LAURA SÁNCHEZ
LA PATRIA | MANIZALES
Las materias más duras en alternancia en una consulta a seis estudiantes de la Institución Educativa Rural La Cabaña, de Manizales, fueron matemáticas, inglés y educación física. En especial en medio de una educación remota a punta de whatsapp.
Esta semana fue la primera para algunos alumnos de bachillerato que asistieron a la sede principal. Sobre los pupitres de un salón caluroso de grado décimo estaban cuadernos iniciados apenas en sus primeras hojas, sin ninguna arruga.
También tenis blancos nuevos y uniformes pulcros, tapabocas bien puestos y alcohol glicerinado eran lo común y lo insólito después de un año sin encontrarse en clase con el profesor de matemáticas, Jairo Ruiz.
Comenzó con un problema fácil, para despedazar en pasos lo que sería la resolución de cualquier problema matemático, sencillo o complejo, con el que se encontrarán sus alumnos en las pruebas de Estado. En medio de la lección una pregunta por la alternancia interrumpió y Laura, Ariadna Estefanía y Yenni Katherine Loaiza respondieron:
Laura Alzate
Nos sentimos muy bien porque empezamos a ver a los maestros y compañeros. Fue muy duro aprender trigonometría en casa por audios o videos. Uno acá pregunta e interactúa con compañeros.
Ariadna Estefanía Giraldo
Me siento muy bien con mis compañeros. Fue muy duro ver matemáticas e inglés en la casa porque a punta de traductor no aprendimos nada.
Yenni Katherine Loaiza
Es muy difícil estudiar en casa porque no se comprende lo mismo que aquí en el aula. La materia más difícil fue educación física porque era uno solo haciendo los videos.
Clase de matemáticas con el profesor Jairo Ruiz.
Aprendizaje de emociones
Esta también fue la primera semana para la profesora Verónica Osorio, de lengua castellana. Las emociones y sentimientos de los estudiantes fue lo que más extrañó, porque por whatsapp no parece obvio entenderlos.
“Cuando uno está en el aula como profesor, uno se da cuenta cómo está emocionalmente el estudiante. El regreso fue muy divertido. Hicimos una actividad de iniciación para enfocarnos en la inteligencia emocional y reconectar son sus sentires y con lo que les pasó en cuarentena”, expresó la docente.
Por eso el uso obligatorio del tapabocas en ocasiones no le permite leer estas emociones: “Lo más difícil es el protocolo del tapabocas porque me impide ver sus reacciones y otra barrera en el aprendizaje es que no puedan trabajar en grupo, pero nos estamos adaptando”.
Algo similar sucede con la docente Janeth Cardona, de la sede de primaria Libertador. Da clases en preescolar, primero y segundo en donde unos niños hablan en volumen bajo, cuya pronunciación es complicada de evaluar cuando aprenden a leer. Aunque para esto la alternancia suma más porque ya en el salón la profesora Janeth puede comprender las dificultades de sus estudiantes.
Afuera de la sede Libertador estaba Leidy Vanesa Sepúlveda esperando a su hija de grado cuarto: “En la casa no es igual porque aquí están sus compañeritos y su profesora. Mi hija está muy animada de volver, así sea un día a la semana”.
Clases de educación física del grado décimo bajo la sombra de árboles en el colegio La Cabaña.
Un año perdido”
La rectora, Ángela María Patiño, indicó que fueron meses de preparación para la alternancia. El colegio recibió $6 millones para compra de elementos e insumos de bioseguridad, que se complementaron con las ganancias de la granja del colegio.
“Fue una decisión de padres, de estudiantes y profesores. Teniendo en cuenta el trabajo infantil, vimos que en el 2020 decidieron que los niños asumieran el rol del trabajo, no podemos permitir eso porque deben estar en las aulas”, manifestó.
Otro asunto que los preocupaba fue la deserción porque los alumnos no querían estar en la escuela, también había desmotivación: “Un año académico perdido en la infancia no se recupera nunca. En un niño de 5 años en proceso lectoescritor es un tiempo maravilloso”.
Sobre el transporte
La rectora explica que el año pasado quedó un remanente de dineros del transporte escolar que decidieron usar para este comienzo de alternancia mientras surten los trámites en la Secretaría de Educación de Manizales para recibir los recursos de esta vigencia 2021.
“Solicitamos permiso para no devolverlos, para que quedaran como recursos del balance de la institución. Solicitamos cotizaciones para iniciar con transporte escolar la primera semana de marzo durante 45 días hábiles”, explica la rectora.
Cinco en alternancia
El secretario de Educación de Manizales, Francisco Vallejo, indica que en la ciudad hay cinco colegios oficiales en alternancia y 23 privados. “La alternancia hay que hacerla, es para ayudarles a los niños más necesitados. El municipio de Manizales no tiene cómo llegarles a esos niños, regalamos sim card y la señal no llega hasta zonas apartadas. Por esos niños necesitamos alternancia”. Los colegios son la Divina Providencia, La Cabaña, Instituto Universitario, Normal de Manizales y Mariscal Sucre.
En el 2020 la I.E. La Cabaña cerró su año escolar con 253 alumnos, y este año van 252.
Dana Castañeda, de grado décimo, integrante del equipo de Técnica Agropecuaria del colegio.
El sindicato Educal protestará mañana en un plantón itinerante en contra de la alternancia. A las 10:00 a.m. estarán en la plazoleta de la Alcaldía de Manizales, y a las 11:00 a.m. en la Plaza de Bolívar. En municipios de Caldas también habrá manifestaciones.
La docente Janeth Cardona en clase en la sede Libertador.
Los 17 profesores de las cinco sedes del colegio La Cabaña fueron los promotores de la alternancia.
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