Gilberto Echeverri, un médico al servicio de los primeros minutos de vida

Esteban Gallego

LA PATRIA | Manizales

Como una persona correcta, amable y de motivaciones sociales. Así definen colegas, estudiantes y cercanos al médico Gilberto Echeverri Mejía, quien falleció en la madrugada del 26 de octubre pasado a los 84 años de edad.

Echeverri estudió el bachillerato en el Colegio de Nuestra Señora. Luego, en 1963, se graduó como médico general de la Universidad de Caldas. Un año más tarde se especializó en neonatología en Bogotá. Durante 1965 y 1966 realizó una maestría en pediatría en el Hospital de Pediatría del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) de la Ciudad de México.

“Era parrandero, aunque no le gustaba mucho el trago”, explica el pediatra Hernán Arroyave, quien estudió junto a él la carrera profesional, especialización y maestría en México.

Arroyave añade: “Quería mucho su terruño, su Manizales del alma y la música colombiana. Su visión, desde muy joven, fue estudiar en México y regresar a su tierra para servir a las personas en Colombia. Incluso, cuando vivíamos en Ciudad de México se enamoró y decidió traer a vivir acá a su mujer”.

Regresaron a Manizales en 1967 y trabajaron en el Hospital de Caldas. En su labor sirvieron a miles de niños recién nacidos, fueron piezas clave en la creación de la especialización de pediatría de la Universidad de Caldas y se pensionaron en la década de los noventa.

Aprecio

“Luego de que nos pensionamos, yo me alejé de Manizales y no volví a saber mucho sobre él. Sin embargo, quedé con mucho aprecio por un hombre correcto, muy justo en su comportamiento. La comunidad manizaleña, como la médica, lo quería bastante incluso cuando tenía fama de malgeniado”, dice entre risas y nostalgia Arroyave.

Se casó con la mexicana Celia Pérez y junto a ella permaneció 53 años. Pérez narra: “Él trabajó toda su vida para darles unos primeros minutos felices a los recién nacidos, por mejorar la calidad de vida de los niños que podían, o no, pagar por una buena salud”.

Su vida, sin embargo, se partió en dos en el 2001, cuando su hija pequeña fue secuestrada por la guerrilla del EPL y, meses después, se supo sobre su asesinato. “Tuvimos tres hijos. El primero murió recién nacido; el segundo, Luis Fernando, es un artista reconocido nacionalmente y; la última, Cristina. Este hecho trágico afectó la salud de Gilberto y la mía. Sin embargo, nunca dejó de servir a la comunidad en Manizales”, resaltó Pérez.

Su familia decidió despedirlo con la música de su tierra y con una canción que, como él, siempre buscó regresar a sus orígenes y servir hasta el cansancio a la comunidad: “Quiero pueblito viejo morir aquí en tu suelo bajo la luz de un cielo que un día me vio nacer".

Cargos y reconocimientos

• Director del Servicio de Recién Nacidos Hospital de Caldas.

• Presidente del Colegio Médico de Caldas.

• Fundador de la Fundación Recién Nacidos.

• Caldense del año en 2001.

• Recibió el Escudo de Manizales en el grado de Comendador como reconocimiento a su labor profesional.