Óscar Veiman Mejía
LA PATRIA | Manizales
La Unesco advirtió en el 2015: "Los niños en zonas de guerra tienen el doble de riesgo de abandono escolar". Eso ocurrió con la familia Mejía García en el corregimiento de Florencia (Samaná) a finales de los años 90 y comienzos de la década pasada. De los ocho hijos solo pudo estudiar Ceny Marcela. Ya es bachiller, técnica, tecnóloga y va por más.
Su familia está orgullosa, y ella también. "Nací en 1993, y ya el pueblo era víctima del conflicto. Fueron tres tomas guerrilleras. Mataron a mi padre (Francisco Javier Mejía) y desaparecieron a uno de mis hermanos (Jhon Freddy). Había mucha tensión y ninguno pudo estudiar".
Ceny Marcela se graduó el sábado pasado, con otros 13 jóvenes del corregimiento, como tecnóloga en Gestión Agropecuaria de la Universidad de Caldas, con el Proyecto Universidad en el Campo, de la Alianza público-privada Educación para la Competitividad.
Para ella este tipo de posibilidades tienen lógicas en un país agropecuario como Colombia. 1. "Las ciudades dependen de los campesinos". 2. "Estudiar para quedarnos en nuestras tierras y parar la migración". Y 3. "Hacer proyectos productivos para sacar adelante el campo como debe ser".
Proyección
La ceremonia del sábado se cumplió en el templo de La Virgen de la Asunción, en Florencia. A Ceny Marcela y los otros graduados los acompañaron directivos y docentes de la Institución Educativa San Pío XII, de donde son egresados. El sacerdote César Augusto de Jesús Agudelo exaltó el esfuerzo con el que los jóvenes alcanzaron el título.
Programas como la Universidad en el Campo permiten que los estudiantes campesinos obtengan, además del bachillerato, carreras técnicas y tecnológicas que les abren puertas en lo laboral y lo académico.
Ella administra su propio negocio. Se trata de la discoteca-bar Donde siempre. "Igual quiero seguir estudiando, pero por ahora la idea es elaborar proyectos productivos aprovechando que aquí tenemos café, caña, ganado".
"Hay que agradecer también a la Universidad de Caldas que apoya con educación a estos corregimientos que son tan apartados de la ciudad. Por eso, nuestra misión es quedarnos en Florencia y en poblaciones vecinas generando empleo para que los jóvenes no se vayan".
Ceny Marcela Mejía García recibió el título de bachiller en el 2011, de técnica agropecuaria ese mismo año y de tecnólogo en gestión agropecuaria el sábado pasado. Tiene 23 años y ha llegado a una conclusión principal: "En estos pueblos, donde cada quien trabaja por su vida, estoy segura de que hay formas de salir adelante juntos, por ejemplo con la educación que nos da más conocimientos y opciones".
El comienzo
La prueba piloto con Universidad en el campo fue en el 2008 y en el 2012 se concretó la Alianza público-privada, que lideran la Gobernación de Caldas, Chec grupo EPM y el Comité Departamental de Cafeteros.
Foto | Cortesía Comité de Cafeteros | LA PATRIA
En Florencia (Samaná), corregimiento que aún se recupera de los golpes del conflicto armado, se graduaron 14 nuevos tecnólogos en Gestión Agropecuaria de la U. Caldas.
Ceny Marcela Mejía, graduada el sábado pasado con Universidad en el Campo.
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