JUAN CARLOS LAYTON
LA PATRIA | MANIZALES
Elkin Arlés Perdomo estuvo ayer haciendo cola desde las 6:00 a.m. en la Feria de Empleo que organizó el Sena.
Aunque a esa hora ya había unas 200 personas por delante de él, hacia las 10:00 a.m. había ingresado y estaba más cerca de entregar su hoja de vida para aspirar a un cargo.
Después del recorte de personal que hubo en Mabe hace tres meses, y de donde retiraron unas 300 personas, Elkin ya no madruga a trabajar, como lo hizo en los últimos seis años, sino a buscar empleo.
Pese a que relativamente hace poco está desubicado, asegura que no desaprovecha ninguna oferta laboral que le hagan, "pues en estas condiciones lo único que toca hacer es echar para adelante".
Su señora y sus dos hijos menores de 2 y 13 años son su motor, por lo que hace todos los esfuerzos para ubicarse pronto, aunque asegura que la situación no es fácil y no se ven mayores ofertas.
A su lado, en la Feria de Empleo, estaba, José Roberto Bucurú, quien después de un año de estar sin trabajo, ayer volvió a tocar las puertas del empleo. Dice que su fuerte es la publicidad, pero fue desplazado por la tecnología, por lo que ahora busca una oportunidad como operario.
Sin embargo, José Roberto se mostró molesto porque, según él, había mucha desorganización en la Feria, y también debido a que unas 1.200 de las 1.881 vacantes eran para call centers, y en otros casos para vendedor puerta a puerta o ventas por catálogo.
"Para eso busco en los clasificados de LA PATRIA o en cualquier otro medio, por lo que no veo muchas soluciones", dijo, al tiempo que seguía en la cola, aunque con intenciones de desertar.
No obstante, a un lado de una carpa aparecían avisos con el titular "se necesitan", seguidos de las ofertas para cajero, programador de control numérico, técnico en regriferación, recursos naturales, programador, vendedores de mostrador, asesores comerciales y hasta estilistas, entre otros.
En otra carpa, una representante de Avianca anunciaba las ofertas que se abrían para despacho de aeronaves, pasajes y recepción, al tiempo que explicaba los requisitos que se necesitaban, incluyendo una estatura no menor a 1,59 metros paras las mujeres y 1,68 para los hombres.
Unas jóvenes les confesaban a sus amigas que soñaban volar por el mundo, pero descartaban esta opción, no solo por la estatura sino por la exigencia del manejo del inglés, por lo menos en el 60%.
En otro stand, Croydon anunciaba una oferta para ventas por catálogo, con un promedio de ingresos del 25% de lo que vendieran. Nilbia, una de las asistentes, salió de allí presurosa, pues asegura que "no vendo ni un bombón en la puerta de un colegio".
Juan Gutiérrez aseguraba que aunque ya se había inscrito varias veces al Sena, hasta ahora no había pasado. "Trabajé en la Licorera y en Digitex, y ya hace dos meses que estoy desempleado. Por lo pronto busco algo en industria, como operario, pero también pienso en una empresa. La ventaja es que no tengo hijos, pero sí colaboro en mi casa".
Aunque el Sena habilitó tres stand: uno para inscribir las hojas de vida, otro para presentar la oferta educativa y los planes de capacitación y formación, y un tercero para mostrar ejemplos de emprendimiento regional, el más demandado fue el de ofertas de trabajo.
Por momentos se escuchaba a una persona frente de una pantalla LED, indicando los requisitos para uno u otro trabajo. "Pongan cuidado, estos son los requisitos para auxiliar el laboratorio de química", decía.
En otras mesas buscaban desesperadamente organizar los grupos, y darles prioridad a las personas desplazadas, mientras que empresarios como Ángel Valderrama, gerente de recursos humanos de Digitex, destacó que esta empresa requería unas 900 vacantes, sumadas a los 4 mil empleos que hoy generan en Manizales en las cinco sedes.
Para la Directora del Servicio Nacional de Empleo, Clara Inés Cardona Gallo, el balance fue positivo, pues para las 1.881 ofertas de trabajo llegaron 4.240 personas.
Aclaró que el proceso de selección demorará un poco más, e incluso algunas empresas confirmaron que dependiendo de la demanda se tendrían resultados en un mes.
A lo largo del día, las filas crecieron, y al medio día se extendieron hasta la fábrica Solocauchos. Genaro Muñoz era el último en la fila en ese momento, pero se mantenía optimista de llegar a inscribir su hoja de vida, y aspirar como almacenista, luego de seis meses sin trabajo.
Al consultarse si sabía que un homónimo suyo dirige la Federación de Cafeteros, Genaro no solo soltó una carcajada, sino que expresó: "vamos a resultar familiares, y yo varado".
En medio de tanto desocupado el vendedor de helados Narciso Pinzón, quien lleva cerca de 11 años en este negocio, era el más activo. "No hay consistencia, pero diario me puedo ganar unos $10 mil pesitos. Hoy espero por lo menos $35 mil o $40 mil", decía, al tiempo que resaltaba que a sus 72 años continuaba con empleo, por lo que le daba gracias a Dios en medio de tanto desempleado.
* Jaime González: Dentro de poco voy a tener un hijo y espero un trabajo para darle todo lo que necesita. Quedé sin trabajo hace un mes, luego de laborar ocho años en Mabe.
* Alejandro Zapata: Estoy desempleado hace dos meses, y ahora busco trabajo para poder estudiar. Busco alguna vacante como por ejemplo en Riduco.
* Odalis Ortiz: Busco un empleo como trabajadora social, es la segunda vez que me inscribo. Hace dos años que salí de estudiar de la Universidad de Cartagena. He enviado como 30 hojas de vida.
* Valentina Grajales: Llevo un mes sin trabajo, antes laboré cinco meses en Digitex, pero renuncie. Ahora busco otra cosa.
13,5%, la tasa de desempleo en Manizales entre febrero y abril, igual a unos 27 mil desocupados.
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