Una escuela de Norcasia está sin las delicias del agua

Óscar Veiman Mejía

LA PATRIA | Manizales

Los niños de la vereda Las Delicias, en Norcasia, viven sin agua. En verano, sobre todo, algunos se bañan en la quebrada La Gregoria antes de clase. De allí la sacan en porrones y baldes para las necesidades de las casas y de la escuela. "¿Cómo amanecieron?", saluda la profesora Gloria Patricia Ramírez. Ellos responden: "Muy bien, gracias a Dios".

El caserío, como la mayoría de los 17 del municipio, es resaltado por sus numerosas fuentes hídricas y el potencial turístico. Sin embargo, a los habitantes de Las Delicias, Montebello y San Esteban, por ejemplo, no les llega el líquido a las viviendas. Esa es la primera ironía.

La segunda es que los pobladores de Las Delicias solo tuvieron agua en sus hogares en la época violenta de mediados de la década pasada cuando en la zona estuvieron los paramilitares del Magdalena Medio, dirigidos por Don Roque, hijo menor del comandante principal, Ramón Isaza.

Nicolás Vera habita cerca del centro educativo. "Es muy triste ver en la madrugada que niños se tengan que bañar en un charco. Me gusta ayudar con el aseo de la escuela y a veces cargo agua para ellos desde la quebrada".

En otras frases recuerda el caso con los 'paras'. "Construyeron un tanque subterráneo y pusieron motor. Con eso sacaban el agua para sus necesidades y la gente aprovechaba para conectarla a las viviendas. Luego se desmovilizaron y se llevaron el motor. La gente se quedó sin acueducto otra vez".

Cargueros

El martes pasado en la mañana los niños le mostraron a LA PATRIA el recorrido que hacen a la quebrada. La ida demora cinco minutos, sobre todo porque los pequeños corren por una carretera destapada y bajan a toda velocidad por un monte.

Al final de la ladera pasan un cerco y como malabaristas pisan las piedras para llenar los recipientes en los charcos, donde algunas madres lavan la ropa. El regreso por la cuesta dura 10 y hasta 15 minutos.

Los niños de la Escuela incluyeron en el proyecto Ondas de Colciencias, orientado en Caldas por Fundeca, una pregunta de investigación sobre cómo pueden solucionar la falta de agua para sus viviendas y el plantel. El nombre es Imanes del agua, explica la profesora, con el que ellos reflejan la situación por la que pasan y plantean la inquetud, que es la misma de todos los pobladores: ¿Qué hacer?

La lluvia es una bendición en esta zona, rica en guanábana, cacao, aguacate y madera, en medio de montañas, adornadas de lagos con criaderos de peces y altiplanos de pastizales que mantienen la vocación ganadera.

La profesora comenta: "Cuando llueve aprovechamos para recoger agua y nos dura unos días. Es muy complicado sobre todo con el uso de los sanitarios, pues no se puede restringir ese servicio".

Las Delicias pertenece a Norcasia, localidad de la subregión Magdalena Caldense a 700 m.s.n.m. con una temperatura promedio de 25 grados. En verano el calor es infernal (38 y 40 grados). Las fuentes pequeñas se secan.

María Orfalia Arias es la presidente de la Junta Comunal de la vereda Las Delicias y de la Asociación de Juntas Comunales de Norcasia, que agrupa a 25, de las cuales 21 son rurales y 4 urbanas.

Ella tiene el contexto de la situación en Las Delicias y en el municipio. "Aquí nos ha tocado compartir con una hacienda, vecina de la escuela. Antes, nos dejaban utilizar un ariete para que los niños sacarán el agua. Desde hace unos dos años las cosas se complicaron con el cambio de dueño. Ahora le dan más prioridad al ganado, principalmente en temporadas secas cuando el agua escasea".

Tocan puertas

En la vereda comparten el mismo sueño: agua. Hacen gestiones, envían cartas, piden auxilio ante candidatos, alcaldes, líderes o lo que les suene a posibilidad de saciar su sed. Nada ha dado frutos.

Con el actual alcalde, Wilmar Herrera, hay un proyecto en dos fases: la primera consiste en instalar una motobomba para impulsar el líquido a la escuela. Y la segunda es un acueducto para cubrir las 47 casas y favorecer a sus 120 pobladores.

La vereda, por fortuna tiene su ángel guardián. Se llama Miguel Henao, propietario de una finca del sector. Gonzalo Ovidio, administrador, dijo que el señor autorizó a la comunidad para utilizar una represa y un cuarto de máquinas para acueducto.

"Don Miguel es el padrino de la escuela, hace donaciones, entrega regalos en diciembre. Ahora nos quiere apoyar con esto y tenemos que aprovechar", comenta María Orfalia, la dirigente comunal.

La misma líder cierra la petición que a la vez es la ilusión en Las Delicias: "Alcaldía, Gobernación, ministerios, entidades privadas, pónganse la mano en el corazón y acuérdense de estos niños y estas familias que clamamos por agua".

Un proceso muy turbulento

Comunidad

Nicolás Vera y María Orfalia Arias, habitantes de Las Delicias, dicen que el sueño de agua ha acompañado la historia del caserío. "Los políticos pasan por aquí y siempre dicen que ellos sí nos van a hacer el acueducto, pero nada", comenta Nicolás. Ella cita un documento en el cual asegura aparecen recursos supuestamente invertidos en un acueducto.

Por Alberto Orduy

LA PATRIA consiguió el documento al que se refiere Orfelia. Se trata de un balance de gestión del 2012, presentado por Alberto Orduy (liberal), quien en el 2011 concluyó su mandato como alcalde. Allí cita el presupuesto que aprobó el Concejo en octubre del 2011 para la vigencia 2012.  

Incluía Construcción de acueducto en la vereda Las Delicias por $42 millones, mismo valor para el de la vereda San José y $38 millones para el de San Esteban. La ejecución quedaría en manos del próximo alcalde.

Con Marisol Manrique

La alcaldesa Marisol Manrique (de la U) asumió en el 2012. Su esposola asesinó en abril del 2014. Edwin Sánchez, quien fue su secretario de Planeación, dijo: "El alcalde dejó unas partidas. Al llegar la alcaldesa pidió facultades para modificarlo. Una obra requiere estudios y diseños, un acueducto no vale $40 millones que fue lo que él dejó. La vereda tenía limitantes, tenía que tramitar la concesión de aguas. Se requería un terreno con 15 metros a cada lado. El dueño dijo que vendía en $500 millones. La idea, entonces, era meter el proyecto al Plan Departamental de Aguas y mirar cómo compensar al propietario. Estuvimos dos años y medio, pero no logramos".

Alcaldía actual

El alcalde de Norcasia, Wilmar Herrera, aseguró que radicó el proyecto de acueducto para Las Delicias en el Plan Departamental de Aguas. "Está priorizado y lo primero que queremos hacer es llevar agua a la escuela y luego a toda la comunidad. Está por unos $70 millones. Esperamos que Corpocaldas nos dé la concesión de aguas".  

Plan Departamental de Aguas

Por medio de la oficina de prensa del PDA se indicó que en el Plan de Acción de Norcasia (con los recursos que tienen en el PDA) está priorizado el proyecto de acueducto para Las Delicias. En el Plan está radicado como estudios y diseños. Está en la fase de análisis para mirar qué ente o tipo de institución lo hace. Los estudios arrojan si es viable. Son dos proyectos inscritos como prioritarios. El otro es para Montebello.

Juan David Arango, director de Corpocaldas

"Para la concesión de aguas en un acueducto veredal o comunitario la ley exige una autorización sanitaria, es decir, certificación de que el agua es apta para consumir. Eso lo da la Dirección Territorial de Salud. Para eso, la comunidad debe presentar mapa de riesgo, caracterizaciones y diseño de la planta de potabilización. La Territorial no ha recibido esa documentación, por eso la concesión está parada. Desde el punto de vista ambiental no hay problema".

Paco Ayala, coordinador de Salud Ambiental de la Territorial de Salud de Caldas

"Para que Corpocaldas entregue la concesión de aguas primero la comunidad debe tramitar ante nosotros autorización sanitaria favorable. Tiene tres requisitos: caracterización de la fuente del agua (análisis químicos y microbiológicos) para que con base en eso puedan presentar una propuesta de tratamiento y nosotros expedir que el agua es apta. Si no se cumplen no podemos expedir el documento. Aquí no hay solicitud".