Colegio de Naranjal de Chinchiná da sus frutos con el café

Julián García

LA PATRIA | MANIZALES

Mientras el alumno Steven García, del grado 10 del colegio rural Naranjal de Chinchiná, trilla un poco de café pergamino seco, comenta. "Estoy aplicando en la finca de mis papás lo que aprendo acá en el colegio, quiero hacer una carrera en caficultura".

En la Institución rural enseñan cómo hacer el proceso de trilla, tostión y embalaje del grano. Le maquilan bebestible a la Fundación Manuel Mejía y a la finca cafetera La Gaviota.

Poseen una hectárea sembrada en la variedad Cenicafé 1. Los docentes de la cátedra de Agropecuaria les enseñan a sus alumnos a sembrar, fumigar, recolectar y posteriormente beneficiar y secar el grano.

Por detrás del colegio hay un almácigo de chapolas o plántulas de café. El beneficiadero lo operan los estudiantes.

Modelo

Naranjal posee un modelo pedagógico articulado con los programas Escuela Nueva y Escuela y Café, de la Federación Nacional de Cafeteros. En la secundaria ven algunas materias relacionadas con la caficultura y las ciencias agropecuarias.

Los grados 10 y 11 hacen la tostión en la Planta Arcanos, la cual cuenta con trilladora, molino y tostadora de café.

El café soluble Naranjal tiene registro Invima y lo pueden comercializar en el mercado.

A finales de marzo empezaron con la primera maquila del año.

La almendra la deben pasar dos veces por el molino, expide un aroma exquisito.

Los estudiantes también colaboran en la deshierba y el cuidado del almacigo y las plantaciones de café.