LAURA SÁNCHEZ
LA PATRIA | MANIZALES
Los niños estudian en casa y ¿las familias están bien? Este es el desafío mayor. Es la escuela en casa, las tareas y las labores del hogar. El docente orientador de los colegios Juan XIII y San Pedro (Anserma), Julián Andrés Toro, hace este llamado: “Queremos que sepan que cuentan con nosotros”.
Contar con el profe es contestar la llamada telefónica y tener, lo que nombró la Secretaría de Educación de Caldas Conversaciones con orientación. Llamadas que los docentes realizan desde el martes hasta el 30 de mayo, serán 43.420, es decir unas 1.670 diarias.
“Les pregunto cómo se sienten en esta realidad y en las clases. Identifico que las niñas ayudan en las labores del hogar y los niños ayudan cogiendo café. Los más grandes saben que cuando trabajan se sienten que ayudan a la economía del hogar. Invito a que se esfuercen, que es tiempo invertido, porque serán formados y capacitados, estudiar ayudar en sus proyectos de vida”.
Para cumplir la meta 167 profesores harán unas 10 llamadas diarias, siguiendo unas preguntas orientadoras para ser prudentes con las familias:
- ¿Qué tal te ha ido con el aislamiento obligatorio?
- Y en casa ¿cómo están todos?
- ¿Qué es lo que más te ha gustado de este aislamiento?
Estas respuestas indagan de las situaciones de los niños. Es un protocolo para detectar el sentir del estudiante y padre de familia, y poderlos guiar en la resolución de problemas socio-emocionales, de hábitos de estudio en casa, conflictos en casa.
Jéssica Osorio, estudiante del Crisanto Luque del corregimiento de Samaria (Filadelfia), agradece que su profesora Luisa Fernanda Garcés esté pendiente de ella. “Me preguntó por la cuarentena, por mi familia, por lo que hacía estos días. Me siento muy bien hablando con ella”.
Su atención la centra en las fincas, en donde viven sus compañeros: “Por ejemplo, esta semana en clase un compañero no se conectó, lo llamaron para preguntarle y dijo que su hermana tenía su celular. Creemos que estaba cogiendo café. No todos tienen nuestra vida”.
Narra que la vida para ellos cambia, las madrugadas ahora son para coger café todo el día, o fumigar. “Muchos padres no son conscientes de las clases virtuales, creen que no va a servir. Solo piensan poner a los niños a trabajar y decir que entren el próximo año a estudiar. Ahora solo lo que da plata es el campo. Muchos se afectan psicológicamente, se frustran y les cambia su proyecto de vida”.
DESTACADO
“Los papás sienten que no pueden ayudar a sus hijos en las tareas, porque estudiaron hasta tercero de primaria. No es solo la ausencia de capital cultural, es el rol de papás, del hogar, la economía”. El desafío es empoderar a los papás”. Julián Andrés Toro.
Comprensión telefónica
Cercanía y confianza. La docente orientadora Luisa Fernanda Garcés, del Crisanto Luque, indicó que la llamada permite orientar más conversación.
“Cuando diseñamos la campaña en la Red de Orientadores de Caldas, entendimos que si detectamos la vulneración de un menor hay que activar la ruta de atención respectiva. Los niños empiezan a contar que la mamá está sin trabajo, que empezaron a trabajar, son situaciones difíciles”, expresó Luisa Fernanda.
La estrategia busca establecer un diálogo cercano y prudente con el estudiante y su familia. “He tenido conversaciones como 'profe, yo no planifico. Tuve un retraso y luego me llegó el periodo'. Fueron diálogos asumidos con total naturalidad. La llamada nos hace sentir cercanos”.
Advierten sobre deserción
La Unesco advierte que se aumentará la tasa de deserción escolar en el mundo con la pandemia del covid-19, tal como se vivió en África con el ébola en el 2014. Afirma: “El causante de la deserción escolar fue el aumento en las responsabilidades domésticas y de cuidado, sumado al cambio para priorizar la generación de ingresos”.
En datos
- Llamarán a 43 mil familias de Caldas, diferentes de Manizales.
- Los profes deben realizar mínimo 10 llamadas diarias.
- Algunos estudiantes recibirán cartas.
- Son 167 docentes orientadores.
- La meta diaria son 1.670 llamadas.
Fotos | Cortesía para LA PATRIA
Jéssica Osorio, estudiante del colegio Crisanto Luque de Samaria (Filadelfia), valora estas conversaciones telefónicas, ayudará a subir el ánimo de sus compañeros.
“Los docentes orientadores estamos preparados para hacer el contacto con los estudiantes de manera cercana y responsable”, Luisa Fernanda Garcés, docente orientadora de Filadelfia.
Julián Andrés Toro, docente orientador de Anserma: “Cuando los niños no van a la escuela, sienten que se favorece la economía de la casa, cuando los más grandes pueden trabajar en la cosecha de café. Estamos enfocando el trabajo en ellos, que continúen estudiando”.
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