LAURA SÁNCHEZ
LA PATRIA | MANIZALES
Barbara Oakley es risueña. Disfruta bromear con sus propias teorías y sus ejemplos son para la vida. Esta estadounidense doctora en ingeniería se adentró en el cerebro con el fin de desarrollar estrategias, hábitos y técnicas para aprender algo difícil.
No era buena en matemáticas, pero quería aprender. Creyó que con hablar otro idioma lo lograría. Entonces se fue a una escuela militar, se graduó y salió conversando en ruso. "Las matemáticas eran un idioma difícil de interpretar", comenta.
Estudió matemáticas, usó patrones de imágenes y palabras. Se le prendió el bombillo en su objetivo de idear un método para el aprendizaje. Por eso, consultó a científicos de neurociencias para saber cómo funciona el cerebro. Conoció dos operaciones del cerebro: enfocado y difuso, como las máquinas de pinball, en el que una bola impulsada por un resorte recorre un tablero con paletas. En el enfocado algunas paletas de impacto de la pelota están cerca y sus golpes son continuos, como en la cabeza en donde la sinapsis es fruto del aprendizaje que ya se tiene. Mientras que en el difuso las paletas están distantes, como manejando un carro, con la mente es dispersa y buscando golpear en cualquier paleta.
Según Oakley, millones de personas son de mentes enfocadas, que al momento de aprender no logran encontrar una conexión, se frustran y abandonan sus estudios. "El aprendizaje ayuda a que nos movamos de modos, entre difuso y enfocado", indica.
Duerma y estudie bien
A veces la clave está en no enfocarse en la tarea sino en el proceso. "El gran aprendizaje tiene muchos ingredientes", apunta Oakley. El sueño es uno.
Durante el día el organismo acumula toxinas que al dormir hace que las células nerviosas se encojan y la mielina (líquido) no circule. Por eso al dormir el cerebro se renueva, pues sus células aumentan su producción. También limpian los residuos nocivos que se acumulan durante el día. Se llama sistema glinfático, se activa en el sueño y lo hace para eliminar beta-amiloide (péptido).
La recomendación de Oakley es distribuir el aprendizaje en varios días durante la semana. "Pues son como vampiros metabólicos que se roban las ideas debido a la sobrecarga", indica. La repetición de estas actividades ayuda a que los patrones no se olviden.
Adiós dolor
Para Oakley las personas que aplazan sus estudios lo convierten en hábito. Explica que en la corteza insular, en el cerebro, se activa la experiencia del dolor que se asocia a la frustración o dificultad en el aprendizaje. "El cerebro quiere dejar de hacer lo que le causa dolor, busca algo placentero, que lo satisface temporalmente. Lo hace una y otra vez, hasta convertirlo en una adición", aclara la experta.
Pomodoro significa tomate en italiano, el fruto del oro o la técnica del pomodoro desarrollada por Francesco Cirillo, en 1980. Él usaba un clásico reloj de cocina para mejorar la administración del tiempo.
Tomaba un reloj para dividir el tiempo dedicado a un trabajo en intervalos de 25 minutos, llamados pomodoros, separados por pausas. Con esto se puede mejorar la agilidad mental y trata de ofrecer una respuesta eficaz en el tiempo, en lugar de la ansiedad que provoca ver trascurrir las horas.
Lo importante es que al final exista una recompensa, que servirá como elemento disparador del aprendizaje.
Pasos:
Estos son los pasos básicos para implementar la técnica:
* Decidir la tarea por realizar.
* Apague distracciones.
* Poner el pomodoro (el reloj o cronómetro) a 25 minutos
* Trabajar en la tarea de manera intensiva hasta que el reloj suene y anotar una X.
* Tomar una pausa breve (5 minutos).
* Cada cuatro pomodoros tomar una pausa más larga (entre 15 y 20 minutos).
* Cuando termine la tarea recompense su labor con una bebida, salir a caminar o comer un dulce.
* Busque una práctica que se repita. Según Oakley aprender por pedazos garantiza que se almacene. "Quien aprende despacio tiene una experiencia más rica".
* Amplíe su espectro de pasiones, pues las pasiones se desarrollan alrededor de lo que usted es bueno.
* Aprenda mejor variando su sitio de aprendizaje.
* Arranque con lo difícil, suelte el tema y retome.
* Evite resaltar frases, marque una palabra, aléjese y retome para ver qué aprendió.
* Usé tarjetas con palabras y escriba detrás de ellas las ideas.
* Encuentre momentos para resumir lo que aprendió.
Foto | Tomada de www.barbaraoakley.com | LA PATRIA
Barbara Oakley es profesora de Ingeniería de la Universidad de Oakland. Se involucró en diferentes áreas de investigación, que van desde la educación de ingeniería hasta las prácticas de aprendizaje.
Oakley ha cocreado y enseñado Aprender a aprender, un libro sobre las herramientas mentales que ayudan a dominar temas difíciles, curso en línea de coursera.org más popular del mundo.
También escribió Una mente para los números, sobre cómo sobresalir en matemáticas y ciencia. Oakley presentó en el Wall Street Journal un artículo de opinión sobre cómo debemos enseñar de matemáticas. Ella visitó Bogotá y Medellín durante una semana como invitada especial a los 25 años de Colfuturo.
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