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La vivienda sigue siendo la que impulsa con más fuerza el sector de la construcción, pues las ventas crecieron en el 7,8% entre febrero del 2016 y marzo de este año. Lo contrario pasa con las construcciones comerciales, que cerraron el 2016 con cifras negativas, según Camacol.
Por esto, para Edwin Chiriví, director de Estudios Económicos de Camacol, en la vivienda se concentran las esperanzas de que el sector siga creciendo a ritmo acelerado.
Chiriví estuvo en Manizales y aseguró que esto es posible, si se tiene en cuenta que el número de hogares crece de manera más rápida que el número de ofertas de casas. Sin embargo, llamó la atención en la importancia de planear en las ciudades. NEGOCIOS habló con el experto.
¿En cifras cómo está el sector?
El año pasado cerró con un crecimiento del 6%, crece tres veces más que la economía y sigue aportando en empleo y valor agregado, No obstante, como todos los sectores, tiene una coyuntura compleja, con mayores tasas de interés e incertidumbre, y esto hace que las ventas de vivienda en algunos segmentos estén moderándose. Sin embargo, a corte de marzo es un buen año, seguimos comercializando 178 mil viviendas por año, el primer trimestre fue muy positivo para la vivienda social y para nosotros el aporte de esta vivienda sigue siendo fundamental. Mi casa ya, que tiene subsidio a la tasa de interés, pero también a la cuota inicial, está teniendo impactos muy positivos. En el primer trimestre las ventas crecieron en el 14% y el inicio de obras creció en el 60% en el país.
¿En otros frentes los resultados no son tan positivos?
Lo que paso en construcción de no residenciales fue un efecto que se podía prever. Teníamos seis años de crecimiento continuo, pasamos de 3 millones a 5,6 millones de metros cuadrados por año. Pero al cierre del 2016 el resultado fue del -2% en área iniciada, sin embargo se mantiene una buena dinámica en construcción de bodegas, especialmente, que aporta unos 1,2 millones de metros cuadrados. Vemos con reserva lo que pueda ocurrir en la construcción de oficinas y la de comercio.
En vivienda están bien, pero ustedes hablan de restricciones en algunas zonas, ¿cuáles son esas restricciones?
Son fenómenos transversales. La demanda de vivienda es creciente y como sector tenemos la responsabilidad de proveer vivienda formal para los nuevos hogares que se forman, atender el déficit que ya existía y además de eso,avanzar en un mercado de vivienda formal más profundo. Las restricciones normalmente son las mismas: acceso al crédito, disposición de recursos para la cuota inicial y lo más importante y en lo que tienen que ver más las regiones es la provisión de oferta en las condiciones y precios oportunos. Para el sector, la principal restricción es contar con el suelo urbano. La demanda potencial son 20 mil hogares y solo en Manizales es de 1.800 hogares por año. Sigue siendo la demanda más grande que la oferta, por lo que será fundamental el esfuerzo mancomunado que puedan hacer los sectores público y privado para seguir impulsando la vivienda social.
¿En Manizales es grave la falta de suelo?
En casi toda la región más que una dificultad es un elemento que se debe tener en cuenta para el cumplimiento de los objetivos de la política pública local.Cuando una familia no puede acceder a la vivienda formal tiene dos opciones: se va pagar arrendamiento, como vive el 43% de la población, o se ubica en zonas de laderas, en las riberas de los ríos y demás zonas de alto riesgo. Por esto son los que primero se afectan cuando ocurren los efectos del cambio climático. Esta es una consecuencia de la falta de tener planificación con visión de largo plazo, falta del suelo organizado y de tener claras las zonas de crecimiento de la ciudad y los procesos de renovación urbana que se requieren.
¿Qué hacer entonces para solucionar esta situación?
La participación activa del sector es promover las condiciones para que puede seguir teniéndose suelo y una tarea de la Administración pública es ordenar y planificar su territorio de manera formal. Si esto se convierte en prioridad y se diseñan los instrumentos para que el sector privado participe, sería la salida idónea. Restringir el crecimiento de la ciudad, como a veces se plantea, no es la solución, porque los hogares necesitan seguir adquiriendo vivienda y tenemos una tasa de crecimiento de hogares mayor a lo que se provee en vivienda.
¿Qué espera el gremio para este año y cuáles son las metas?
Como sector tenemos una proyección de crecimiento de 4,4%, pero las metas siguen estando enfocadas a ejecutar la política pública en materia de vivienda. Tenemos cinco programas activos de vivienda: gratuita, vivienda para ahorradores, Mi casa ya, subsidio a la tasa de interés para vivienda social y subsidio a la tasa de interés para vivienda no social. Tenemos cerca de 138 mil subsidios en todo el país, que deben convertirse en prioridad del sector, vemosahí una buena oportunidad para que el sector siga por la senda positiva de crecimiento. No obstante, tenemos que seguir trabajando en los otros frentes.
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