MIGUEL ORLANDO ALGUERO*
LA PATRIA | MANIZALES
El Nobel de Economía distinguió el 12 de octubre las mejoras que se han hecho en la teoría de subastas y la invención de nuevos formatos de licitaciones.
La Real Academia de las Ciencias Sueca resaltó a los estadounidenses Paul R. Milgrom y Robert B. Wilson, investigadores de la Universidad de Stanford (EE.UU.). "Sus mejoras en la teoría de subastas y la invención de nuevos formatos han permitido crear mercados más eficientes y con mejores ingresos para los Estados que los adoptan”, se destacó en la distinción.
Los aportes de la teoría de subastas de Milgrom y Wilson se encuentran dentro de una rama de la teoría económica conocida como la microeconomía, que estudia con detalle algunas cuestiones como los contratos, los precios y el mercado a nivel de agentes.
¿Cómo se puede entender esta teoría?
El economista Martin Jaramillo, consultor empresarial en estrategia, explica que la teoría de los investigadores tiene un impacto profundo en la forma en la que se hacen negocios, se obtienen servicios públicos y se asignan los recursos escasos de esta sociedad. “La subasta es uno de tantos mecanismos que existen para hacer que los recursos escasos de una economía lleguen al comprador que más los valora”.
Por tanto, según Jaramillo, el tema es que en el mundo hay muchos mercados que no se ajustan al modelo tradicional, como las obras de arte, las antigüedades o las cabezas de ganado, que no son tan fáciles de valorar como un bulto de papa, por eso es común que se hagan subastas.
“En una subasta, la gente va diciendo el precio que está dispuesto a pagar y quién haga la mayor oferta se lleva el producto. Si hay mucha gente y el producto es apetecido, el vendedor queda contento con su dinero y el comprador contento con su producto”, señala el economista.
Aplicación de la teoría
Mateo Rivera, líder de la Oficina de Estudios Económicos de la Cámara de Comercio de Manizales, afirma que el estudio, tal como lo presentó Milgrom y Wilson, es importante para la economía, porque gran parte de las compras se hacen a través de subastas.
“La teoría de los Nobel 2020 provee los elementos de juicio necesarios para una mejor relación del Estado con el sector privado. Uno de los principales aportes de los ganadores son las aplicaciones al sector real, dado que una parte importante de la contratación pública está relacionada con grandes proyectos de infraestructura que se entregan con licitaciones; las empresas que prestan los servicios de internet de banda ancha, la telefonía móvil, la energía eléctrica lo hacen por ser ganadores de las subastas del Estado”, agrega Rivera.
Otros casos
Jaramillo piensa en el Metro de Bogotá y se pregunta: ¿podría el Gobierno poner unas condiciones y hacer una subasta?, ¿por qué hoy en día esa licitación se hace a “sobre cerrado” en el que los participantes no ven las ofertas de otros?, ¿eso es bueno o malo? “Esas preguntas no son fáciles, para eso los premios Nobel de este año le dieron al mundo las herramientas teóricas y cuantitativas para resolverlas”.
El otro ejemplo que presenta Jaramillo es el del espectro radioeléctrico que les permite a las empresas hacer uso de las señales de radio, que es un bien escaso al que no todo el mundo puede acceder, ¿a quién se le debe entregar? “Lo que nos dice la teoría de subastas que ganó el Nobel es realizar mejor una subasta entre aquellas personas o empresas que quieren hacer uso del espectro”, agrega el economista.
Concluye que el mérito de los profesores fue llevar las ecuaciones teóricas de una subasta al mundo real para beneficio de todos: gobiernos, ciudadanos y empresas, mejorar la contratación y mirar cómo los privados pueden participar de una manera más eficiente con el Estado para solucionar problemas.
Estado y privados
Óscar Arturo Benavides, doctor en Economía de la Universidad Nacional de Colombia, señala que la teoría de subastas es más que actual por la continua aparición de nuevos mercados. Menciona el caso de las pruebas y futura asignación de torres 5G, que obligan al Gobierno a diseñar cómo van a regular y a hacer mejoras en esos mercados, en los que más de una empresa tiene interés.
“Uno de los valores más grandes de la teoría ganadora es que tiene aplicaciones tangibles, ya que una parte de importante de la contratación pública está relacionada con grandes proyectos de infraestructura que se entregan con licitaciones, las empresas que prestan los servicios de internet de banda ancha, la telefonía móvil y la energía eléctrica. Muchos de estos procesos lo hacen parar ser ganadores de las subastas del Estado”, agrega el doctor.
*Con información de la Unidad de Medios de Comunicación de la U. Nacional.
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