FERNANDO GÓMEZ
LA PATRIA | VITERBO
Aunque la calma ha sido predominante en el segundo día de paro en el sector de Remolinos (sector Belén de Umbría-Risaralda), el disgusto de los cafeteros y la constante pedida de la renuncia del actual presidente de La Federación Colombiana de Cafeteros, Genaro Muñoz, ha sido la consigna en una de las improvisadas tarimas que permanecen en el lugar.
Y es que aunque a veces el ánimo decae por momentos por las altas temperaturas que llegan al lugar, el deseo de los cientos de caficultores que se rotan momentos para permanecer frente a los más de 30 policías que vigilan el lugar los hace sostener la bandera colombiana de escasos 5 metros que sirve como límite en la zona neutral inconscientemente concebida por manifestantes y autoridades.
Mientras algunos recorren y pasan revista a los bloqueos instalados desde el día anterior, otros encabezan la comitiva que se encarga de preparar los alimentos para el sostenimiento de los manifestantes que permanecen en tiendas de campaña o cambuches improvisados.
Como sucede en la vida cotidiana, la diferencia de estratos se vive también en la candente zona de bloqueo vehicular, pues mientras los dueños de fincas se instalan a un lado de la vía con los ojos puestos en la álgida zona bloqueada, los indígenas acuciosos persisten en la idea de mantener los fogones vivos, para de esta manera cocinar los alimentos y servir de ayuda en el motivo común como es el de la protesta.
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