Cerca del 75% de los pensionados en Colombia recibe una mesada inferior a los dos salarios mínimos, es decir, cerca de un millón 300 mil pesos.
Juan Bautista Mejía Posada lleva los cálculos desde hace 23 años de cómo los pensionados en Colombia, después de sortear una ‘batalla’ con todo tipo de armas jurídicas para obtener una pensión, acceden a una que los hace más pobres cada año.
Según este pensionado que además es presidente en Santander de la Unión de Pensionados de Colombia, el poder adquisitivo se ha perdido en cerca del 50%.
Esto debido a que con la reforma de la Ley 100, el artículo 14 señala que el incremento anual de la mesada pensional para quienes devenguen más de un salario mínimo se ajustará de acuerdo al Índice de Precios al Consumidor (IPC) del año inmediatamente anterior, y para quienes devengan menos de un salario mínimo se ajusta de acuerdo al incremento del salario mínimo pactado.
Siendo así las cuentas, el incremento real para el grueso de pensionados en el país para este año fue del 1,94%.
“Es una miseria, y a esto hay que añadirle que este año subieron en 0,5% el aporte a salud que ahora es del 12,5%. A nosotros nos sube todo, al igual que a todos los habitantes, suben los arriendos, el transporte, la comida, y las cuotas moderadoras en salud. Cada vez que uno va a la EPS paga y repaga para que en el mejor de los casos remitan un examen de sangre, sino pues toca conformarse con el acetaminofén, o también puede pagar un médico particular que la consulta ya cuesta $40 mil, más las drogas que no se bajan de $80 mil”, asegura Rodrigo Patiño Aguirre, de la Asociación de Pensionados de Telebucaramanga (Asopentel), que acoge a 200 pensionados de la ciudad.
Según Patiño Aguirre, una petición es que por lo menos se acoja el incremento del salario mínimo a las pensiones de hasta 4 y 5 salarios mínimos.
Sin embargo, una reforma de este tipo no es fácil para la sostenibilidad fiscal del sistema de pensiones colombiano. Según un estudio hecho por Fasecolda el año pasado, la situación de informalidad en el país ha hecho que el grueso de pensionados que recibe un salario mínimo se ha incrementado notablemente desde el 2009.
“Lo que debe hacer el Gobierno es una negociación diferente respecto al aumento de la mesada pensional por fuera del ajuste del IPC y del salario mínimo, ya que si se tiene en cuenta la inflación, hay una base de productos básicos, pero hay muchos factores que quedan por fuera. Por ejemplo, el caso de la salud, cuyos costos se disparan para la tercera edad. El principal problema fue haber eliminado la mesada 14”, dice el economista Aurelio Suárez.
Las diferentes asociaciones han recurrido a miles de cartas y peticiones al Gobierno Nacional, especialmente a la Comisión Séptima del Senado, para que se estudie una reforma a la Ley 100 y al artículo que regula este incremento. “Hemos mandado miles de quejas y hasta el momento hemos perdido todas las batallas, ni el Gobierno ni los representantes toman conciencia del pago de quienes dedicaron toda su vida a forjar el crecimiento de este país”, dice Rodrigo Patiño Aguirre, de Asopentel.
Por esta razón Asopetel radicó nuevamente una comunicación en la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes.
“Cada año nos vemos sometidos a la Ley 100 en su artículo 14 y de esa forma estamos perdiendo poder adquisitivo de la inflación proyectada para el año siguiente, dejándonos a merced de una inflación real que es superior a la causada”, indica la comunicación.
Ante los numerosos llamados sin respuestas preparan para el próximo 1 de marzo una marcha conjunta en diversas ciudades para reclamar por este ajuste, que sería apoyado por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y la CGT.
Sin embargo, respecto a este caso puntual no hay luces en la reforma pensional, ya que el Gobierno dejó claro que las bases serán la disminución de requisitos para acceder a la pensión y aumentar la cobertura en el país.
Según cálculos hechos por analistas, no solo se cuenta el hecho de que un pensionado pierde poder adquisitivo año tras año. También pierde cuando se calcula la base de liquidación para pensiones.
Así son las cuentas para quienes se van a pensionar: la primera referencia que se toma es Ingreso Base de Liquidación, IBL, que corresponde a un promedio de los últimos 10 años, que por lo general este IBL siempre será inferior al último salario del afiliado.
Sobre este ingreso base de liquidación se aplica el 75%, es decir, ya hay una pérdida de más de 25%. Sobre esta liquidación se descuenta el 12,5%, lo que representa un 8% más que cuando era empleado. En total, la merma salarial es del 33%.
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