Carlos Mario Ríos y Óscar Veiman Mejía
LA PATRIA I Manizales
En La Blanquita todos quieren opinar. Y con razón, la escuela de la vereda está en riesgo. Uno es Andrés Arevalo, de 10 años y de grado quinto: “El derrumbe llegó hasta la cancha de micro y ahora nos toca ir hasta la vereda Viboral, lejos de aquí”.
La sede educativa está ubicada en una parte alta de la vía que comunica a Aguadas con Pácora, en el norte de Caldas. Los derrumbes son una constante en el sector, sobre todo en invierno, que dejan incomunicadas a estas dos poblaciones.
Otra persona que expone el asunto es Ángela María López, de la Junta de Acción Comunal. “El barranco come más cada día y se acerca a la escuela. Y nada que empiezan las obras, seguimos esperando”.
La comunidad se refiere al deslizamiento de tierra, producido en una curva de la carretera, justo donde la Secretaría de Infraestructura de Caldas ha intervenido con obras menores destinadas a mitigar el riesgo.
Ahora tiene la palabra el dueño del lote. Se trata de Jhon Fredy Henao. “Ese lío comenzó hace como tres años, nunca le habían parado bolas, pero ahora que se tapó ahí sí vinieron”. El señor pide que le paguen los palos de aguacate que se llevó la avalancha. “Además, se desvalorizó mi finca”.
Los dolores de cabeza en ese tramo son de vieja data. El Tiempo tituló el 4 de diciembre de 1993 Se desmoronan vías de Caldas, que incluía una reseña sobre la salida temporal de servicio del tramo. El 14 de marzo del 2020 RCN publicó Más de 500 deslizamientos afectan vías de Caldas, ahí estaba Pácora-Aguadas.
Reciente
LA PATRIA también ha dado cuenta múltiples veces de estos daños. El 27 de febrero fue la más reciente, acompañada con una imagen escalofriante de un camión y una pasando por encima de la vía hueca.
La comunidad, en el reporte de este diario, advirtió: “Hay un vacío en la vía de dos metros de profundidad, que mantiene solo una pequeña capa de asfalto. Esto podría ceder en cualquier momento y causar una tragedia. Falta más señalización en la vía y el tráfico pesado es constante”.
La siguiente voz es de una madre. Yudy Valencia comenta: “Esto se vuelve un drama. A los niños ahora les toca ir hasta Viboral. Es muy peligroso porque son muy pequeños y deben atravesar la vía central y a uno le da miedo enviarlos solos”.
El trayecto entre Aguadas y Pácora tiene 16 kilómetros. La Blanquita y La Gabriela, dos puntos críticos, están en jurisdicción del primero. Y El Paraíso, otro sitio con caída constante de tierra, en el segundo.
La Gobernación, ante el daño en la banca, emprendió las reparaciones, que consistieron en ensanchar la carretera recortando el barranco, justo en la parte baja de donde está la escuela de La Blanquita. La líder comunal reseña: “Es un lío que ellos causaron por ahorrar y no estabilizar primero. Se les explicó que eso tenía mucha agua”.
Jhon Jairo Gómez es el secretario de Infraestructura de Caldas. Manifiesta que La Blanquita está en el grupo de puntos críticos de las carreteras departamentales y que en las últimas semanas ha sido objeto de obras de mitigación. Con una plástico taparon por unos días para evitar la filtración de agua. Sin embargo, se perdió y ahora gestionan otro, mientras llega la solución definitiva.
El derrumbe desbordó parte de la cancha de microfútbol y amenaza con tragarse la escuela. Por eso, estudiantes debieron desplazarse. La situación también golpeó el corazón de la profesora, Alba Lucía Posada.
Licitación
La Blanquita forma parte de su vida. En un primer ciclo enseñó allí 17 años, luego pasó a la de Viboral, donde estuvo cinco. Hace poco regresó a la Blanquita con el fin de recuperar la matrícula, ya tiene 17 niños.
Ella expresa: “Es muy doloroso ver como nos quedamos sin escuela. Una trabaja en la zona rural con gente muy buena, empeñada en sacar a sus hijos adelante. Esperamos que hagan la obra rápido para que el barranco no se la lleve”.
El secretario de Infraestructura anunció que ya están dispuesto mil 43 millones de pesos. Lo que sigue es abrir la licitación para definir el contratista que ejecutará la reparación. “Vamos a hacer un tratamiento de contención para que no se vaya a venir el patio de la escuela. En dos meses estaremos adjudicando”.
Las voces finales que esperan que la escuela salga del riesgo:
Yudy Valencia, madre de un estudiante
“No todos tenemos para pagar pasajes de ida y vuelta de los niños hasta Viboral. Esperamos que salven la escuela para que los niños tengan de nuevo facilidad de estudiar”.
Andrés Arevalo, estudiante
“Necesitamos que nos den solución para volver a nuestra escuelita que la teníamos muy bonita, al lado de nuestra amada profesora”.
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La tierra sigue cediendo, según habitantes de la zona, lo tiene en peligro la sede educativa.
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Los niños de la escuela de la vereda La Blaquita ahora estudian en la casa campesina del sector de Viboral.
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Foto I Archivo I LA PATRIA
El 27 de febrero LA PATRIA público este daño en la banca de la vía Pácora-Aguadas, sector La Blanquita.
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