
JUAN CARLOS LAYTON
LA PATRIA | MANIZALES
Con el mismo entusiasmo que muestra cada año en Manizales para ir a una corrida de toros, y su firmeza para señalar que los adeptos a la tauromaquia son una minoría, el exministro de Hacienda Alberto Carrasquilla vuelve y se enfoca en los temas de finanzas públicas, sin ningún problema.
Aunque el espacio es el menos adecuado, pues resalta que Termales El Otoño invita al descanso y a la tranquilidad, lo mismo que le inspira la ciudad, al consultarlo por la actual situación económica, Carrasquilla resalta que en su concepto la Reforma Tributaria fue apresurada y que, de alguna forma, se convirtió en un tiro en el pie, porque contribuirá a frenar la economía nacional. Esto además del impacto que traerá el coletazo de la crisis internacional.
Impacto económico
- ¿El leve crecimiento de la economía en el tercer trimestre del 2012, de solo el 2,1 % evidencia que el coletazo económico es más fuerte de lo que se piensa?
Creo que fue un pésimo trimestre, como usted dice, el ritmo anual fue del 2,1 %, pero frente al trimestre anterior fue negativo (-0,7 %), motivo por el cual crecimos menos, estuvimos golpeados en la construcción (-12,1 %), y con problemas coyunturales como el gasto público y la eficiencia, pero con temas más estructurales, como la caída en la demanda de vivienda, y en el caso de la industria muy mal (-0,1 %). Por eso no veo un problema liviano, sino que nos tiene que obligar a pensar más en serio, porque sí creo que es el momento en el que se ve que Colombia está viviendo el hecho de que estamos en una economía internacional, en altísimo grado de tensión todavía.
- ¿Cuáles son las principales medidas que se deberían tomar?
Lo que necesita el empresariado y los trabajadores colombianos son señales claras de para dónde van las cosas. En ese sentido, para mí fue extremadamente sorprendente que se discutiera una cosa tan de fondo como una Reforma Tributaria en un contexto tan complejo como este, máxime si las necesidades de recursos no son tan apremiantes y lo que se quería era mejorar. En muchos sentidos, las propuestas del Gobierno son buenas, pero pienso que el momento no era el adecuado para discutir cosas de ese estilo, pues las señales que se deben enviar son de estabilidad, reglas de juego claras y un esfuerzo para que el entorno de política económica sea lo más predecible.
- ¿Qué es lo que más le disgusta de la Reforma?
En lo que más crítico he sido es el momento en que se discutió, pues la economía está requiriendo señales de estabilidad y, obviamente, el estar pendiente en diciembre de cómo le van a quedar los impuestos a las empresas, retrasa proyectos y dificulta la toma de decisiones, por lo que es todo lo contrario a lo que se necesitaba. De resto, me parece que las intenciones del Gobierno de rebajar los costos de la parafiscalidad y de contratar personal en el sector formal son buenas. La sustitución de esos impuestos por gravámenes a las personas es positiva, pues en Colombia las personas naturales pagamos muy pocos impuestos frente al resto del mundo, y si queremos irnos moviendo a ser un país de la OECD (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), como es la intención, pues tenemos que hacerlo gradualmente. Pero, con esas premisas nos hubiéramos podido ir más a fondo en una discusión más mesurada y en un contexto diferente al actual, en el que sí creo que hay problemas gestándose en la economía.
- ¿Eso también atrasa las decisiones de los inversionistas o es más por el impacto internacional?
Desgraciadamente la decisión de discutir reformas con bastante calado, también atajó decisiones de empresarios e incluso de los hogares. Por eso creo que nos disparamos en el pie un poco.
El 2013
- ¿El 2013 será más tensionante para la economía?
Claro que sí, totalmente, pues debemos ver más nuestra economía en un contexto internacional y usualmente nos concentramos en mirarnos el ombligo, como dicen coloquialmente, pero si miramos economías como la brasilera, ha experimentado en año y medio dificultades importantes, su tipo de cambio se devaluó y nosotros nos parecemos de cierta manera a esta, guardadas las proporciones.
- ¿Entonces hay riesgo de que esos vientos internacionales golpeen más fuerte a Colombia?
Sin duda, tenemos que estar preparados para una situación difícil internacional, y como ya lo vimos en los datos del tercer trimestre, incluso nuestras variables internas se empiezan a ver afectadas.
- ¿Coincide entonces con Fenalco en que este año no será tan bueno como estima el Gobierno?
Creo que estamos en un carro que está andando al 2 % o al 3% anual en este momento, y por ende, los indicadores de consumo que se tienen, que habían sido espectacularmente buenos, se están moderando y ajustando a un carro con una velocidad más lenta. Los hogares, obviamente, toman sus decisiones de consumo sobre la base de lo que están viendo hacia adelante y eso es más de la misma velocidad, por lo que no se puede pensar que tomen decisiones como si estuvieran al 5%.
- ¿Cuánto podría crecer el país este año con base en esto?
Alrededor de un 3 %, si mucho, aunque es muy difícil hacer predicciones sin datos exactos del año completo 2012, pero el ritmo anual de crecimiento, si uno le toma el pulso está entre el 2 % y 3 %.
- ¿Ha sido acertada la decisión de Banrepública de bajar las tasas de interés?
Creo que está muy bien, no es un efecto directo sobre las decisiones de inversión de las empresas o consumo de los hogares, pero sí es una señal clara en el sentido de que los tiempos están cambiando y de que las épocas en que era necesario elevar las tasas y había preocupación por la expansión del crédito ya pasaron. Estamos en un canal distinto y es una señal gradual, sin desesperación.
Impacto industrial
- ¿Tiene Colombia efectos de Enfermedad Holandesa o desindustrialización?
La relación entre industria manufacturera y el crecimiento del PIB total ha venido cayendo, problemas que no son de ahora, sino de más largo plazo, y al mismo tiempo están subiendo los servicios, la minería y explotación de hidrocarburos. El temor con ese crecimiento de bienes transables, es que se aprecie la tasa de cambio y se afecten sectores como las manufacturas y agricultura, temor razonable, por lo que se requieren decisiones difíciles para mitigar ese impacto.
- ¿Por ejemplo qué?
En el caso de los costos regulados hay que hacer un ejercicio para ver cómo estamos en cuanto a los costos de energía eléctrica, los laborales, al igual que la situación de infraestructura, donde tenemos serios atrasos. Hemos hecho esfuerzos por modernizar nuestras instituciones y rebajar los costos de hacer negocios, esos son procesos que tienen que seguirse dando.
- ¿Además de las tasas de interés, que otros cerrojos hay que poner para enfrentar la crisis?
Hay medidas razonables que se han tomado durante muchos años, por eso tiene sentido que el Banco de la República intervenga el mercado cambiario, como lo hacen muchos países, y que se tengan abiertas las puertas con las entidades multilaterales para que no vayamos a tener problemas de liquidez, si dejan de entrar capitales. En ese sentido hay que tener todas las líneas de comunicación muy bien estructuradas, para que, llegado el caso, el país no improvise en la consecución de la liquidez que va a requerir.
- ¿Cómo enfrentar la revaluación?
El fenómeno de las últimas semanas me ha sorprendido, en el sentido de que no tengo explicación para eso, me parece que las tendencias fundamentales son de debilitamiento de la economía y por ende, del tipo de cambio. Creo que tiene que ver mucho el fortalecimiento, sorprendente, en cierta forma, del euro frente al dólar, cosa que digamos rebasa cualquier capacidad de maniobra que se tenga. En un sentido de más mediano plazo, el dólar se podría fortalecer.
- ¿El TLC sí ha sido bueno, pues dicen que hasta ahora los resultados no han sido tan dinámicos como se creía?
Hay comidas rápidas y otras lentas. El TLC no es una hamburguesa, sino un cocido que requiere más tiempo para que saque sus frutos, por eso no podemos esperar en un año una economía distinta. No se ha materializado todavía, pero los planes y los proyectos y la magnitud de lo que se está comenzando a gestar es de una dimensión muy diferente a la de antes del TLC.
- Con todo lo anterior, ¿el carro que se está frenando tiene que ver más con la economía internacional o por la disparada en el pie?
En un 75% se debe al fenómeno internacional y como entra afectará incluso a aquellas industrias que no están vinculadas con el comercio internacional y con los flujos de capital. No porque sea peluquero y ofrezca un servicio no transable no quiere decir que esté aislado de esas vicisitudes. El otro 25% son temas internos y creo que ha faltado un poco de liderazgo en el sentido de tomar determinadas decisiones coyunturales para darle tranquilidad a la gente.
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Sembrar robustas no se puede descartar
Sembrar café robustas en Colombia no es una propuesta que se deba descartar. Para el exministro de Hacienda Alberto Carrasquilla es vital entender que el país se puede estar quedando en participación en el proceso de crecimiento en la demanda de café. "Por eso la alternativa de sembrar robustas debe estar sobre la mesa, y los expertos tendrán que opinar y decirnos qué hacer, pero no se puede desechar la propuesta sobre la base de la caficultura y del mercado de hace 10 ó 15 años".
Dijo que el sector tiene enormes desafíos para mejorar, pues estar basado en ayudas continuas del Gobierno no es viable en el largo plazo y por eso tiene que seguir haciendo la tareas por la que ha sido reconocido de manera ejemplar.
La frase
La crisis internacional va a ser muy similar, pero en términos de los efectos sobre Colombia es como cuando una piedra en una piscina y estamos en la orilla. Las olas están llegando gradualmente, no estamos en el epicentro, pero los coletazos se están viendo y se seguirán viendo".
Feria de Manizales, el epicentro taurino
Para el exministro Alberto Carrasquilla Manizales se convirtió en la capital taurina, y por eso hay que seguir defendiendo esta actividad. "Hay que pedir respetuosamente, desde luego, y exigiendo respetuosamente, el derecho a estar en una minoría. Creo que se han violado nuestros derechos como minoría de una forma absolutamente increíble, ante todo en el caso de Bogotá".
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