LA PATRIA | MANIZALES
Perder un año es tirar a la basura tiempo y dinero. Los esfuerzos del padre de familia y del estudiante (si existieron o no) habrán sido en vano: útiles escolares, jornadas de estudio, etc.
Sin embargo, puede ser lo mejor, dependiendo del caso. Pasar por alto los vacíos intelectuales de un estudiante y promoverlo no es hacerle un bien, aunque crea que sí.
A largo plazo esto puede representar un problema más grande: los conocimientos que no aprendió serán requisitos de otros que no comprenderá al no dominar las bases de los temas.
A continuación, varias razones de por qué repetir el año puede ser lo mejor.
*Con información del sitio web Understood.
Inasistencia
Los niños que perdieron días de estudio por enfermedades, traumas emocionales o mudanzas podrían beneficiarse al perder el año. En lugar de promoverlo con sus vacíos intelectuales, ocasionando más adelante un problema peor, lo recomendado es repetirlo para que aprenda correctamente.
Nivelar edad
Niños que son más jóvenes que sus compañeros del mismo grado: bien sea porque los promovieron prematuramente o porque comenzaron sus estudios temprano. Hay casos en los que presentan dificultades académicas. Podrían beneficiarse al repetirlo, pues que esté con niños de su edad es mejor desde el punto de vista emocional. Al ser menor puede sentirse aislado.
Dominar habilidades
Repetir el año es una opción para los niños atrasados en áreas del conocimiento. Hay unos que tienen pocas probabilidades de nivelarse con su grupo de compañeros en el próximo grado. Sin embargo, hay que tener en cuenta que necesitará ayuda para que domine estas habilidades.
Escúchelo
Puede ocurrir que su hijo sea franco y le pida que le permita repetirlo, pues no se siente capacitado para cursar el siguiente grado. En ese caso, determine si efectivamente es necesario respetar esta decisión. Si es así, elabore un plan de trabajo con el niño y con los profesores, que incluya compromisos y estrategias para mejorar.
Recuperarse
Mirar el proceso de seguimiento que los padres hicieron a sus hijos, pues en ocasiones hechos como llamados del colegio o notas que no fueron atendidas pueden provocar la pérdida del año. En cuanto a los estudiantes es importante tener en cuenta.
• Asumir que se perdió un año escolar y no un año de vida.
• Asumirlo con un aprendizaje y hacer una autoevaluación.
• No inclinarse hacia la deserción escolar.
• No solo informar a los padres sobre la pérdida del año, sino ofrecerles soluciones y un plan de contingencia.
• Lo más importante es orientar a los hijos en este momento difícil.
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