El colegio Santa Teresita, de Chinchiná, analizó el ADN

LA PATRIA | CHINCHINÁ

Cuatro estudiantes de la Institución Educativa Santa Teresita (Chinchiná) participaron en el encuentro de Clubes de Ciencia, que en su tercera edición lo realizaron en Manizales.

Participaron 56 estudiantes de Caldas que integran la Tecnoacademia del Sena y el Programa Ondas entre el 27 de junio y el primero de este mes. El propósito era desarrollar actitud crítica y pensamiento investigativo hacia la ciencia y la tecnología.

Julián Andrés Cubides, de grado décimo, indica que se dividieron en subclubes. "Trabajamos con el grupo tres en Hackeando el genoma humano. La adquisición de conocimientos para transformar los genes, las cadenas de ADN", comenta Cubides.

El relato lo continúa Valen Michel Gómez: "Estuvimos extrayendo el ADN de nuestros propios cabellos para aprender nuevas cosas. Pudimos conocer la parte instrumental y científica del laboratorio y aprender desde allí de qué forma podemos involucrarnos como jóvenes y avanzar como país". Explica que quiere usarlo con otras pruebas y técnicas.

Cumplió expectativas

Juan Jacobo Medina comenta que empezaron en el grupo de trabajo del Proyecto Ondas en el colegio. "La idea es intensificar nuestros conocimientos científicos y darnos cuenta de que son amplios y de interés mundial, gracias a los cuales podemos avanzar y resolver nuestros problemas para acercar un mundo mejor".

Para Isabela Castaño estos eventos deberían repetirse con regularidad e involucrar a más estudiantes. "Me aclara mucho sobre posibilidades de estudio posteriores y en el amor, la alegría y la constancia que requiere la ciencia. Además, la experiencia es intensa, se conoce mucho en poco tiempo".

Fragmentos de ADN

El grupo Hackeando el genoma humano analizó una secuencia de ALU. La Reacción en Cadena de la Polimerasa, conocida como PCR por sus siglas en inglés, es una técnica de biología molecular desarrollada en 1986 por Kary Mullis.

Su objetivo es obtener un gran número de copias de un fragmento de ADN particular, partiendo de un mínimo. En teoría basta partir de una única copia de ese fragmento original o molde.

Esta técnica sirve para amplificar un fragmento de ADN, su utilidad es que tras la amplificación resulta mucho más fácil identificar con una muy alta probabilidad los virus o bacterias causantes de enfermedades. También para identificar cadáveres o hacer investigación científica sobre el ADN amplificado.