir espacios en la política, esa ha sido nuestra lucha en todo el país, que sienta que el partido los acoge. Ese es el reto que tenemos en todo el país.

- En las actuales circunstancias usted es competencia para Adriana Franco. ¿Con qué propuestas tratar de captar adeptos aquí?

En estos ocho años tenemos una gestión para ofrecer, estamos entre los dos primeros senadores del país. En materia legislativa hemos desarrollado un trabajo que le ha cambiado la vida a la gente, como la ley que reconoce la adicción como una enfermedad, que es de mi autoría, y que es pionera en el mundo. También la ley que permite que los ciudadanos ciegos accedan a internet, que entró en vigor la semana pasada. Otra ley, de la que fui ponente, es la de seguridad ciudadana, con la que se atacan fenómenos tan complejos como el de la banda La Cordillera que afecta amplias zonas del Eje Cafetero. En la actual legislatura hemos trabajado en el impulso de la Ley Rosa Elvira Celis, con el fin de proteger a las mujeres para que no sean agredidas y las autoridades puedan actuar más rápidamente.

- ¿Hay algún candidato a la Cámara de Caldas que le esté ayudando?

No tengo a ninguno en el Eje Cafetero, solo cuento con el concejal Juan Pablo Gallo, de Pereira, que será el próximo alcalde de esa ciudad.

- Usted, que le dio las banderas a César Gaviria para que fuera presidente, ¿no se siente traicionado, debido a que no se le da el trato que merece dentro del partido?

Yo espero sobre todo el respaldo de la gente y por eso he apostado el 9 de marzo a lograr la mejor votación de Senado del Liberalismo. La idea es mantener ese espacio de transformación de las costumbres políticas, de renovación no solo de caras sino de prácticas, y que el partido no regrese a que sean las maquinarias las que tomen las decisiones sin consultar a las bases. Por eso no fui a la convención de Cartagena, porque ahí hay un divorcio entre lo que la gente opina y la estructura desgastada del partido que se rehúsa a que la gente participe en la toma de decisiones.

Problemas de la descentralización

- En nuestra idiosincrasia, los congresistas son considerados medios de presión ante el Ejecutivo para conseguir obras públicas en las regiones. ¿Una figura nacional como usted cómo obtiene respaldos en el país, cuando generalmente a los congresistas los miden por las obras públicas que gestionaron?

Eso es grave porque el Estado se ha recentralizado en Bogotá. Si se necesita un congresista para garantizar que lleguen recursos a las regiones, eso quiere decir que ha fracasado la descentralización. Lo grave de eso es que se han generado empresas entre políticos y contratistas. Los segundos financian las campañas de los primeros, que invaden de publicidad toda la geografía nacional y compran votos, compran alcaldes, concejales… y cuando son elegidos trabajan para sus amigos contratistas. Claro que se necesitan vías y obras de alcantarillado, por ejemplo, en lo que Colombia está muy atrasada, y es el colmo que apenas se haya ejecutado el 20% de los recursos de las regalías, pero ese no debe ser el trabajo de un congresista.

- ¿El hecho de que el 80% de las regalías no se hayan ejecutado es un fracaso de la administración Santos?

Eso es un fracaso del sistema y de la reforma que se hizo de las regalías, para que llegaran recursos a donde antes no llegaban, pero también se tenía la idea de que se tuvieran mejores proyectos, mucho mejor estructurados, pero ese punto quedó muy débil. Los OCAD, a mi modo de ver, no han funcionado bien.

Cambios en circunscripción

- El costo de las campañas es un tema recurrente, y algunos candidatos al Senado se quejan porque les toca hacer pequeñas campañas presidenciales. Al parecer, la circunscripción nacional lo único que ha hecho es encarecer la política y, tal vez, se debería regresar a que el Senado sea local o regional...

Hay que buscar, eventualmente, un sistema mixto. Garantizar que cada región tenga un senador. Que el senado no sea departamental sino regional. Que la Cámara sea departamental, pero que el Senado sea regional, y que se mantenga un grupo de senadores nacionales, porque los temas nacionales deben tener su espacio en el parlamento.

- Usted fue coautor de la Ley de Inteligencia y Contrainteligencia. ¿Cómo ve el actual episodio de las interceptaciones aparentemente ilegales?

Muy grave que vuelvan estos escándalos, porque afectan mucho la confianza que costó demasiado reconstruir después de los falsos positivos y de las interceptaciones ilegales del gobierno anterior. La ley de Inteligencia se creó para cubrir los vacíos en los que los organismos de inteligencia actuaban sin Dios ni ley, sin saber dónde estaban las líneas de legalidad que no deben traspasarse.

- Pero, entonces, está muy bien concebida, pero mal aplicada...

La responsabilidad de su implementación no es del Congreso, es del Gobierno que la debe reglamentar, que debe velar por su aplicación. El Congreso tiene la responsabilidad de hacer control parlamentario, a través de comisiones especiales.

Los proyectos del nuevo Congreso

Para el senador Juan Manuel Galán, la elección del nuevo Congreso será histórica, debido a que será la primera vez en 50 años que Colombia verá la transición de la guerra hacia la paz, "por lo menos en lo que tiene que ver con las Farc, que también por primera vez están hablando de paz".

Agregó que otra iniciativa que deberá tramitarse es la de la reforma de la justicia, "porque no hay nada que tenga que ver más con la paz que la justicia, en materia de víctimas y de posibilidad de acceso a la verdad".

Agregó que la reforma de la Salud también será vital, y aseguró que el trámite de esa iniciativa se ha visto interrumpida, debido a que "las EPS financian la campañas parlamentarias y presidenciales, y a esas EPS les interesa preservar el ánimo de lucro y la integración vertical".

Finalmente, dijo que en materia de educación se propone que los PEI (Proyecto Educativo Institucional) comiencen a recibir recursos, para lo cual es necesario reformar el Sistema General de Participación (SGP) para que se pueda avanzar en pertinencia y en calidad.