LAURA SÁNCHEZ
LA PATRIA | MANIZALES
Isabela, de cuatro años, tuvo el miércoles su primer día de asistencia la Hogar Infantil Los Ositos, en el barrio Fátima, después de cerca de un año en el que estuvo en casa sin ver a sus amigos.
Su papá, Andrés Alfonso Laverde, cuenta que él y su esposa estaban preocupados por la reacción de ella, de su llanto o temor. La realidad sucedió a la inversa: “Le dijimos chao, amor, y ni nos miró y entró al hogar”. Ingresó desinfectándose las manos, el morral y los zapatos, saludó a las maestras y le tomaron la temperatura.
En Caldas son nueve Centros de Desarrollo Infantil (CDI) que volvieron a la presencialidad, seis de ellos en Manizales. El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) regional Caldas, responsable de los centros, indicó que entre marzo y abril abrirán otros 32 para atender presencialmente a cuatro mil niños y niñas, y así garantizar su desarrollo motor, cognitivo y socioemocional.
Esto último fue recordado en una tutela presentada hace 17 días por la Red Papaz en la que exige que estos servicios sean abiertos con urgencia porque son una población prevalentes, según el artículo 67 de la Constitución Política. El documento dice, por ejemplo, que la primera infancia de 0 a 5 años no parece estar en la atención del Gobierno nacional:
“A la fecha de presentación de esta acción, no hay un plan del ICBF para el regreso de la prestación de servicios a la primera infancia en la modalidad presencial o en alternancia”.
Además, que las medidas estaban contempladas para menores entre los 2 y 5 años, y que no había fecha de retorno a la presencialidad. Red Papaz recibió testimonios de familias que sienten miedo de exigir al ICBF el retorno presencial, por temor a perder la asignación de cupo a sus hijos.
Aunque este contexto no está claro, Andrés Alfonso, papá de Isabela, sí reconoce que el año pasado fue una experiencia difícil en la que se enfrentó a estas conversaciones con sus hijos: “Ella me decía que mi jardín, que mis amigos. Estaba afectada emocionalmente. También mi hijo se graduó virtual de grado once, era un evento tan importante que tuvo que ser desde la casa”.
Con el CDI cerrado en el 2020 y la pandemia, su esposa dejó de trabajar para dedicarse al cuidado de Isabela y en él recaen los únicos ingresos económicos de la familia. Lo que importa ahora es que la experiencia de Isabela en el hogar lo borra todo: “Mi esposa me contó que ella llegó con una carita feliz porque le fue bien y hablaba por todos lados”. Y esto parece ser suficiente para la familia.
Protocolos divertidos
Cuando Isabela cruzó la puerta del Hogar Infantil Los Ositos la recibieron dos personajes disfrazados para entender qué es el virus y cómo deben comportarse en casa.
Aquí la alternancia será por semanas, solo reactivaron parvulario y jardín (de 2 a 5 años). La directora, Germania Muñoz, expresa que cada 20 minutos desinfectan las manos y hay lavado de manos en cada salida de las cuatro que hay al comedor e ingreso al salón.
Su experiencia con ellos la describe así: “Ellos son muy seguidores de las normas y como tenían tantas expectativas de volver al jardín estaban muy pendientes de todas las normas, han aprendido que deben desinfectarse las manos y los zapatos”.
Lo primero que aprendieron la semana pasada fueron los protocolos de bioseguridad, para enseñar que las muestras de cariño se transforman con el propósito de evitar el contacto físico entre ellos. Luego evaluarán las habilidades aprendidas virtualmente el año pasado.
El ICBF Caldas agrega que la alternancia cumple con las indicaciones de las autoridades de salud: edad y comorbilidades de las agentes educativas, comorbilidades de los menores de edad, adaptación de la infraestructura a los protocolos de bioseguridad para garantizar el distanciamiento y las medidas de higiene que preserven la salud tanto de los niños y las niñas como del recurso humano.
Si el niño o niña no asiste a las presenciales, los CDI continuarán con la entrega de las canastas alimenticias a las familias de los niños y niñas beneficiarios de las modalidades de atención a la primera infancia.
Cimientos flojos
Juana Morales, psicóloga de la Universidad Javeriana e integrante de la Red Papaz, explica que la mejor manera de entender qué les pasó a los niños y niñas el año pasado, es entender qué necesitan para su desarrollo.
Lo primero es que requieren espacios de aprendizaje para desarrollarse: “Se han tenido que habituar a un mismo espacio y a la pérdida de pares para aprender. Necesitan hacer cosas para que su cerebro vaya estructurando las habilidades que necesita”, indica la psicóloga.
Esta primera infancia constituye los cimientos del desarrollo de la vida de una persona. Es esto lo que preocupa a la Red, pues los niños están teniendo muy pocas experiencias, exploración y relacionamiento con los demás.
Otro asunto que se suma es la alimentación que los niños reciben en el CDI. “Vemos en Bogotá que cuando los niños salen de vacaciones bajan de peso. También la nutrición emocional que está en el estrés de los cuidadores por el confinamiento y la falta de trabajo”.
Agrega que deben incluirse actividades lúdicas y señales visuales para que los niños aprendan el comportamiento de autocuidado: “Debemos enseñar habilidades que ya hemos enseñado, enseñar a marchar y a tomar distancia. Los niños han dejado de madurar en relación a autorregular con el otro, no han visto a otros niños para jugar, para pedir juguetes”.
Destacados
- Red Papaz calificó la prestación remota de la atención integral a la primera infancia como una violación grave y masiva a los derechos de la primera infancia.
- “Es muy divertido volver. Solo podemos jugar con juguetes. Me gusta volver a ver a la profe. Hoy aprendí con plastilina”. Ángel, de cuatro años.
Otros reclamos
Red Papaz asegura en su tutela otros puntos:
*Bajo la modalidad de atención remota no se está llevando registro de la talla, peso y esquema de vacunación de los usuarios de los servicios de la forma como corresponde hacerlo.
*La falta de presencialidad equivale a un retroceso en la educación inicial, que es de crucial importancia en el desarrollo cerebral, emocional y psicosocial de las niñas y los niños.
*La falta de retorno a las instituciones educativas y la separación de niñas y niños de sus cuidadores puede generar desórdenes psiquiátricos como preocupación, ansiedad, dificultad para dormir y pérdida de apetito.
*El MinSalud y el Instituto Nacional de Salud, hasta el 25 de enero de 2021, reportó 36.314 casos positivos de covid entre niñas y niños de primera infancia, que equivale al 1,6% de los casos totales.
*De acuerdo con la Clínica Mayo de EE. UU. la mayoría de los casos positivos de covid en niñas y niños no presentan síntomas, o los síntomas no son tan graves como en los adultos.
*Según Unicef y la Unesco, las instituciones educativas no son el principal factor de transmisión en la comunidad de covid.
*Sobre los niños menores de 2 años, el ICBF indica que “la caminata inestable propia de su proceso de desarrollo, puede generar que requieran la necesidad de soportarse en diferentes objetos con sus manos o tener contacto frecuente con el piso”. Esta razón para la Red no es suficiente para justificar la privación de estos servicios a esta población.
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