ÓSCAR VEIMAN MEJÍA Y LAURA SÁNCHEZ
LA PATRIA | MANIZALES
La hermana María Stella Buitrago, rectora del colegio Santa Teresita (Chinchiná), tiene un gracias a Dios y una voluntad para comenzar a reparar los destrozos en su sede. El sábado fue como un juicio final para ella y sus hermanas religiosas.
El vendaval y aguacero fueron tan fuertes que destecharon unas 80 viviendas y seis sedes educativas, incluyendo la del Santa Teresita, que alberga en un edificio contiguo a las religiosas Hermanas de la Providencia.
Ella narró: “Fue muy terrible, parecía como el juicio final, como si esto ya se acabara, el edificio retumbaba y se movía. Se sacudía todo, pensamos que el techo se había levantado todo, fue un susto muy horrible”.
El lado de las hermanas no sufrió, pero sí el de los estudiantes que padeció su segundo golpe por las lluvias. El primero fue una semana en que se afectó, según la rectora, una de las tres salas de sistemas.
“Fue corto, no dañó los equipos. El del sábado levantó cielorraso y seguramente hay tejas dañadas y corridas, salones inundados. Gracias a Dios estamos muy bien porque tenemos vida, salud y ánimos de trabajar. No acudimos al Estado porque la sede no es de ellos, internamente poco a poco vamos a haciendo todo”, expresó la rectora.
Las otras sedes también con daños en techos e inundaciones fueron dos en el colegio Francisco de Paula Santander y tres en el Bartolomé Mitre. En Caldas aún no definen el regreso a clases presenciales, mientras que en Manizales determinaron que este año no será posible esa presencialidad.
Foto | Cortesía para LA PATRIA
Un salón de la escuela La Loma, en la vereda Cabras de Marmato, se quedó sin techo por fuertes vientos.
Más escuelas
En Pensilvania, Marmato, Marulanda, Pácora, Chinchiná, Salamina, entre otros municipios, fuertes aguaceros y vientos han afectado sedes educativas este año, sobre todo los techos. Una vez pasan los vendavales y la tormenta sigue la tarea de buscar la plata para las reparaciones.
Iván González, coordinador de Gestión del Riesgo en Marmato, comenta: “Aquí los casos han sido en la vereda Cabras. Allí la sede central del colegio se inundó por un aguacero. Y un salón de la escuela La Loma quedó descubierto por un vendaval. Ya se llevaron tejas, la estructura para esa cubierta y chapas de algunas puertas averiadas”.
El drama también trajo algo curioso en Pensilvania este año. La escuela de la vereda Bajo Cardal, en el corregimiento de Arboleda, estrenaba techo, luego de ser destruido en diciembre. En abril otro vendaval se llevó la cubierta nueva.
Dubel López, rector del colegio Pablo VI, dijo en ese momento: “Es un poco extraño que esto haya sucedido dos veces casi seguidas teniendo en cuenta que esta sede no queda en un filo, donde sería más vulnerable a esta clase de fenómeno natural. Tengo sedes que están más expuestas y no han sufrido estas contingencias.
Foto | Cortesía para LA PATRIA
Inundaciones también han afectado estructuras educativas, por ejemplo a la sede principal del colegio Cabras, en zona rural de Marmato.
Por la plata
Jesús Antonio Valencia, jefe de infraestructura en la Secretaría de Educación departamental, indicó que el primer caso consiste en hacer un inventario de los daños sufridos como consecuencia de los fenómenos naturales para determinar los costos de arreglos.
Advirtió que como los presupuestos de la Gobernación y de los municipios, a esta altura del año, están escasos, se debe recurrir a dineros que se destinaron para mejoramientos, reparaciones, pintura, batería sanitarias.
Valencia recordó que fueron cerca de siete mil millones recogidos por medio de una bolsa común con la Administración departamental, alcaldías y colegios. “Una salida es la reasignación de esos recursos con el propósito de que sean utilizados en reparaciones, luego de una concertación entre alcalde y el secretario de Educación de Caldas”.
El funcionario explicó que se buscaron recursos por Gestión nacional del Riesgo, pero quedó claro que no había para recuperación de sedes educativas. “Por eso, nos toca adelantar estrategias con recursos departamentales, locales y hasta de algunos colegios”.
Fotos | Julián García | LA PATRIA
Destrozos en la sede Francisco José de Caldas, del colegio Bartolomé Mitre.
lgunos casos del año
. La Gobernación de Caldas tiene reportadas siete sedes educativas, cinco de Pensilvania, 1 de Marulanda y 1 de Chinchiná, afectadas por vendavales y una por inundación.
. LA PATRIA ha reportado otros como el de parte del colegio Sara López, de Salamina, el 3 de febrero. El de una primaria del corregimiento de Castilla (Pácora) el 13 de marzo. Escuela Buenos Aires y colegio La Milagrosa, el 18 de abril.
En el colegio Santa Teresita estuvieron ayer reparando luminarias dañadas.
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