MIGUEL ORLANDO ALGUERO
LA PATRIA | MANIZALES
Los restaurantes en Manizales intentan adaptarse a las nuevas rutinas por la pandemia. Se aferran a las ventas a domicilio o electrónicas para no cerrar, mantener los empleos y pagar servicios.
El gremio gastronómico manifiesta que la situación es compleja porque a medida que pasan las semanas los ahorros se van agotando y las ayudas del Gobierno Nacional a través de líneas de créditos son difíciles de obtener.
Agregan que la Secretaría de Salud les hace visitas periódicas para revisar la aplicación de protocolos de higiene y solicitarles los listados de las personas a quienes les han enviado domicilios.
En un recorrido por algunos puntos de la ciudad, administradores y propietarios coinciden en que este será el más golpeado por la crisis. Según la Asociación Colombiana de Gastronomía (Acodrés), 1.070 restaurantes pidieron cerrar sus locales en Colombia y estiman que al finalizar el año 10 mil negocios dejen de operar. Asimismo, Fenalco considera que cerca del 30% del comercio ya se afectó por la pandemia y hay riesgos de cierres.
Voces
Alexandre Burgy, propietario del restaurante L'Angevin: Por el coronavirus nos tocó cambiar de concepto porque éramos un restaurante elegante, de servicio a la mesa y de atención personaliza, ahora atendemos por domicilio. Los costos fijos se mantienen, pero las ventas no. Vamos a ver cómo nos va con nuestro Facebook, Instagram y clientes fijos. Tuvimos que poner a casi toda la planta de personal en vacaciones, pero sin recursos por las bajas ventas es complejo mantener la nómina.
Daniel Bedoya, administrador de La Patatería: Reabrimos operación con menos personal y bajo la modalidad de domicilio. De 70 empleados en las dos sedes pasamos a trabajar por turnos, en cada uno son 6 personas. Intentamos sostener los trabajos con medidas concertadas como reducción de salarios. Hemos tramitado con ocho bancos los créditos del Gobierno, pero aún no tenemos respuesta de los créditos de Bancoldex para las Mipyme. Nos estamos adaptando con estrategias digitales para aumentar las ventas.
Prudencio Amador Martínez, dueño del restaurante Eñe: Solo atendemos por domicilio en la cuarentena. Esta modalidad solo representa el 10% de ventas, entonces lo que hacemos es para mantener a los empleados, pero los gastos siguen corriendo sin espera. No hemos despedido a ninguno, los arriendos los pagaremos después que pase esto y los servicios públicos nos los han financiado. Mantenemos las normas de higiene y seguridad.
Hugo Santamaría, propietario del restaurante Santamaría: Ofrecemos almuerzos caseros de 12:00 m a 2:00 p.m. Apenas abrimos el martes desde que inició la cuarentena nacional. Vamos a ver cómo mejoramos las ventas con este arranque. No tenemos canales digitales y nuestros clientes como están cerrados todavía no nos han respondido. Vamos a anunciar por redes sociales que abrimos.
Cristian Salazar, administrador del restaurante El chile tequería: Somos nuevos en el mercado, empezamos un poco antes que la cuarentena empezara. Al principio fue difícil porque no teníamos las aplicaciones para que las personas ordenaran por internet. Ya avanzamos y mejoramos las ventas. Los domicilios son el salvavida para sobrevivir. Esto nos ha servido par darnos a conocer, ya tenemos clientela que desde su casa supo de nosotros.
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