Óscar Veiman Mejía
LA PATRIA I Manizales
Andrés estuvo 14 años en la cárcel, y María, tres. Ambos, desde distintos escenarios, tuvieron que ver con la guerrilla de las Farc, antes de la firma del Acuerdo de paz del 2016. El hombre, en labores de inteligencia subversiva en zonas urbanas. La mujer, como supuesta colaboradora desde un puesto de salud rural. Hoy, los dos, coinciden en estas palabras: Emprendimiento, estudio, crecimiento, familia, comunidad, calidad de vida y por supuesto, paz.
Seguimos con ellos. Él, con su familia, tiene un proyecto productivo que consiste en vender chorizos artesanales con la receta que le transmitió su tío. Ella, con reincorporados, víctimas del conflicto y comunidad, comercializan tilapia roja.
El asunto es que, desde el 18 de enero con otras 33 personas en proceso de reincorporación, son compañeros virtuales en la Universidad Católica de Manizales. Estudian Modelos de Entornos Productivos (MEP) el cual impulsa el desarrollo de capacidades para administración de unidades productivas.
La formación dura 500 horas. Han aprendido sobre gerencia de proyectos, cómo hacerlos, cómo llevar una contabilidad, servicio al cliente. El propósito es brindarles herramientas que fortalezcan sus ideas de negocios.
Andrés: “La clase del lunes me emocionó, comprendí que en las empresas lo más importante son el capital humano, las buenas relaciones, sin eso no hay empresa, así tengamos equipos, plata y materia prima”.
María: “Siento que aún estamos a tiempo de aprender muchas cosas. Nuestros conocimientos eran empíricos, no sabíamos cómo llevar una contabilidad, cómo formular un proyecto para mayor facilidad, cómo crear una empresa”.
Al frente
El MEP es liderado por la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN),. Cuenta con el apoyo técnico y financiero del Fondo Multidonante de las Naciones Unidas para el sostenimiento de la paz (MPTF) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Y tiene alianza con la Gobernación de Caldas y la Universidad Católica.
El objetivo es que la formación sea virtual en un 75% y que el resto sea presencial, siempre y cuando lo permitan las circunstancias ante la pandemia por el coronavirus. De todas maneras, la Universidad capacitó a los excombatientes en el uso de computadores y otras herramientas tecnológicas.
Andrés nació y creció en el centro del país. Ingresó a la guerrilla en un viaje por los Llanos Orientales. “Estudié hasta octavo aprobado, dejé los estudios para trabajar y ayudar a mi abuela y mis hermanos”. María trabajaba en un puesto de salud y la vincularon con el entonces grupo subversivo. “Ya había terminado mi bachillerato y estudiado enfermería”.
A él lo capturaron y lo condenaron por secuestro. A ella la señalaron de rebelión y por eso la sentenciaron a nueve años y medio de prisión. En el 2016 llegó el Acuerdo de paz, que incluyó la Ley 1820 del 31 de diciembre, la cual dictó normas sobre amnistía, indulto y tratamientos penales especiales y otras disposiciones. Eso les significó la libertad.
Metas
Andrés: “El proceso de reintegración con la ARN me permitió retomar mis estudios y el año pasado terminé el bachillerato. Ahora aprovecho la opción con la Universidad Católica. Mi proyecto es capacitarse para mejorar nuestra empresa, tener un local y vender más comidas rápidas. Sueño, como todos los reintegrados, con vivienda propia y dejar de pagar arriendo”.
María: “Ya hemos sacado una cosecha de tilapia y vamos por la segunda. Queremos que nuestra empresa crezca para mejorar la calidad de vida de todos. También tener otros proyectos, diferentes del de los peces, y que crezca nuestro patrimonio”.
La coordinadora (e) de la ARN en el Eje Cafetero, María Isabel Barón, comenta: “Este entorno productivo es la muestra del compromiso del Gobierno nacional como de actores en el territorio para unir esfuerzos que beneficien a la población en proceso de reincorporación”.
Andrés y María concluyen con reflexiones. Él: “Soy de los que me gustan que me enseñen, lo que uno aprende nadie se lo puede quitar. Y que bonito aprender para enseñarles a otros”. Ella: “Cuando estuve en la cárcel recibí rebaja de la pena porque enseñaba a otras mujeres, ojalá cada día tengamos más posibilidades como esta de enriquecer nuestros conocimientos”.
En la alianza
Elizabeth Caicedo, rectora de la Universidad Católica de Manizales
Hacer parte de esta iniciativa es ser coherente con nuestra apuesta de responsabilidad social y transformación del entorno. Es la posibilidad que tiene la Universidad de unirse a la congregación frente a su opción de trabajar por la justicia y la paz”.
Valentín Sierra, secretario de Planeación de Caldas
Este proyecto demuestra cómo las instituciones pueden aportar a los cambios en la política pública y cómo pueden ser parte de la realidad colombiana ayudando a transformar la violencia en paz.
Algunos datos*
- En el Eje Cafetero hay 195 personas acreditadas en el proceso de reincorporación. De estas, 49 están en Caldas.
- Desde el 2014 hasta el 2020 se han implementado 49 entornos de formación productiva para personas que buscan reincorporarse a la sociedad y en los que se han beneficiado a 1.702 personas.
- Entre agosto del 2018 y noviembre del 2020, el Gobierno nacional ha implementado 23 entornos de aguacate Hass, piscicultura, ganadería, café, mecánica de motos, ebanistería y carpintería, turismo, confecciones y porcicultura.
Los excombatientes beneficiados con el entorno productivo viven en 13 municipios de Caldas.
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