LUIS ÁNGEL GIRALDO Y ANDRÉS RODELO
LA PATRIA | MANIZALES
Los alumnos de 11-A de la Normal Superior Nuestra Señora de la Candelaria, en Marquetalia, todavía no salen de su asombro. Recogieron cerca de $16 millones en cinco meses. Todo por una meta que se fijaron el año pasado: ayudar a sus compañeros Alejandro y Luisa, quienes presentan condición de discapacidad.
La primera perdió sla pierna derecha, amputada por un tumor cancerígeno. El segundo debe utilizar una silla de ruedas como consecuencia de una enfermedad degenerativa. A pesar de que la motivación era mucha para apoyarlos, al principio los invadió el escepticismo.. No estaban seguros de si podrían conseguirlo.
“Teníamos la necesidad de hacerlo, pero lo veíamos imposible. Hoy lo creemos porque ya vemos los frutos de tanta dedicación, esfuerzo y noches de desvelo preparando las actividades para recoger el dinero”, mencionó la estudiante Estefanía Llano.
Esta semana, Luisa llegó al colegio estrenando prótesis. A eso se refiere Estefanía cuando habla de los frutos cosechados. “Ya me estoy acostumbrando, pues antes tenía muletas. Luego podré caminar mejor y desplazarme fácilmente. Agradezco a todos mis compañeros por su unión y apoyo”, comentó Luisa. A Alejandro también le compraron unos zapatos ortopédicos y unos objetos para hacer ejercicio en la casa.
Trabajo
El proyecto Prótesis de la esperanza comenzó el año pasado, cuando los alumnos estaban en grado décimo. La promotora de la iniciativa es la profesora Consuelo Betancur. “Realizamos bingos, rifas, ventas de dulces y de botones. Vinculamos a personeros del departamento, quienes nos apoyaron vendiendo en instituciones de Manzanares, Villamaría, Pensilvania, Aranzazu y Salamina. El dinero lo maneja la junta de padres”, expresó.
“Todo empezó con un ejercicio de sensibilización que realizaron en el 2016. Consistió en que cada alumno se puso en los zapatos de una persona en situación de discapacidad. A partir de eso concretaron ese apoyo que antes solo era teórico y que luego convirtieron en acción”, explicó el rector del plantel, Eduardo de Jesús Bustamante.
La experiencia hizo que Estefanía Llano tomara conciencia. “No pude usar los brazos ese día desde el preciso instante en el que me levanté. Fue bastante complicado. Ahora sé el esfuerzo tan grande que deben hacer estas personas. Me les quito el sombrero”, apuntó.
Ahora las pretensiones van al alza: “Seguimos con la silla de ruedas eléctrica para Alejo. La idea es comprársela y dársela cuando nos graduemos”, dijo Caroline Valencia.
Luisa, la segunda en la fila de arriba, de izquierda a derecha. Alejandro, abajo en la silla. Aquí aparecen con alumnos de Manzanares, quienes se unieron a la causa.
El caso de Junior
LA PATRIA publicó el pasado 7 de abril la historia de Junior Esteven Luna, alumno de sexto de la Institución Educativa El Placer, de Marquetalia. Él nació con manchas en los ojos, lo que lo limita visualmente. Actualmente, mejoró su estado, gracias a una intervención quirúrgica que le practicó un médico de Manizales, quien se interesó en su caso. “Ha estado yendo a controles después de la operación”, dijo la profesora Luz Neyda.
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