
Adriana Osorio*
LA PATRIA|MANIZALES
El emprendimiento no solo es el estilo de vida de Jhonatan Specktor y Juan Pablo Rodríguez, representantes de su proyecto Plan 9 Media; y de Luisa Orozco y Federico Castillo, de Agreste Producciones.
Ellos también plasmaron ese espíritu emprendedor en las historias de los cortometrajes que realizaron durante un año y que la semana pasada presentaron en el Gimnasio Moderno, en Bogotá. Los proyectos tuvieron el apoyo de Innpulsa, entidad del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo.
La historia de Jhonatan y Juan Pablo se centra en un habitante de un pueblo colombiano que soñaba con construir un cohete para viajar al espacio, para lo cual se esforzó a pesar de las críticas de su familia, del tiempo que debió emplear y de otras dificultades. Cuando su familia estaba a punto de dejarlo, pues llevaba días encerrado en su objetivo, el fuerte sonido del cohete alertó a la esposa y a su hijo, pues ya había alcanzado su meta.
"El reto era contar una historia que inspirara a la gente a despojarse de sus miedos y a arriesgarse por sus sueños y sus metas. Para la convocatoria de cortometrajes buscaban una historia emotiva que promoviera el emprendimiento. Por cosas de la vida nosotros ya teníamos en la cabeza una que aplicaba mucho. Entonces pasaron varias coincidencias agradables que también nos favorecieron", cuenta Juan Pablo Rodríguez.
Otra historia
Como ellos, Luisa Orozco y Federico Castillo también aplicaron hace un año a la convocatoria de Innpulsa, y en el mismo espacio lanzaron la semana pasada su cortometraje Cuesta Abajo. El producto cuenta la historia de un exitoso empresario de carros que desde niño soñaba con fabricar vehículos de madera con balineras para competir en su barrio. A pesar de las críticas y burlas de los pequeños del sector ante los fracasos del niño, este perseveró con su idea y logró sacarla adelante. "El mensaje es no dejar de soñar. Si has hecho algo en lo que crees no lo olvides. Los emprendedores son perseverantes, no se vencen ante la primera dificultad", expresa Federico.
Dice que ellos mismos han tenido el sueño de hacer producciones audiovisuales y el trabajo en equipo les ha dado satisfacciones profesionales y personales. "Los cortos tienen su propia dinámica y uno los puede ver como más pequeños, pero cada uno tiene las mismas dificultades de cualquier proyecto audiovisual. En el caso de Cuesta abajo había una dificultad grande y es que debíamos trabajar con niños, pero el casting fue muy dedicado, los niños pusieron todo su empeño y lo que pudo ser un problema se volvió en una virtud", cuenta Federico.
Acompañamiento y recursos
Cada proyecto recibió $150 millones de Innpulsa, entidad que según Juan Pablo, los acompañó durante todo el proceso con el fin de facilitarlo.
"El mensaje para los emprendedores es no tenerle miedo a la incertidumbre porque esta hace parte del cóctel que permitirá lograr un emprendimiento. Quisimos contar una historia en la que el sueño del protagonista podía parecer muy ambicioso, pues era volar al espacio, y si nuestro protagonista se atrevió a esto, entonces el espectador se tiene que llevar entonces la sensación de que su sueño personal es posible", dice Jhonatan.
Juan Pablo agregó que todo empieza con una idea diferente. Por ejemplo, la idea detrás del cohete es que los colombianos no están acostumbrados a ver en el país un hombre construya un cohete. "Desde allí ya empezamos a hablar de innovación, que se conjuga con el emprendimiento para lograr las metas".
En la convocatoria para la producción de los dos cortometrajes participaron 26 propuestas, de las cuales cinco fueron escogidas para ser evaluadas por el jurado, integrado por Andrés Barrientos, seleccionado como una de las 25 joyas del cine colombiano y ganador del mejor corto de animación durante el XXI Festival de Cine en el 2004; David Escobar, ingeniero de producción de la Universidad EAFIT y Emilio Manjarrés, director de televisión y contenidos de UNE.
Tres tareas de Innpulsa
Durante la presentación de los cortometrajes El cohete y Cuesta abajo, en el Gimnasio Moderno de Bogotá, Catalina Ortiz, gerente de Innpulsa, dijo que la entidad trabaja para que en Colombia haya más empresas que crecen de manera extraordinaria y para esto se debe apoyar a esos empresarios de los que la gente cree que están medio locos, que lo que plantean es imposible, pero que ven una oportunidad donde otros no la encuentran.
"Estos empresarios que tienen la convicción de que pueden hacer realidad esas empresas extraordinarias. Les damos la mano a esos visionarios capaces de cambiar el presente de cualquier sector, de conquistar cualquier mercado de cualquier tamaño y hasta su propia realidad; en otras palabras, de pensar en grande, de dejar el parroquialismo y entender que Colombia tiene con qué competir".
Añade que la labor principar es generarles a los empresarios y los emprendedores un mejor entorno, llamado también ecosistema, que les permita explotar su talento y así existan más empresas en el país que crezcan de manera rápida.
Para esto, Ortiz habla de tres tareas en la entidad: una que se trata de corregir las fallas del mercado, es decir, tener mayor información, que los proyectos que están buscando financiación la encuentren y que la financiación que está buscando proyectos los encuentre. "Tiene que ver con que podamos foguear más a los emprendedores y aunque Innpulsa siempre trabaja por más empresas, la mala noticia es que la plata del Estado siempre será insuficiente. Por esto, vamos a necesitar que los privados, que los bancos, que las oficinas de inversión de las empresas se metan a apostar también por el crecimiento empresarial extraordinario, innovación y emprendimiento".
Una segunda tarea tiene que ver con que si bien la empresas deben pensar de manera global, estas nacen y se gestan en un entorno local, que es diferente en cada rincón del país. "Por eso tenemos que trabajar desde y con las regiones para que las organizaciones puedan identificar ese tipo de empresas que tienen el potencial de crecer de manera extraordinaria, y acompañarlas para internacionalizarse".
La tercera tarea es transformar mentes, ponerles el chip del emprendimiento y la innovación. La gerente de Innpulsa enfatizó en que esto es lo que falta para que Colombia la "saque del estadio" como lo puede hacer en innovación y emprendimiento. "Cuando uno les pregunta a los empresarios si los colombianos somos resilientes dicen que sí, que si somos echados para adelante, también, pero al preguntarles que si somos innovadores dicen que no. Entonces necesitamos creer en que sí somos innovadores, no es un cuento, el país está lleno de ejemplos de innovación y de gran talante empresarial pero no nos reconocemos a nosotros mismos como una sociedad que tiene ese potencial", dijo Ortiz.
Agregó que lo que buscan con los cortometrajes es resaltar el valor emprendedores, que vale la pena no olvidar jamás, y tenerlo siempre presente para lograr el crecimiento empresarial extraordinario del que hablamos. "La pregunta es por qué aplazamos tanto nuestros sueños, por qué los metemos en una gaveta y nos olvidamos de ellos".
* La periodista asistió a la presentación de los cortometrajes invitada por Innpulsa.
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