VALENTINA RODRÍGUEZ
GRADO OCTAVO
I.E. SANTA TERESITA (CHINCHINÁ)
Cuando tenía ocho años miré al cielo y pregunté: - ¿Por qué existen las estrellas? Miré atrás, ella estaba allí y me contestó: "Las estrellas son parte de la noche, sin ellas no hay noche"… Me quedé mirando sin entender, pero no dije nada, solo me volví a voltear y seguí admirando las estrellas.
Tenía 10 años y estaba en la terraza mirando el firmamento, la noche era despejada, pero solo se veía media luna y unas cuantas estrellas. Pregunté:
- ¿Por qué no hay estrellas? Ella contestó: "No todas las noches las estrellas brillan con la misma intensidad". No entendí, solo me limité a sonreír y seguí mirando el firmamento.
Tenía 12 años y estaba en mi cuarto con mi telescopio, y me pregunté: -¿Por qué no era brillante como una estrella? En ese momento se abrió mi puerta, era ella contestando: "Las estrellas no son iguales, algunas son más pequeñas y otras alumbran más que otras, pero todas están en el mismo cielo alumbrando la noche". De nuevo no entendí.
Con 14 años mi pensamiento no cambió mucho, no me dejé afectar con las cosas del mundo, sentía que seguía siendo yo. Caminaba hacia mi casa, cansada y con ganas de dormir, pero me detuve en la noche. Volví a preguntar:
- ¿Qué soy yo? Ella estaba allí, observando y dijo: "Una estrella fugaz". Sonreí sin decir nada.
Ya tenía 16 años, una chica callada, tímida, con pocos amigos en los que podría confiar. Era una chica a un año de graduarse, y la verdad no me interesaba mi futuro.
Estaba caminando cuando vi a mi novio besar otra chica, no lloré, salí corriendo y me encerré en mi cuarto, me acosté en mi cama y dormí.
Al despertar abrí la ventana y pregunté: ¿Qué significa cada frase? No respondió, solo me miró fijamente a los ojos y dijo: "Es hora de irse estrella fugaz…"
Cuando tenía 8 años era la estrella que pertenecía al mundo. A los 10 estaba descubriendo cuál era la iluminación que tenía. A los 12 un reflejo me prohibió ver mi iluminación, así que tuve que callar. A los 14 era una persona que existía para dejarles un recordatorio a las personas que me rodeaban.
Ya en los 16 descubrí que ya era tiempo de seguir mi camino, como toda estrella fugaz, pasa y te da la oportunidad de conocerla y apreciarla, pero la estrella debía seguir su camino, yo debía seguir mi camino y así fue… pero lástima que no me quedé para escuchar la última respuesta a mi pregunta: "La estrella fugaz, regresa después de mucho tiempo, pero regresa a dejar otra huella a otra generación". Lo siento, pero lo dijiste demasiado tarde, cuando mis manos sangraban y mi corazón dejó de latir.
Espero que la generación que sigue te pueda entender. Lo siento tanto, pero no quería vivir en tu mentira, solo quería ser parte de ella.
Atentamente: Tu estrella
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