LAURA SÁNCHEZ
LA PATRIA | MANIZALES
La primera noche que Esperanza se encontró con Santiago, su hijo, muy drogado y violento, presintió que la batalla juntos iba a ser larga y dura. Ese día descubrió que Santiago, a sus 13 años, fumaba marihuana e inhalaba pegante.
"Nadie sabe cómo es vivir con un hijo así. Duele y no se tiene tranquilidad. Es una tristeza inmensa. Una lucha de años", describe Esperanza.
Quizás usted pase por una situación similar y no sepa qué hacer cuando además de consumir alucinógenos, su hijo también roba, como el de Esperanza quien atracaba en las calles de Manizales. Es un debate entre el amor y la ley, entre lo correcto y el corazón.
Todo empezó cuando a sus 12 años, a él le diagnosticaron una deficiencia neuronal con problemas en el aprendizaje. "Entró a un tratamiento con un psicólogo. En una sesión mi hijo salió llorando porque él le había dicho que no iba a ser nadie en la vida". Esto lo frustró mucho y se dejó arrastrar por las malas compañías del barrio.
Al año siguiente robó a una joven en el Centro. "La Policía lo agarró y lo llevó a una estación. Él me lloraba, pidiendo perdón y mi hija y yo no parábamos de regañarlo". Esa fue su primera vez.
Ahora Santiago ha mejorado, tiene 19 años, mermó el consumo de drogas y es obrero.
Amor no quita conocimiento
La profesional de apoyo y psicóloga Cristina Isabel Meléndez Andrade explica que el amor no quita conocimiento cuando se trata de juzgar el comportamiento de un adolescente. "Se toma un sentido diferente si se está hablando del propio hijo porque no es fácil hacer cumplir la norma, dado que se hallarán muchas razones para tratar de justificarlo.
Nuestra sociedad se haya en un sin salida para denunciar, sobre todo si quien pretende darlo a conocer es el progenitor".
Hace una semana LA PATRIA registró la historia de una mamá que encontró droga en la habitación de su hijo, un expendedor de estupefacientes. Se acercó al CAI de la comuna Cumanday y lo denunció para que lo arrestaran.
La Policía Judicial de Infancia y Adolescencia encontró 110 paquetes de bazuco con un peso de 61,5 gramos y dos paquetes con 23,3 gramos de clorhidrato de cocaína. Él menor fue arrestado.
"Existen situaciones que a veces no son tenidas en cuenta por las familias y que el adulto permite sin darse cuenta como amenazas, insultos, humillaciones, lesiones leves como arañazos o bofetadas, empujones, golpes y roturas de mobiliario. Es necesario comprender que el respeto debe permanecer porque hace parte de los valores que identifican a alguien dentro de una sociedad y de las normas mínimas de convivencia".
Tenga en cuenta:
Qué hacer frente a situaciones de delincuencia en sus hijos es la pregunta principal que se debe responder, según la psicóloga Cristina Isabel Meléndez Andrade, para contestar tenga en cuenta esto:
- Tener conciencia de que es un delito y requiere corregirse.
- Mantener un canal de comunicación claro con el menor.
- Evitar desesperarse y ser prudente con familia y amigos.
- Remitirse a una comisaría de familia o al ICBF si es menor de 14 años.
- Acudir a la Fiscalía si es mayor de 14 años.
- Conocer el Sistema de Responsabilidad Penal para Adolescentes (SRPA) Ley 1098 de 2006.
- Solicitar acompañamiento psicológico, ya que involucra y afecta a todos los miembros de la familia.
- Colaborar con el proceso terapéutico
- Una vez termine su proceso, plantear alternativas como proyecto de vida.
- Apoyar la práctica de una disciplina o deporte.
"Estos comportamientos provocan la deserción escolar y actos delictivos, que puede ir desde un hurto hasta un homicidio, poniendo en peligro su desarrollo afectivo, emocional, escolar, familiar, físico y social".
La dulce firmeza
Cristina Isabel Meléndez Andrade, profesional de apoyo y psicóloga.
Foto | Cortesía | LA PATRIA
"Tan importante es ser el proveedor económico que cubre las necesidades básicas de los hijos, como ser el modelo por seguir en su crianza. Los hijos no copian lo que se les dice insistentemente, ellos calcan y reproducen lo que se hace. Es común encontrar padres que pretenden ser los amigos de los hijos, se debe ser amigable si se hace esta diferenciación. El mensaje que se envía cambia porque ellos ya tienen suficientes amigos, los hijos requieren una autoridad que forje su carácter y les ayude a asumir el mundo y sus retos.
La comunicación juega un papel vital porque si desde pequeños ha sido clara, ellos se sentirán seguros, sabrán qué esperar y encontrarán una correspondencia entre lo que se enseñó como bueno y lo que no y esto puede ser de gran ayuda para asumir consecuencias".
Jóvenes a lo bien
Es un programa de participación ciudadana para adolescentes que dirige la Policía, el Sena e instituciones públicas y privadas. El objetivo es orientarlos cuando enfrentan situaciones de violencia, comportamientos delictivos o comportamientos contrarios a la convivencia que los ponen en riesgo. Después brincan formación complementaria técnica o tecnológica para facilitar la empleabilidad, proyectos productivos y procesos de reivindicación cultural y social, todo es gratuito.
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