Políticas públicas, principal clave de una ciudad inteligente

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El pasado miércoles culminó en Manizales la Semana de las Normas Verdes, espacio internacional que se creó para intercambiar conocimientos y debatir sobre las oportunidades de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), sobre el medio ambiente, y el potencial de la economía circular y la transición a ciudades inteligentes y sostenibles.

La Patria habló con Enrique Martínez Marín, coordinador del Plan Nacional de Ciudades Inteligentes del Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital, de España, sobre cómo puede una ciudad llegar a ser inteligente y sostenible.

¿Qué es una ciudad inteligente?

Se trata de utilizar la tecnología para prestar los servicios públicos de una forma más eficiente, haciéndolos más baratos, siendo capaz de llegar a más gente y cubrir más necesidades. Por ejemplo, utilizar bien la energía para que ilumine solo cuando haya gente, y con la intensidad necesaria de ese día, dependiendo de si hay luna o no. Las ciudades inteligentes no se dedican solo a prestar servicios sino a resolver problemas públicos. El error que se comete muchas veces es implementar tecnología solo por adecuarlas y se cae en lo que llamamos el internecentrismo.

¿Es decir que la tecnología no resuelve por completo un problema?

Ninguna aplicación resuelve un problema público, estos los resuelven las políticas públicas y para ello se logran mejores resultados con el uso de la tecnología. Lo que hacen las ciudades inteligentes es recordar que a los mandos de todo están siempre esas políticas públicas y los proyectos que tenemos como comunidad, pero sabiendo que la tecnología nos puede ayudar.

¿Y el papel de la sostenibilidad?

La sostenibilidad insiste en hacer las cuentas completas de todo. Saber qué es lo que se gasta de los recursos comunes, porque hacemos las cuentas sin tener presentes los gastos en los que incurrimos y que comprometen a generaciones futuras y su bienestar. Se trata de tener una cultura de esas cuentas completas para saber qué estamos gastando y que cada quien pague por lo que le corresponde. Hay cosas que teóricamente son soluciones baratas, pero tienen impacto público e impacto en las generaciones venideras muy grandes y que hay que ser capaz de revertir.

¿Cómo debe empezar ese camino una ciudad?

Las ciudad siempre han sido inteligentes, y siempre hemos resuelto nuestros problemas. Se trata simplemente de que seamos una comunidad de personas iguales que respetan los derechos de los demás, que deseen vivir juntas de la mejor forma posible y que apliquen la tecnología. Hay muchas formas de abordarlo, pero lo que nosotros recomendamos es salir del solucionismo, nadie ha resuelto jamás ningún problema, no hay ninguna civilización en el mundo que haya acabado con el robo o con el maltrato a las mujeres o con otras cosas, ni ninguna aplicación que lo haga. Lo que sí se puede hacer es mejorar las cosas y dar un salto. Eso no lo hace un ingeniero, sino la misma sociedad, con los proyectos políticos que tienen y formulando políticas publicas acordes con lo que más le interese a esa ciudad.

¿Cuál es el papel del medio ambiente en ese proceso de sostenibilidad?

Teniendo claro cómo impacta la sostenibilidad de nuestra vida. Ningún censor va arreglar un desprendimiento, se logra haciendo reforestación, uso inteligente de los pastos, teniendo los ríos despejados, etc. Nosotros hemos irrespetado la naturaleza y por eso pasan tantos desastres.

¿Cómo ve el proceso de Manizales hacia ciudad sostenible e inteligente?

Se están haciendo las cosas muy bien. En gestión de riesgo hay un planteamiento sobresaliente, muy bien planificado, muy bien hecho, igual que los temas de urbanismo, muy medidos. Hay gente con lecturas para hacer muy bien las cosas, con el saber de qué somos como comunidad y cuál es nuestro trabajo en esa comunidad, así como el futuro para el cual trabajamos.

¿Qué ciudades del mundo son ejemplos?

Nadie llega nunca a ser una ciudad sostenible e inteligente por completo, esto se transforma, crece y hay ideas nuevas todos los días. Hay aportaciones como España que tiene un peso muy grande en ciudades inteligentes. Entre ellas, Barcelona, Santander, y Valencia, que tienen una administración electrónica excelente. Benidorm es muy fuerte en turismo; Alicante, en tráfico, y Málaga en transporte.